Cap 36

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Percy


Entre a la casa grande con Annie de la mano, estaba muy nervioso, no sabía lo que iba a pasar, y si los dioses querían llevarse a Annie porque debería estar muerta, no lo permitiría, ya mate a gigantes, titanes, hasta el mismísimo Tártaro, si la querían alejar de mi lado, algunas cabezas saldrían rodando.

-Pasen tomen asiento –hablo Quirón-.

Gire mi cabeza, y pude ver a todos los dioses sentados alrededor de la mesa de ping pong,, estaban en su tamaño "humano" por asi decirlo, estaba Apolo con la cabeza agachada y a su lado Andrómeda, con los líderes de cada cabaña.

-Estas bien, hijo? –pregunto Poseidón-.

-Con Annie a mi lado, estoy excelente –respondí mientras apretaba la mano de Annie-.

-Siéntate, debemos hablar –hablo esta vez Zeus-.

Espere a que Annie se sentara, para yo tomar asiento después.

-Me van a explicar porque Andrómeda, está aquí? –pregunto Annie con mala cara-.

-Ella es hermana gemela de Perseo –hablo Hera, mirando mal a Annie-.

La mandíbula de Annie, se desencajo, sus ojos grises se abrieron como platos, y si no estuviésemos en una charla seria, me hubiera partido en dos de la risa.

-Querida, cierra tu boca, que se te van a meter las moscas –espeto Hera con sorna-.

Annie cerró su boca, y volvió a sentarse rectamente, y le lanzo una mirada fulminante a Hera.

-Claro, como las moscas andan cerca de las vacas –contesto fríamente Annie-.

-Annabeth –advirtió Atenea-.

-Cómo es que tengo una hermana?, y gemela! –pregunte curioso-.

-Emmm, debes ser hijo de Cabeza de Percebe, tu padre se juntó con una mortal y.... –comenzó a decir Atenea, pero la interrumpió mi papa-.

-Él sabe cómo se hacen los bebes –aclaro Poseidón- hace meses lo vi queriendo hacer uno con Annabeth –susurro mi papa mientras reía-.

La cara de Annabeth se puso del color de la un tomate maduro, ya que el "susurro" de mi papa, se pudo haber oído hasta el lago, Atenea abrió la boca y puedo jurar que de su cabeza salía humo.

-Ese no es el punto –interfirió Zeus-.

-Exacto –comento Annie, ya que Atenea le mandaba miradas desaprobatorias-.

-Habla de una buena vez Hera, que ni yo sé cómo hice a Andrómeda –hablo Poseidón-.

-Ósea que aún no han hablado de esto? Ha pasado ya un par de semanas, por lo que se –mencione con curiosidad-.

-Estábamos esperando que despertaras, hay cosas que pasaron en la guerra que queremos hablar –dijo Ares mientras jugaba con una pequeña daga-.

Todos nos quedamos callados esperando que comenzara a hablar Hera, ya que quería saber cómo es que tenía una hermana, y si mama lo sabía.

-Lo diré en simples palabras. Cuando tu mama estaba embarazada sabía que eran gemelos, gracias a que sabía la profecía, tu mama no sabe que esperaba gemelos, y el día del parto  mande a Hécate a ocultar a Andrómeda, ella no tuvo entrenamiento como ustedes, los monstruos no la persiguieron gracias a la magia de Hécate, la habían ocultado bien, ni siquiera sabía que era una semidiosa.

-A esta diosa de quinta le gusta estar ocultando a las personas –murmuro Annie con odio-.

-Te escuche niña insolente, cuida tu lengua o te mandare a esconder al Tártaro –exclamo enojada Hera-.

Siempre Juntos Percabeth: La Batalla del TartaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora