Capítulo 4

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Ninguna de las chicas usaríamos casco y por un momento me arrepentí de acceder a participar en la carrera, debido a que era peligrosa, pero al ver a la chica burlándose a un par de motos a la izquierda, me enfurecí y la decisión volvió.

- ¿Ya sabes que tienes que hacer? - Preguntó Jun.

- Sí, ¿Quieres concentrarte en acelerar cuando empiece? Tenemos que ganar.

- Bien, sólo te diré que no hay reglas.

Algunas chicas se sentaban de una manera extraña, tal vez era su clase de táctica para ganar, yo me senté normal.

La adrenalina corría por mis venas, podía sentir mi corazón rebotar con fuerza, es un milagro que no se haya salido aún. Se escuchó "En sus marcas, listos". Y un balazo al aire sonó, en ese momento todas las motocicletas aceleraron y algunas chicas empezaron a levantarse para poder tomar mejor dicha chaqueta.

Al ver a uno de los miembros de Seventeen cerca, me paré un poco mientras ponía mi mano en el hombro de Jun, para así mantener el equilibrio. Abrí la mano y tomé la chaqueta, a lo lejos pude ver al otro chico de Seventeen con la chaqueta de Jun, así que me la puse lo más rápido posible. Pasamos a toda velocidad a lado de él y tomé la chaqueta. Ayudé a Jun a ponérsela y cuando al fin la tenía puesta, me senté y me aferré a él, no sin antes resbalar un poco. Él volteó y me vio con preocupación, pero al ver que estaba bien siguió la carrera.

- ¡Acelera!

Sentí que saldría volando por la velocidad, cerré los ojos con fuerza y esperé a que todo esto acabara. La motocicleta se detuvo y sentí como alguien ponía una mano en mi rodilla.

- Hemos ganado.

- ¡Eso!

Me bajé de la motocicleta con rapidez y me acerqué a aquella chica que se sacudía el cabello con frustración. Toqué su hombro y cuando volteó, tiré mi chaqueta al piso y le grité en su cara:

- ¡Ganamos, zorra!

Empecé a hacer un baile de victoria, al parecer aquello le enfureció porque se me hecho encima y empezó a golpearme. Cuando su mano alcanzó mi mejilla mi sangre ardió. Rodé y me puse arriba de ella.

- ¡A mí nadie me golpea, estúpida!

La golpeé lo mejor que pude, pero a los pocos segundos sentí unos brazos rodearme fuertemente por la cintura. Jun me alzó con facilidad y me alejó de la maldita zorra a la que le estaba dando su merecido.

- ¡Suéltame! - Grité mientras pataleaba.

- Ya basta. - Me sentó en un lugar y me tomó por los hombros. - Yon, veme. - Seguía viendo a la chica, estaba cegada por la ira. - Veme.

- ¡¿Qué?! - Lo volteé a ver y el enojo se esfumó rápidamente, eran los ojos más hermosos que había visto en mi vida.

- Ganamos, que no te molesten las palabras de los demás. - Me quedé flotando en el aire mientras escuchaba su voz felizmente. - Ah, mira como quedaste. Vámonos.

Tomó mi mano y sentí la electricidad fluir por mis venas, mi corazón se sintió extrañamente lleno y mi estómago dio un vuelco.

Llegamos a una farmacia y nos adentramos en ella. Jun compró pocas cosas y me llevó a unas sillas que estaban ahí. Puso un poco de agua oxigenada en la herida de mi labio e hice una mueca.

- Lo siento.

Siguió aplicando otras cosas alrededor de mi cara mientras que yo me perdía en su mirada. Al terminar nos subimos y lo abracé fuertemente, me sentía completa, me sentía feliz.

Llegamos a casa y con tristeza me bajé, pues esto había terminado.

- Eso ha sido genial. - Me elogió por haber ganado.

- ¿Tú crees? - Podía sentir mis ojos brillar.

- ¡Por supuesto! Por cierto, jamás pensé que serías del tipo de persona que pelea. - Arqueó una de sus cejas y desvié la mirada.

- No me gusta que me provoquen. - Nos mantuvimos en silencio por unos minutos hasta que decidí romper el hielo. - Gracias por traerme.

Caminé hacia casa y su voz llamándome me detuvo, por un momento me sentí emocionada, ¿Pediría mi número telefónico? ¿Me invitaría a salir?

- La chaqueta. - Señaló lo que tría puesto.

- Ah, claro. - Me la quité lentamente y se la devolví.

- Has sido de mucha ayuda hoy, gracias.

- No. Te lo debía.

- Encontrar otra chica como tú será difícil.

- Entonces no lo hagas. - Lo vi suplicante, sus afilados ojos me vieron cautelosamente. Abrió la boca, y antes de que empezara a hablar corrí dentro de mi casa con el corazón en la boca.



Badass → Jun (Seventeen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora