Siguió besándome el cuello mientras me acariciaba el cuerpo con sus suaves manos.
-Ezra.- Gemí cuando noté una de sus manos en mi pecho. El siguió masajeando mi cuerpo y besando mi cuello mientras yo gemía.
Después de unos minutos, la mano que tenía en mi cintura bajó hasta el vértice de mis piernas. Sus dedos rápidamente entraron dentro de mí, haciéndome gemir más fuerte.
Estaba a punto de ver las estrellas cuando escuchamos llamar a la puerta.
-¿Estás esperando a alguien?- Pregunté casi sin aliento.
-No, ¿y tú?- Me preguntó.
-Que va.- Dije saliendo de la ducha y poniéndome una toalla alrededor.- ¿Abres tú?- Pregunté.
-Voy.- Él me contestó saliendo del baño.
Cuando salí de la habitación vestida ya con el pijama vi que quién había llamado era mi madre.
-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?- Pregunté.
-Hola, cariño. Venía a deciros si queréis venir a cenar.- Ella me preguntó.
-¿Ahora? Estoy en pijama.- Dije riéndome.
-Lo sé, vamos a juntarnos todos. Pensé que te gustaría, Ezra puede venir también, claro.- Ella me dijo.
-¿Me dejas vestirme?- Pregunté.
-Claro, os espero.- Ella dijo mirando a Ezra. Ambos nos miramos sonriendo y nos metimos en la habitación. Yo me puse unos pantalones vaqueros, una camisa de cuadros con unas deportivas y la chaqueta de cuero y me metí en el baño a peinarme.
Cuando salí a la sala de estar vi que Ezra ya me estaba esperando con mi madre.
-Estoy lista.- Dije sonriendo.
Los tres salimos del dormitorio y nos metimos en el coche con mi madre. Íbamos a cenar en un restaurante vegano que había a las afueras de Rosewood. Era uno de mis restaurantes favoritos de aquí, ya que era el único que había que tenía comida vegetariana.
-Ya estamos aquí.- Dijo mi madre después de un rato de conducir. Los tres nos bajamos del coche y Ezra y yo enseguida nos dimos la mano.
Cuando nos sentamos en la mesa donde estaban mi hermano y mi padre sentados mi madre empezó a hablar.
-Bueno, estamos aquí porque vuestro padre y yo queremos deciros algo.- Dijo mi madre sonriendo.
-¿El qué?- Pregunté interesada.
-Bueno, no sabemos cómo ha pasado. Pero dentro de unos meses vais a tener un hermanito.- Dijo ella sonriendo.
-Creo que se perfectamente cómo ha pasado eso.- Dijo Mike riéndose.
-Lo que no sabemos es como ha pasado con nuestra edad.- Explicó mi padre riéndole la broma a Mike.
-¿De cuánto estás, mamá?- Pregunté feliz.
-De 3 meses.- Dijo ella felizmente.
-No puedo creerlo, espero que ahí al fin esté esa hermana que te pedía de pequeña.- Dije sonriendo.
-Oye, tienes suerte de que naciera yo en vez de una niña.- Dijo Mike.
-Mamá, ¿te acuerdas de cuando disfracé a Mike de niña con Spencer?- Dije riéndome a carcajadas.
-Claro que me acuerdo. Tengo varias fotos guardadas.- Ella dijo riéndose también.
-¿Qué? ¿Me hiciste fotos?- Mike dijo haciéndose el ofendido.- Esas fotos hay que destruirlas.- Terminó.
-No se van a destruir fotos. Las fotos son recuerdos, ya se las querrás enseñar a tus hijos.- Mi padre dijo sonriendo.
-Ezra, te has hechado una novia demasiado malvada. No se como la aguantas.- Mike le dijo a Ezra quién estaba sentado a mi lado callado.
-Tienes razón, Mike. Vivir con una mujer es difícil.- El le contestó.
-¡Oye!- Le grité.- No puedes tener ninguna queja de vivir conmigo.- Le dije riéndome.
