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Capítulo 9: Aquel Barco - Maratón 3/4

Tenemos Cheelexby?
Tenemos Cheelexby!, Aqui capítulo De esta pareja!!

Luego de que Alex terminó de hablar con Guille y Frank fue hacia donde estaban sus amigos y escuchó una pequeña frase.

—Le diré. —dijo Luzu con un entusiasmo grande para luego salir de la sala. Luego de verlo irse, entró hacia donde estaban.

—Bien, voy mejor a manejar que después nos hundimos —dijo riendo para luego salir y dirigirse por una escalera un piso mas arriba.

Alex lo siguió y recibió una mirada de Luzu que andaba por allí aún éste le guiño el ojo, pero no era un guiño coqueto, era un guiño de como si debiera hacer algo; no entendió eso.

—¿Que hablaban con Luzu? —dijo llegando a la Cabina, colocando sus manos en sus caderas, intentando que Cheeto le dirigiera una mirada.

—¡Que susto tío!—dijo volteando se mirando al furioso Alex— pe-pero... ¿que fue lo que escuchaste?

—Que Luzu iba a decirle algo a alguien... Creo. —se llevó una mano a la barbilla.

—Ahhh... No nada &dijo dandole nuevamente la espalda—, cosas de nosotros.

A Alex no le agradaba ese "cosas de nosotros", nunca le habia ocultado nada, acaso Cheeto lo había remplazado como su mejor amigo con tal de olvidarlo, siempre le había contado todo... ¿que está pasando?

—Siempre me contabas las cosas—se quejó Alex hacia Abraham, agarrándole la cara con las manos, acariciando su barba, mirándolo como nunca antes lo había echo.

-Eso era antes, Alex.

-¡¿Antes de que?!-dijo separándose, ya estaba cantado de nuevo.

-¡Antes de enamorarme de ti!

Hubo un silencio en el que solo se escucharon respiraciones por el grito que ambos acababan de dar. Alex abrió sus ojos, por un momento había olvidado que le gustaba a su amigo. Cheeto apretaba las manos al volante.
Alex comenzó a acariciar sus nudillos, haciendo que aflojacen de a poco, separó una de esas grandes manos del timon para colocarse delante de su compañero.

Alejandro le agarró el cuello a Cheeto y le llevó sus manos a su propia cintura.

-A-alex, tengo que manejar-dijo de manera nerviosa, evitando a toda costa en contacto visual.

Alejandro, hábilmente, puso el piloto automático y se concentró en los ojos de su compañero, bajando a sus labios, y volviendo a sus ojos.

-Alex, para, alejate por favor-pidió sacando sus manos volviendo la vista al frente, pero Alex no se quitó.

Sin prestar atención a sus comentarios Alex le tomó nuevamente dirigiendo su mirada a esos ojos.

-¿Dejame ser tu cura?

-Te dije que olvidaras eso...

-Y si... ¿no lo quiero olvidar?, y si... ¿quiero ser tu cura? Y si...

-Para, no sigas...

-¡Cayate gilipollas y escuchame! -aquel tono hizo sobresaltar a Abraham y se quedo en silencio- No se como pasó pero pasó, ¿por que?, por tus encantos... ¡Joder, Me gustas!, ¡te amo!... y lo descubrí hoy, Quizá hace tiempo pero hoy me dí cuenta, Dejame ser quien te cure tu corazón y se que ha sonado tremendamente gay pero por tu culpa me puse así. Te juro no quiero hacerte daño... sufrí mucho cada vez que te veia con alguien y no entendía por qué... -se quedó en silenci - pero no tengo nada más que explicar con palabras... Ahora solo debería besarte.