Ya estaba vestida: y tomé mi mochila, me miré unos segundos más en el espejo, siempre me ha gustado vestirme de una forma normal y a la moda pero no quería destacar, simplemente sentirme bien con lo que uso.
Subí al auto, de copiloto de mamá y no dijimos nada en todo el camino, ella nunca fue de muchas palabras y me conocía, no necesitaba que me dijeran nada por mi primer día pero aún así me siento nerviosa. Toda mi vida fui a una escuela privada, incluso mi jardín de niños era privado y ahora estar en una escuela donde no iba a estar rodeada de el mismo tipo de personas me hacía preocuparme un poco de que sería de mi...
-Vendré a recogerte cuando salgas –dijo, hice una pequeña mueca, me gustaría tener un auto y poder venir yo sola.-
- Si –me alejé.-
La escuela era bastante grande la verdad y para nada fea, la verdad era linda pero nada comparado con mi antigua escuela, todos estaban entrando y era extraño verlos a todos vestidos de distintos colores al estar acostumbrada siempre al uniforme azul. Seguí al montón y saqué el horario con el número de mi casillero...
-Oh Dios, esto es imposible –dije revisando el papel nuevamente, no lograba encontrar mi casillero. Miré a todos lados y seguí caminando por otro pasillo- ¡Al fin! –dije alegre, por fin encontraba el tonto casillero, puse la combinación y lo abrí- que asco –me quejé al mirar el interior.-
Tuve que limpiarlo durante varios minutos, era una mujer muy minuciosa y perfeccionista además de que siempre me gustaba andar con tiempo, terminé guardando todas mis cosas dentro y suspiré, saqué el papel de mi bolsillo para ver mi horario una vez más, me apoyé en el casillero del lado pero al levantar la vista noté que me miraban fijamente, era un chico, muy distinto a los que yo estaba acostumbrada, moreno y vestido con pantalones negros y una camiseta rockera y encima una chaqueta de la cual veía asomarse una caja de cigarrillos, pero aún así era muy guapo pero al ver que yo no bajaba la mirada hizo un tipo de mueca y se alejó. Tomé los cuadernos de la primera materia y al escuchar el timbre busqué el salón...
-Bienvenidos todos a este nuevo año –dijo el profesor, era joven y se veía entusiasta- espero que estén felices sabiendo que yo seré su profesor de física, supongo que se acuerdan de mi todos ustedes ya que en el año pasado les fue... de lo peor pero este año deben mejorar –sentí que alguien hizo un sonido con la boca como un pssss y miré a mi derecha, una chica de cabello castaño corto y piel muy blanca me saludó con la mano, le sonreí de vuelta se veía agradable- este año espero que a todos les vaya bien y vengan con muchas ganas ya que es su último año escolar y se viene la Universidad.-
- Esta charla la hacen siempre –me susurró la chica- ni siquiera te molestes en escuchar.-
- Me parece interesante –contesté.-
- Oh... déjame adivinar –me miró divertida- ¿cerebrito?.-
- Mm... no diría eso –le respondí hablando bajo.-
- Bueno, da igual, soy Sophie –noté que tenía varios pircings en la oreja e hice una mueca- ¿y tú...?.-
- Vaya, el primer día y ya hablando Sophie, no creo que usted sea una buena influencia para la señorita –me miró unos segundos- ¿Qué tal si hacemos que los nuevos se presenten? Vengan acá adelante –hice una mueca y miré a Sophie, pasé adelante junto a un chico. Él se presentó bastante nervioso y se rascó la cabeza.-
- Hola –sonreí- soy _________ Bentley, vengo desde Manchester y tengo 17 años –cuando dije eso noté que el mismo chico que estaba en frente de mi casillero me miraba nuevamente de manera fija.-
- Bien, pueden sentarse –sentí como la mirada del chico me seguía hasta que me senté.-
No hicimos nada en la primera hora, simplemente el profesor conversó y nos explicó que haríamos este año para luego dejarnos libres para hacer lo que quisiéramos...
-Entonces _______ -me dijo Sophie acercándose nuevamente- no sé que tienes pero me agradas, vas a almorzar conmigo hoy.-
- Si, claro –le respondí, jamás una compañera había sido tan directa y agradable conmigo- gracias.-
- Conmigo y unos amigos, para que vayas conociendo personas y te ambientes.-
- Ah está bien –sinceramente no me interesaba ambientarme- ¿puedo hacerte una pregunta?.-
- Claro, lo que sea –sonrió abiertamente.-
- ¿Hay aquí equipo de volleyball? –pregunté- es que me gusta entrenar.-
- Si, si –respondió- seguramente la otra semana comienzan a inscribir, pero... -hizo una mueca- ellas juegan rudo y con mucha fuerza, y como que te veo y no sé... .-
- Sé jugar –le contesté- era la capitana en mi otra escuela.-
- ¿De qué escuela vienes?.-
- El instituto privado... -pero me interrumpió antes de terminar.-
- Hey... hey... te daré un consejo, aquí a nadie le agradaban los niños ricos ni las hijas de papi –me dijo pero volvió a sonreír- Ou... no quería que sonara tan rudo pero es la verdad.-
- Mmm... gracias –dije.-
- Pero olvídalo, yo me encargaré que te sientas como en casa. Y... ¿por qué te viniste a Bradford habiendo vivido en Manchester?.-
- Mis padres se están separando –le contesté- así que me vine con mamá.-
- Oh perdón.-
- No es tu culpa –contesté.-
Sinceramente Sophie me había agradado pero jamás he tenido amigas así que no sabía muy bien como reaccionar con ella, era bastante individualista pero tal vez las cosas cambiarían viviendo en Bradford... tal vez...
Después de toda la clase de la mañana tocó la hora para ir a almorzar, fui hasta mi casillero para sacar mi almuerzo y seguí a Sophie hasta la cafetería la cual estaba repleta, claro... escuela pública... Caminamos entre medio de la gente y Sophie se sentó, era como si todos supieran que cada uno tenía su lugar...
-Hoooola –dijo una voz femenina y se sentó en frente de nosotras, era una chica con un cabello negro pero bajando tenía color azul, su ropa era como gastada y rota pero no porque no la lavara o algo así sino porque era obvio que así la quería. Al lado de ella se sentó un chico alto y de cabello rubio- ¿quién es? –le preguntó a Sophie.-
- Oh si –dijo- chicos, ella es ________ es nueva en mi clase y ______, ellos son Victoria pero dile Tori y él es Conor –les sonreí y ellos me devolvieron la sonrisa- son de nuestro mismo año pero van en otra clase.-
- Hay que cuidarla –dijo Conor- o los buitres querrán atacarla.-
- ¿Qué? –pregunté.-
- Los chicos que solo quieren tener sexo con chicas lindas –contestó Tori, se veía una persona sumamente sincera, mientras hablaba pude ver al mismo chico moreno mirándome fijamente, estaba apoyado contra una pared pero no llevaba nada de comida.-
- ¿Qué miras? –preguntó Sophie.-
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Correctamente Distintos
FanficUna historia que demuestra que muchas veces el odio puede convertirse en amor y que, en realidad, los opuestos se atraen. Una chica obsesionada con la palabra "perfección", con su vida hecha y la inteligencia suficiente para cumplir todo lo que qui...