6. Mamá

11K 559 29
                                    

Oigo la puerta cerrarse. Apago el estofado y dejo que el olor inunde la cocina.

Noto como unas llaves son tiradas al desayunador e inmediatamente siento el aroma a jazmin.

Mamá

Siento sus delgados brazos abrazan mi cintura y apoyando su cabeza en mi hombro.

-El estofado huele bien.

-Gracias.

-¿Cómo te fue hoy en la escuela, enana?

-Me perdí la primera clase, ayudando a un bipolar y amargado chico, que por alguna extraña razón me parece sexy y tierno a la vez. Con esos ojos plata y esos tatuajes-suspiró y muerdo mi labio- su cuerpo me grita que me lo coma. Y luego viene con su mierda que quiere que me aleje. Angelito me volverá loca.

- WOW, demasiado en un solo día-Mamá silba-Tengo que conocer a Angelito ya.

-Tengo suerte de que siquiera me hable. Pero cada vez que veo esa mirada llena de dolor y odio solo quiero abrazarlo y llenarlo de besos y... y...Dios-resoplo.

-Quiero comermelo-finalizó.

-No creo que el canibalismo sea atractivo para un chico y más si el va ser la comida.

-Ja Ja

Mama ríe ligeramente-Necesitamos vino y ese delicioso estofado-dice y busca las copas.

*****
Sentadas en el suelo de la sala comiendo estofado y bebiendo vino, le sigo contando a mama acerca de Angelito.

-Se la pasa diciendo que me hará daño, pero yo se que no. Es boxeador y lo llaman "Destructor". Pero lo unico que casi destruye es mi castidad.

Mamá suelta muchas carcajadas y me le uno.

-En serio. Gruñe como un perro por todo, pero se calma cuando le hablo. Odia verme triste. Pero cuando me envuelve en sus brazos me siento casa. Siento esa protección, como si fuera indestructible y todo eso en un jodido día.

Mamá toma de su vino y me mira antes de hablar- Estas jodida. Te gusta y acabas de conocerlo.-dice-Oh esta juventud-dice con aire dramático llevando su mano a su frente.

La empujo con mi hombro.

-Esta bien-carraspea-ahora hablando en serio, enana. Si tu dices que no te hará daño, te creo. Solo cuídate y cuidalo a él por si acaso. Pero tengo que conocerlo. No por que no confíe en ti sino por que el que mi hija estaba dispuesta a botar sus bragas.

Rió -Guarra.

Me señala- Hija de guarra.

Río hasta que siento dolor en mi estómago y entrecortadamente respondo- T-te in-insul-insultante a t-ti mi-misma.

Me mira con su cara de poker, pero luego me imita.

Terminamos de reir, limpiamos todo y nos vamos dormir abrazadas.

****
Despierto con los suaves ronquidos de mamá en mi oido. Me desperezo, me levanto y voy al baño.

Una vez vez limpia y vestida bajo a desayunar.

Mi cabello castaño con reflejos rubios en las puntas esta suelto hasta mi cintura. Mis ojos mieles se acentuan gracias a la mascarilla.

Soy menuda, tengo un cuerpo definido por las horas de ejercicios y entrenamiento desde mi niñez. Mi piel tiene un ligero bronceado natural que siempre me ha encantado a diferencia de mi madre, que es muy pálida.

Las cicatrices se notaban más en ella que en mi.

Ya lista bajo las escaleras, oliendo el olor a bacon desde aqui. Camino a la cocina encontrandome con mamá, vestida con sus jeans ajustados, camiseta su chaqueta de cuero.

AngelitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora