Capítulo 3: Contenta.

65 4 0
                                    

Miriam me escuchó paciente y atentamente (como siempre hacía) y al final me dió su veredicto: me dijo que presentaba "claras intenciones de querer algo conmigo"; me explico las expreciones corporales que delataban a los hombres, y tambien me dijo que a pesar de esto, debía de conocerlo más y si se daban las cosas, me aconsejó que le dijera lo que sentía.

Pronto, toda la hermandad sabía de mis sentimientos y como buenas amigas me empezaron a ayudar y a idiar un plan.

Isa, comenzó su plan con decirme que le tendríamos que decir a Diego y a Jimena, y tras darle mi autorización, comenzó su movida.
Primero, organizaron una ida a Starbucks en la que estábamos invitados Vanessa, Constanza, Regina, Diego, Emiliano, Jimena, Isabella, Alexis y yo.

Fue un viernes por la noche saliendo del entrenamiento eran finales de febrero, por lo que todavía hacía un poco de frío, pero ese día el clima estaba templado, por lo que todas llevábamos con unos conjuntos muy hermosos en los que cada una reflejaba su estilo . Además, nos habíamos maquillado y peinado de una forma casual, pero que nos hacía ver preciosas, pues resaltábamos nuestros rasgos.

Constanza nos llevó a todas en la camioneta negra de su mamá; mientras que los hombres  llegaron el el auto de el papá de Diego.

Ellos ya estaban ahí para cuando nosotras llegamos, Pedimos nuestras bebidas y rápidamente Isa puso su plan en marcha.

Primero estábamos todos como grupo, pero de pronto, los demás subieron a la terraza, fueron al baño o salieron por un momento del establecimiento, cada uno con pretextos distintos, dejándonos a Alexis y a mí solos esperando las bebidas.

El rompió el incómodo silencio diciendo -¿Qué tal ha estado tu día hoy, Paulina?- me sorprendió su pregunta, pues había evadido "las típicas" , pero emocionada, rápidamente conteste -Bastante bien, gracias, ¿qué tal el tuyo?- tomo aire y me miró nervioso -Bien, también gracias, la verdad llevo todo el día esperando esto.- me dedicó una cálida sonrisa y continuó - Me alegro de que hayas venido.- a lo que rápidamente contesté - A mí también.- El solo sonrió, pero cuando al parecer iba a agregar algo, llegó Isa, quien había estado espiándonos desde atrás de una pared.
En eso todos los demás empezaron a llegar, recojimos nuestras bebidas y subimos todos juntos a la terraza; en la cual las tres horas que teníamos pasaron volando entre plática, chismes, risas, miradas y anécdotas.

En toda la noche, no volví a hablar con Alexis, hasta el momento de despedirse.
A pesar de esto estaba muy contenta, había pasado una velada genial y había hablado con el que me gustaba, de quien ahora tenía una solicitud de amistad en Facebook.
"Genial" pense para mis adentros. Porque aunque talvez no pudiera significar nada para algunas personas, por algo se empezaba. Era simplemente fantástico.

En la alberca. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora