Contenido M
Nos pusimos de nuevo la ropa y volvimos al hotel.
-¿Nuestro viaje a la playa ha superado tus expectativas?- Él me preguntó riéndose.
-Bastante, aunque aún podría seguir un ratito más.- Dije sonriendo y dándole un beso.
Cuando llegamos al hotel, lo primero que hicimos fue llamar al servicio de habitaciones para que nos trajeran algo de comida y lo comimos mientras estábamos tirados en la cama viendo una película en blanco y negro.
Cuando llegamos de nuevo a Pennsylvania hacía más frío y yo estaba en pantalones cortos. Ezra, que notó que tenía frío cogió su chaqueta y me la puso sobre los hombros.
-Te vas a morir de fría, Ezra.- Le dije abrazándolo.
-Tranquila.- Él me contestó. Me dejó en mi habitación y yo empecé a lavar la ropa que tenía sucia del viaje.
Cuando terminé decidí ir a ver a mis padres tenía que avisarlos de que había llegado ya a Rosewood.
Cogí mi coche, que por fín lo habían arreglado y fui allí.
Abrí la puerta con mi llave, esperando que hubiese alguien en casa pero cuando llegué no había nadie, o eso creía. Subí las escaleras para ir a mi habitación cuando escuché gemir a mi madre.
-Oh, Byron.- Ella gemía. No me lo pensé ni un momento, salí corriendo de allí. En casi 20 años que había vivido en esa casa nunca en mi vida los había pillado en acción, mejor. Porque sería un trauma, el que ahora tengo.
-¿Aria? ¿Qué haces aquí?- Vi a Mike caminar por nuestro camino.
-No creo que quieras entrar.- Dije.
-¿Por qué? ¿Ya están discutiendo otra vez?- El me preguntó.
-Creeme, no están haciendo nada de eso.- Dije con cara de horror.
-¿Están...?- El me preguntó con la misma cara de asco.
-Si, Mike. Están intentando crear un hermanito.- Dije riéndome.
-Que no hagan ninguno más, ya bastante tengo contigo.- El dijo sonriendo.- ¿Qué tal estás? ¿Cuando has llegado?- Me preguntó.
-Estoy bien, he llegado hace dos horas, más o menos.- Dije.
-Vamos, vamos a cenar. Te invito.- El dijo agarrándome de la mano.
Al día siguiente después de clase, Ezra vino a buscarme y los dos nos fuimos con la moto a relajarnos al bosque. Había algo allí que nos daba paz y tranquilidad así que solíamos ir allí mucho.
Una vez allí, Ezra me agarró de la cintura y me sentó en la moto con cuidado de no tirarla. Tenía las patas de cabra que la sujetaban, pero por si acaso lo hizo con cuidado.
-Vamos a intentar hacer una cosa.- El me dijo besándome con más pasión todavía.
-¿En serio vamos a hacer el amor encima de la moto?- Le pregunté.
-Si.- El dijo y empezó a bajarme los pantalones. Hacía frío, pero no me importaba. En menos de 5 minutos los dos estábamos desnudos, yo encima de la moto con las piernas abiertas y Ezra besándome el cuello y sujetándome para no caerme.
Sus labios bajaron por mi cuello y por el valle de mis pechos. Luego llegaron a mi ombligo y su boca bajó hasta mi coño, donde empezó a dar besos haciéndome gemir. Una de sus manos estaba en mi pecho, exprimiendolo y la otra la tenía en mi espalda.
-Esto es incómodo.- El me dijo me levantó de la moto y sacó una manta de asiento de la moto. Me tumbó allí y me empezó a besar de nuevo la vagina.
-Que bien sabes, me encanta hacerte esto. Me quitas el hambre.- El me susurraba mientras metía un dedo dentro de mi y lo movía para hacerme gemir. Cada vez que hacía eso le necesitaba más todavía. Mi vagina estaba tan mojada como un mar y Ezra estaba disfrutando de todo ello.
-Oh, Dios, Ezra. Sigue.- Le grité. El me agarró las piernas haciéndolas subir a sus hombro y me lamió con más fervor.
-Venga, Ar. Quiero que me lo des todo.- El me dijo mientras movía sus dedos dentro y fuera cada vez más rápido.
Unos segundos después estaba viendo las estrellas mientras gritaba su nombre.
Lo empujé a la manta y me subí encima de el.
-Es mi turno.- Dije con una sonrisa malévola.
-Lo se, Gatita.- El me dijo arañando mi espalda.
Besé su zona débil detrás del oído y después me puse a hacerle un chupón en el cuello. Quería que todas las guarras de la universidad supieran que él era mío. Cuando lo hice, bastante grande bajé por su pecho hasta la zona de su pelvis y le sonreí.
-Pídemelo.- Le dije pasando mis uñas por al lado de su pene, haciendo que su pene se pusiera más duro.- Pídelo. ¿Qué quieres que haga?- Le pregunté.
-Venga, Aria. Hazlo, sé que sabes lo que quiero.- El me dijo.
-Quiero que me lo digas.- Le repetí.
-Quiero que me comas el pene.- Él me susurró y yo enseguida obedecí su orden. Metí su pene largo en mi boca haciendo que me atragantase una vez.
Después de unos minutos de ello, noté como el pene de Ezra empezó a temblar y empecé a ir más rápido. Unos segundos después vino en mi boca y yo le sonreí.
-Dios, eres perfecta.- El me dijo besándome. Se sentó en la mente y me puso encima de él. Su pene entrando dentro de mi sin necesidad de ayuda. Los dos gemimos.
-Malditos condones.- El me dijo.
-Tranquilo, he empezado con la píldora.- Le susurré.
-¿Cuándo?- El me preguntó.
-Antes de Hawaii.- Terminé. Empecé a dar saltos encima de el, necesitaba correrme y quería que el se corriera conmigo.
-Vamos, nene. Córrete conmigo.- Le dije. Los dos empezamos a movernos más frenéticamente buscando la liberación a la vez y cuando vino. Ezra y yo caímos tumbados a la manta.
-Nunca pensé que tendría sexo en lugares tan públicos.- Le susurré.
-Yo tampoco.- Él me besó la frente.
Mery, saca esa sonrisa tan bonita que tienes y deja de estar triste :)
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Amores de universidad. (Ezria)
RomansaAria empieza la universidad, Ezra está en su 3er año. ¿Que pasará?