-Si, señora.- El me contestó dándome un beso en los labios.
-Menos escenas de amor, no quiero vomitar arcoíris.- Dijo Mike haciendo una mueca como si fuese a vomitar.
-Vamos, Mike. Yo se que tienes una novia.- Le dije riéndome.
-Ya quisieras tu saberlo.- Me contestó.
La cena llegó enseguida de que el dijera eso. El tiempo pasó muy rápido y todos nos lo estábamos pasando muy bien.
Llegó un momento en la noche en que empecé a sentir mareos, la bebida se me estaba subiendo, supungo.
Mientras Ezra y yo hablábamos con mis padres de cosas no interesantes noté como mis ojos se cerraban y todo se volvió negro en un momento.
Cuando me desperté estaba en una cama de hospital. Lo sabía por un pitido que tenía al lado izquierdo de mi cabeza, porque todo era demasiado blanco y olía a legía.
-¿Qué ha pasado?- Pregunté cuando vi a mi madre levantarse de un salto.
-Aria, ¿estás bien? En un momento estabas hablando con nosotros y en otro estabas tirada en el suelo dormida.- Ella me dijo preocupada. Miré a mi alrededor y ni Ezra, ni mi padre, ni Mike estaban allí.
-No lo se, me empecé a marear. Pensaba que era la bebida, que me había subido.- Contesté. En ese momento un médico entró con una máquina.
-Hola, Aria. Soy el doctor Kingston.- El me dijo poniendo la máquina al lado contrario de la del pitido.- Vengo a hacerte una eco grafía.- Terminó.
-¿Por qué?- Pregunté.
-Creemos que estás embarazada, Aria.- El me contestó.
Mi cabeza se levantó y miré a mi madre con miedo.
-No, no puede ser. Ezra y yo hemos sido cuidadosos desde que pasó lo de Caroline.- Dije asustada.
-Hay veces que los métodos anti conceptivos no funcionan.- El me dijo.- Tienes que subirte la bata.- El me contestó tapándome con la sábana pero subiendo la bata hasta dejar mi estómago al aire.
Me echó la crema en el vientre, recordaba lo frío que estaba cuando lo hicieron cuando estaba embarazada de Caroline.
-Aria, estás embarazada de 4 meses.- El me dijo.
-¿De 4?- Pregunté.- Pero ya se notaría, ¿no?- Pregunté.
-Hay embarazos en los que se empieza a notar a los 5 meses y otros a los que se empieza a los 3.- El me contestó.
-¿Puedo saber que es o aún es pronto?- Pregunté.
-Aún es pronto, su postura no me deja saberlo. Pero a lo mejor dentro de unas semanas, si el bebé se ha girado, lo sabré.- Me dijo sonriendo.- Aria, se que no sabías que estabas embarazada, pero es importante que no consumas ni alcohol, ni drogas o tabaco durante el embarazo y durante el tiempo que le des leche.- El me dijo.
-No suelo beber ni tomo drogas o tabaco. No tiene que preocuparse por eso.- Dije.
-Está bien. Prepararé una cita para dentro de unas semanas.- El me dijo antes de irse con la máquina de nuevo.
-No puedo creerlo.- Dije echándome a llorar.
-Tranquila, tranquila.- Me intentó calmar mi madre.
-¿Y si sale algo mal, mamá? ¿Y si tampoco puedo proteger este bebé?- Pregunté llorando a mares.
-Tranquila, se que lo harás. Vas a ser una buena madre y una buena hermana.- Ella me calmó dándome un abrazo de esos que solo una madre puede dar.
Ahora le tenía que decir a Ezra que estaba embarazada. Otra vez.
Hola chicos, os aviso de que actualizaré (o al menos intentaré) en los fines de semana. Hemos empezado el curso ya :( y tengo que aprobar si o si. Gracias por leer :)
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Amores de universidad. (Ezria)
RomanceAria empieza la universidad, Ezra está en su 3er año. ¿Que pasará?