—Entonces, ¿qué pasaba ayer con Yazmin? —preguntó Louis, sorbiendo de su bebida.
—No, nada. Solo eran paranoias suyas —me reí nerviosamente.
Yo no era del tipo de chica cotilla. Nunca lo había sido y no quería empezar, pero simplemente me había visto obligada a contarle a Yaz lo que había entre él y yo. Prácticamente entró en shock.
—Bueno. Entonces, ¿me vas a dejar ponerte la película? —preguntó con una gran sonrisa.
Sonreí por su emoción y asentí. La verdad es que me encantaba que Louis compartiera sus películas conmigo. Me hacía sentir especial, aunque fuera algo tan casual como eso, era algo casual que al menos compartíamos.
Le había dicho a mi madre que no dormiría en casa, porque para ser sinceros, pocas veces dejaba el hogar de mi amigo justo después de ver los créditos.
Durante la noche no hubo mucho ajetreo, aunque Liam volvió a aparecer con su novia. Liam y Liss. Menuda pareja habían formado. Acabó dándome su número y haciendo un drama increíble porque tenía que volver a su ciudad. Yo, aguantando la risa, le seguí el rollo.
—¿De qué se supone que conoces a ese tío? —preguntó Louis mirando a Liam mientras bailaba. Mal, debo añadir.
—Absolutamente de nada —me reí yo—. Pero apuesto a que es un chico interesante.
Salíamos del club, y hacía frío, de ese tipo de frío acompañado de una fría que se te mete en los huesos. Por eso me abracé de Louis en el camino hacia su coche. En su casa descubrí unas mantas que reposaban sobre el sofá (y bastante basura, como era habitual). Louis sabía que iba a aceptar.
Vimos la película, una increíble obra de arte protagonizada por Robin Williams. Y puede que acabara llorando.
—¿Y eras tú quien me llamaba llorica? —se burló Louis acariciándome el brazo.
—Cállate, ¿no lo has visto? Es lo del mejor amigo, Dios, voy a llorar —sollocé.
—Estás llorando.
—Déjame vivir tranquila —murmuré, sin embargo, recosté la cabeza contra su hombro—. Tengo un nuevo personaje favorito. Will Hunting. Es mi nuevo héroe.
—¿Estás dando de lado a Ewan McGregor por Matt Damon? —dijo, haciéndose el ofendido.
—Deja de jugar —sonreí—. Sabes que no, Ewan es mi amor, pero Will... No sé, tal vez Will sería mi amante.
—Él se rio y negó con la cabeza.
oNo�f�\g

ESTÁS LEYENDO
treinta y seis lunares
FanficTrabajan juntos en el bar. Pasan las noches sirviendo alcohol y viendo cómo la gente se emborracha y se divierte. Y de día, se cuentan los lunares.