¿Aún me amas? - NaLu

Epílogo.

Un año después...

Lucy

Camino por un paisaje lleno de flores, que transmiten tranquilidad y paz. Camino hasta llegar a mí destino, me detengo. Una lápida plateada se encuentra frente a mí.

- Hola, he llegado.

Salude, sabiendo que no recibiría respuesta alguna.

- Traje esto...

Me acerque más y puse un ramo de rosas en la tumba frente a mí, me aleje un poco. Sonreí.

- Por cierto, hoy es el día de mí boda. Al fin me caso. - dije con voz suave y sonriendo - Me tuve que escapar, para venir a verte.

Una brisa de viento revolvió mí cabello.

- Lo sé, lo sé, hice mal. Erza y Levy me mataran. - dije con una gota en la frente.

Suspire.

- Estoy feliz. A pesar de los problemas que se nos presentaron, pudimos seguir juntos. Y ahora, por fin ha llegado el momento de casarnos.

Mire el cielo, sin quitar la sonrisa de mí rostro.

- Por fin podré cumplir nuestra promesa. Seré feliz, viviré feliz y moriré feliz.

Solté una pequeña risita, baje la mirada de nuevo a la lápida.

- Te quiero, madre.

El viento volvió a soplar. Gire mí cabeza viendo otra lápida al lado.

- A ti también, padre.

Camine hasta la lápida de al lado y deje un ramo de camelias blancas.

«El demonio rojo y la enana diabólica te buscan; si no llegas ya, te aseguro que te asesinan sin importar que seas la esposa que se casa.»

- Ya voy, ya voy...

Di media vuelta, camine unos pasos. Pare, gire un poco la cabeza, mirando las lápidas de reojo.

- Me voy, hasta luego. - me despedí de ellos

Salí corriendo. Poco a poco perdía de vista las lápidas con los nombres de: Layla y Jude Heartfilia.

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- ¡Llegue! - grite azotando la puerta.

- ¡¡LUCY~!!

Mierda.

«Siempre te odie, pero fue divertido estar contigo.» - se despedía

Callate. - le respondí mentalmente

- ¿¡DÓNDE ESTABAS!? ¿¡QUÉ HORAS SON ESTAS DE LLEGAR!? ¡¡HOY ES TU BODA!! ¡¡NO PUEDO PERMITIR QUE LLEGUES TARDE!!

Erza me seguía gritando. Era como sí Erza fuese un moustro gigante regañando a un elfo enano, el elfo enano soy yo.

- ¿¡ME ESTÁS ESCUCHANDO!?

- Sí, sí...

«Abre los ojos, idiota.»

¿Eh?

Abrí los ojos, encontrándome con mí reflejo en el espejo. Tengo el vestido puesto, al igual que el peinado.

¿Cuando...?

«Mira al lado del espejo.»

Moví mi vista a los lados del espejo, donde se encontraban una Levy-chan con su mano en la barbilla asintiendo varias veces. Y una Juvia con un cepillo a la mano, con un brillo en sus ojos. Y Erza, ella aun seguía gritandome.