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Capítulo 12: El postre y un paseo inolvidable

Cuando ya estuvo listo, todos se sentaron en la mesa comiendo los deliciosos spaguettis que preparó el mayor.

--Te quedaron de puta madre Luzu-respondió Frank con algo de salsa al rededor de su boca. Luzu agarró su barbilla y con el pulgar le quitó la salsa que tenía en el labio, haciendo que un sonrojo quedara en las mejillas del menor.

--Gracias -respondió Luzu con una sonrisa, hasta que se dio cuenta de lo que acababa de hacer y comenzó a desviar su mirada a todos lados, bajando la cabeza.

Luzu estaba nervioso, le pediría por fin que fuera su novio, y a pesar de que tenía todo preparado, seguía algo inseguro... pero no se retractaria, no ahora.

--Bien, quieren... ¿postre? -preguntó Luzu a sus amigos quienes asintieron de manera frenética.

El primero en contestar fue StaXx diciendo que queria helado.
Luego llegó simplemente con 6 copas de helado dando a entender que faltaban dos, una para él y la otra para Frank.

--Faltan dos Luzu -Frank contó las copas y miró de manera extrañada a su compañero.

Luzu agarró la mano de StaXx, y con una enorme sonrisa susurró: --Ya tengo la dulzura que necesito en ti... Pero te necesito en mi vida.

El pelinegro abrió sus ojos sorprendido, mientras que el mayor lo ayudaba a ponerse de pie. Todos sus amigos estaban atentos y emocionados, por fin Luzu se había atrevido a jugársela por el amor que sentía por Frank.

--Francisco, ¿Quieres ser mi novio? -dijo Luzu, sin apartar la mirada de Frank, quien de manera emocionada comenzó a asentir muy rápido.

Luzu le abrazó y le besó con pasión y amor. Todos aplaudian a la feliz pareja, que se abrazaba con emoción. Juntaron sus frentes, olvidando por un momento el hecho de que estaban allí sus amigos, y olvidando todo ambos susurraron:

--Te amo.

El siguiente en tomar la palabra fue el amante de Drangon ball, quien de manera alegre colocó sus manos sobre la mesa, haciendo que ésta temblara a causa de la fuerza.

--Bueno par de tórtolos, ¿por que no vamos a pasear un rato a la playa?

El siguiente en ponerse de pie fue el rubio- ¡Yo quiero!

Sin discutir, la mitad del grupo salió a recorrer la suave arena de la playa, mientras que los demás se quedaron viendo una película.
Al llegar, cada una de las parejas se separaron de lugar.

--¡Mangel, Mangel! ¡Vamos a nadar!-el rubio dejó el bolso que habían traído en la arena y se quitó su polera antes de sonreirle a su novio y correr hacía el mar.

--¡Esperame Rubius! -le gritó Miguel de vuelta, imitando la acción de su pareja.

Por otro lado, Vegetta se había escapado un rato y nadie se habia dado cuenta, habia preparado una bella cena romántica, una pequeña sorpresa para el autor de sus mas hermosos sueños.
El mas alto se colocó detrás de su amante, y con cuidado puso una venda sobre los ojos agenos. Este enseguida reaccionó, dirigiendo sus manos hacia sus ojos.

-- ¡¿Vegetta, tio, que haces?!

--Tranquilo, jamás te haré caer.

Samuel le lleva de la mano lentamente a Willy, guiándolo mientras decía cosas en plan "sigue mi dulce voz", haciendo reír al castaño, quien cada segundo que pasaba preguntaba cuanto faltaba.

El mayor frenó, haciendo que con ello frenara el menor: - Quedate quieto aquí.

Guillermo paró en seco y Vegetta se colocó detrás sacandole la venda, a Guille le costó acostumbrarse a la luz del lugar. El sol estaba recién bajando dejando ver el agua cristalina justo frente a ellos, con una mezcla de color cálidos encantadores, al igual que la mezcla de sentimientos que emocionaban el corazón de ambos.