Me siento intranquila e increíblemente nerviosa, llamé a Zayn durante el fin de semana pero no contestó ni mis llamadas ni mensajes. ¿Qué le está pasando? Camino por el pasillo por décima vez, desde que llegué no he podido dejar de caminar...
-¡________! –gritaron demasiado fuerte a mi espalda y me giré.-
- ¿Ah?.-
- Vengo gritándote todo el rato –dice Tori molesta-pareces un zombie.-
- Oh perdón, sólo no dormí bien y ando un poco distraída.-
- Lo noté.-
- ¿Qué pasa? –pregunto.-
- ¿No has visto a Harry? –sonríe- dijo que llegaría temprano pero no logro encontrarlo.-
- Oh no, sinceramente no he visto a nadie.-
- Está bien –me hace una media sonrisa y se aleja buscando a Harry.-
Cuando escucho la campana me dirijo al salón y tomo mi lugar, miro a mi lado a Sophie y me mira confundida...
-¿Dónde estabas? –susurra frunciendo el ceño.-
- Caminando –respondo usando el mismo tono, se ve confundida.-
El profesor comienza a dar la clase pero no puedo dejar de mirar el puesto de Zayn. ¿Acaso ni siquiera vino a clases? Cuando escucho el timbre del recreo me levanto y me dirijo rápidamente hacia la entrada del gimnasio, debe estar ahí, cuando se esconde va ahí...
-Nada –me digo molesta y me devuelvo, quiero llamarlo o enviarlo un mensaje pero si ya no respondió los otros, menos contestará estos.-
- ¿Qué pasa contigo mujer? –me dice Sophie sacudiéndome por los hombros.-
- No lo sé –respondo haciendo una mueca.-
- Estás como ida. ¿Qué pasó con tus padres?.-
- Nada, en serio –enreda su brazo con el mio y caminamos, miro el casillero de Zayn mientras pasamos cerca.-
- Me preocupas así que llama a tu madre y dile que después de la escuela te vienes a mi casa.-
- Sophie, no es necesario.-
- Claro que lo es.-
- Seguramente tenías planes con Louis... .-
- Noup, estás de suerte, no hicimos planes para hoy.-
- Está bien.-
- ¿Qué tal si preparamos una pizza?.-
- Claro –respondo y al pensarlo bien, esto es bueno, no pensaré en Zayn por un rato y lo que sea que le esté pasando.-
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-Está deliciosa –digo comiendo un enorme trozo de pizza.-
- Ajá.-
- Sophie, dale un pedazo a tu hermano –dice la madre de Sophie caminando hacia su habitación.-
- Está bien, pero dile que lo venga a buscar.-
- ¡Pizza! –chilla el pequeño, corre hacia la pizza y toma un pedazo.-
- ¡Debes llevar un plato! –le grita Sophie y el toma un plato, desaparece corriendo.-
- Es divertido –río.-
- ¿Y? –pregunta- ¿vas a soltar que rayos te pasa?.-
- Sólo no dormí bien y no sé, no me siento bien hoy.-
- Mmmmm... ¿por qué será que no te creo eso? –hago una mueca.-
- Porque eres una tonta –respondo y me mira fulminantemente- no me mires así.-
- No me mires así –me imita burlonamente.-
- ¡Hey! Basta.-
- ¡Hey! Basta.-
- Sophie, detente.-
- Sophie, detente.-
- Ok, tu te lo buscaste.-
- Ok, tu...-no la dejo terminar, tomo un cojín del sillón y le cubro la cara- ¡me ahogo! –intenta gritar.-
- Así que te gustó molestarme –digo y ella intenta sacar el cojín, me río divertida.-
- ¡Ya _______! –dice ahogada- perdóname por favor, perdóname.-
- ¿Quién es la amiga más linda del Mundo?.-
- ¡Tú! ¡Tú! –río de nuevo- ¡ya basta!.-
- Bien, has sido perdonada –le quito el cojín de la cara.-
- ¡Me las vas a pegar! –grita y se lanza encima de mi, caemos del sillón y no podemos dejar de reír.-
- Nunca me vas a ganar –ruedo y quedo encima de ella, tira mi cabello- ¡Au! Esto parece una pelea de verdad.-
- Es una pelea de verdad –la veo tomar un trozo de pizza y me lo estampa en la cara.-
- Oh no, no acabas de hacer eso –digo quitándome el queso de la cara.-
- Ups –suelta mi agarre y comienza a correr.-
- ¡Vas a ver Sophie! – no corre rápido así que no me cuesta mucho alcanzarla.-
- Ya, ya, es suficiente –intenta recuperar el aire.-
- Bien –nos miramos unos segundos y comenzamos a reír.-
- Te ves muy linda con queso –dice burlona.-
- Tu cállate e intenta recuperar el aire.-
- Tu cállate e intenta recuperar el aire –se burla y la miro desafiante.-
- ¿Quieres comenzar de nuevo?.-
- Bien, bien, me detengo –sonríe.-
- Si seguíamos peleando, sé que hubiera ganado –digo.-
- Eso crees.-
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Correctamente Distintos
FanfictionUna historia que demuestra que muchas veces el odio puede convertirse en amor y que, en realidad, los opuestos se atraen. Una chica obsesionada con la palabra "perfección", con su vida hecha y la inteligencia suficiente para cumplir todo lo que qui...