Cap. 4

605 44 8
                                    


Annabeth

El auto de Percy, bueno la camioneta de Percy era una monada, a parte de ser enorme y de color azul.

-Vamos a ver el apartamento ahora -dijo Percy emocionado-.

Me encantaba verlo así de feliz, parecía un niño pequeño que espera recibir sus regalos de navidad.

-Mejor mañana, después de que llegues de tu primer día de secundaria -comento Sally-.

-Esta bien -contesto un poco desilusionado-.

Todos volvimos a subir, y nos dirigimos a las habitaciones, ya que se estaba haciendo tarde.

-Debería llamar a mi papa a agradecerle -comento Percy-.

-Me parece muy bien -afirme-.

Percy y yo fuimos al baño y llamamos a Poseidon.

-Oh, Iris, diosa del arcoíris, acepta mi ofrenda, muéstranos a Poseidon -dijo Percy-.

Esperamos unos segundos, hasta que vimos a Poseidon.

-Hola papi! -dijo Percy sonriendo-.

-Hola Sr. Poseidon -salude también sonriendo-.

-Chicos! Se le esta haciendo costumbre que yo los vea en el cuarto de baño -comento Poseidon sonriendo-.

Oh por todos los Dioses de Olimpo, trágame tierra! Sentí como mis mejillas se encendían de un color rojo.

-Papa! -exclamo Percy-.

-Es solo una broma -contesto sonriendo-.

-Sr. Poseidon, Percy lo llamo para decirle algo -trate de cambiar la conversación-.

-Que no me digas Señor dime papa -contesto Poseidon- pero eso si, que no te escuche Atenea, porque hay si, me hace Poseidon a la plancha -añadió riendo-.

-Papa te quería agradecer por el auto, esta realmente hermoso, y por el apartamento, que aun no lo he visto, pero ha de estar genial -termino de hablar Percy-.

-Y también tiene cuarto de baño -Poseidon nos guiño el ojo y sonrió-.

-Papa! -exclamo Percy-.

-Hijo no tienes nada que agradecer, lo hago con de todo cariño -comento Poseidon- es mejor que vallan a dormir, mañana los espera un día cansado -termino-.

-Chao! -dijimos al unísono-.

Nos acostamos los dos en la misma cama, aunque Sally había dejado una bolsa de dormir en el piso para que durmiera Percy.

-Annie no tengo sueño -dijo Percy sonriendo pícaramente-. 

-Trata de dormir -conteste adormilada-

-Annie no te duermas -dijo mientras movía mi mano-.

-Se lo que piensas y no Perseus! -conteste sonriendo-.

-Annie mirame -dijo Percy-.

Me dio la vuelta y vi a Percy, este me hizo cara de foca bebe acompañado de un puchero.

-Sabes que eso no funciona conmigo verdad? -pregunte-.

-Por lo menos me puedes dar el beso de las buenas noches -Percy puso cara de angelito-.

Me acerque a el y le di un pequeño beso en sus labios.

-Ahora no te escapas lechuzita -sonrió maliciosamente-.

Me acerco a el y me beso suavemente, rozando nuestras narices. Con su mano tocaba mi mejilla y con la otra mano tenia agarrados mis brazos encima de mi cabeza.

-Per..Percy -tartamudee- no creo que sea bueno hacer algo con tu mama en el cuarto de al lado -susurre en su oído.

-No te preocupes, que no haremos ruido -sonrió maliciosamente-.

Por Afrodita, porque Percy es tan irresistible.

Corte la distancia que había entre nosotros y lo bese apasionadamente, mordiendo su labio, haciendo que Percy se le saliera uno que otro gemido.

-Annie, mejor dormimos -dijo Percy-.

Que le pasa a este hombre! Primero me besa y me incita a querer tener intimidad con el, y cuando yo ya quiero el se para y me dice mejor dormimos!

-Prefiero que pase mañana en mi nuevo apartamento lo que iba a pasar hoy -sonrió ampliamente-.

Eso calmo mi furia interior, y sonreí ampliamente.

-Esta bien, hasta mañana sesos de alga.

-Hasta mañana listilla.

Nos abrazamos en la cama, y caímos en los brazos de Morfeo.

Siempre Juntos Percabeth: La Batalla del TartaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora