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Capítulo 11: La propuesta

Mangel subió y entró lentamente en el cuarto. Rubén seguia dormido, estaba tan lindo durmiendo, con una mano bajo la almohada y la otra sobre las mantas que lo cubrían hasta el cuello.

—Mi Rubius —dijo acariciandole suavemente el pelo.

Le dejó una nota en la puerta y salió de la casa dejando un rastro de notas hasta al final del camino, donde estaria él para proponerle lo que la cambiaría la vida. Pero aún que fuera muy cursi sabía que le gustaría, lo conocía muy bien.

Mangel estaba nervioso, revisó cada pequeño detalle, procurando que todo dura... Simplemente perfecto.

Mientras que Mangel moría de un ataque de nervios, Rubius despertaba estirandose para tratar de encontrar a su lado al chico que lo hipnotizo completamente, pero solo encontró ese lado vacío y muy frío.

—¿Mangel? —Preguntó a la nada.

Rubén se levantó y colocó la ropa, antes de salir vio una nota en la puerta.

"Buenos dias Rubius
Espero hayas dormido bien. ¿Sabes? Hoy creo va a ser el mejor día de mi vida, si tu lo deseas.
Ayer me di cuenta que mis sentimientos son correspondidos y hoy me voy a arriesgar. Arriesgaré todo por ti cariño. Te amo y espero lo sepas por qué por si no lo sabías, eres mi todo y daría todo con tal que estes bien. Te espero en un lugar significativo para mi. Tal vez no es exactamente el lugar pero estamos aquí, atrapados. Te ama...

Mangel, Tu Mahe <3"

Rubius casi llora por aquella carta, le hacia ilusión lo que le pudiera decir Miguel quien casi se estaba muriendo por la tardanza de el castaño/Rubio, se movía de un lado para otro nervioso.

Rubius salió de allí apresurado, siguió un camino hecho con petalos de rosa, sonreía inconscientemente ante lo dulce que es Miguel.

Vió una nota colgada en el árbol y la cogió para leerla apresuradamente. Estaba ansioso.

"¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?. Aún que intenté disimularlo, estaba nervioso, ansioso y emocionado, ¡Me sudaban las manos tío! No resultaste ser lo que pedí si no muchísimo más..."

Siguió su camino guardando cada nota y recordó ese hermoso momento con Mangel, la primera vez que le vió también estaba nervioso ¿por qué no estarlo?, conocer al chico con el que te levantas y te acuestas pensando no ocurre todos los días.

—Otra nota —dijo para si mismo recogiendo la nota.

"O cuando me propusiste ir a vivir juntos. Era un sueño hecho realidad, a demás de luego ir a trabajar a Bgames, aun que contigo... iría a cualquier parte..."

Lo recordaba bien, Mangel era tan importante que quizo irse a vivir con él, lo nervioso que estaba cuando se lo propuso, era incomparable.
Cogió otra nota que encontro allí

"Aquel beso en la disaster party, me notaste relajado y no lo estaba, para nada. ¿Te cuento algo?, creo que hay ya me gustabas..."

Ese beso en que tuvo que fingir asco fue horrendo, lo disfrutó más que nada y nunca lo quizo reconocer.

"Recuerdas cuando unieron nuestros nombres «Rubelangel» esa palabra tan única para mi. Recuerdo cada cosa linda que te decía o que me decías, a veces dolía por qué sabía que era de coña..."

"O el cojín -Siempre Tuyo-; siempre fue cierto, Rubén, siempre fui, soy y seré tuyo, lo prometo..."

"Cada viaje que pasamos juntos son inolvidables para mi, solo por el hecho de que tu ibas conmigo..."