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-Eso... ¡Eso es imposible timadora!
Charlotte se coloco de nuevo la capucha, mientras miraba a ambos lados. Poso un dedo sobre sus labios en señal de silencio. El muchacho aun la veía con algo de desconfianza, pero los ojos de Charlotte lo intimidaban de alguna forma. Tomo asiento sobre la piedra donde hace unos segundos estaba parado.
-Charlotte III ¡No te lo creo!- río sarcástico -. Si asi fuera, la bandera sobre el monte hubiera comenzado a ondear.
Charlotte se sentó junto a el y suspiro.
-¿Podrías contarme la leyenda, joven pueblerino?
El miró a Charlotte con algo de recelo al principio, pero sus ojos seguían dándole esa sensación de miedo pero al mismo tiempo calidez. Suspiró y asintió.
-Era invierno aquel dia. La princesa acababa de nacer ¡Fue la alegría mas grande del reino! Una heredera... ¿podría imaginarlo? Pero el rencor traicionó al amor y se llevó a la esperanza con ella. La oscuridad se volvía mas densa a medida que avanzaban los meses. El pueblo perdió toda fe en que ella aparecería algún dia, hasta que aparecieron los pergaminos del destino. En ellos decía que la princesa volvería al tercer Valaja, cosa que se cumplió hace menos de una semana.
Charlotte asintió.
-¿Y que mas decían esos pergaminos?
-Que la princesa encontraría el amor en donde menos lo esperaba.
Charlotte asintió. ¿Acaso esos pergaminos se referían a Jared?

Las puertas del Castillo se volvieron a abrir.
Charlotte entró apresurada, ignorando a todo aquel que tratara de detenerla. El futuro de ese pueblo dependía de ella de alguna forma. ¿Acaso ella sería la Adalid de ese reino? ¿Acaso podría salvarlos de la perdición eterna? Debía encontrar esos pergaminos lo antes posible.
Bajo del caballo con la mayor rapidez posible y le dio las riendas al capataz. Antes de irse acaricio el lomo del caballo y se despidió del hombre con un cabeceo.

-¡Charlotte ven aqui!
Ella siguió caminando con rapidez ignorando a Jared.
-¡Charlotte!
Sintió como una mano la agarraba fuertemente del codo y la atraía hacia detrás de la cortina cercana.
-¿Que es lo que pasa contigo?- le reclamó el enfadado, tirando de la manga abultada de Charlotte- Te están esperando los reyes ¡Ve ya!
Charlotte sintió un vuelco cuando se dio cuenta de la cercanía de su rostro y el de Jared.
-Dejadme en paz Jared- halo su muñeca y siguió caminando por donde estaba.
Jared no la siguió.
***
-¿Puedo confesarte algo, Crafmerd?
La anciana giro hacia la joven y asintió con una ligera sonrisa.
-¿Estoy condenada por el destino?
Los ojos de la anciana dejaron de brillar y desvío la mirada hacia la ventana.
-Todos estamos condenados por el destino, Charlotte. Pero hay unos que tienen una misión mas importante, pero esta en las manos de la persona usarlo contra otros.
Charlotte se sentó en la cama y acaricio la fina seda. Se preguntó si ella lograría salvar a ese pueblo que tanto confiaba en ella o si moriría en el intento.
Pero una cosa si sabía: debía intentarlo.

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⏰ Última actualización: May 26, 2016 ⏰

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Dangerous Love ➳ [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora