Correctamente Distintos

Capítulo 35

Me despierto y me levanto de mi cama, pensando que todo lo ocurrido fue una horrible pesadilla pero luego recuerdo que en realidad si pasó, que me vine en el auto de mamá al lado de Zayn sin decir nada y al llegar ella me llevó a mi habitación para que pudiera dormir. Camino por el pasillo y llego a la sala de estar donde puedo ver a mi madre y a Zayn en el sillón, ella le está hablando pero no deja de mirar sus tatuajes con desconfianza, no le agrada, lo veo en su rostro...
-Tengo que llamar a mi abogado ahora –dice mi madre enojada- ese hombre tiene que estar en la cárcel.-
- Señora, es mejor dejarlo libre y evitar que se arme un enorme problema. Hablarán de su hija si esto se sabe y no quiero que sepa eso –dice el de la manera más educada que puede, es casi gracioso.-
- Al menos lo asustaste. Gracias de nuevo –le sonríe pero deja de mirar sus tatuajes- ¿_______? –me está mirando y acabo de acordarme que sigo en pijama, no creo que mi imagen en un pijama de pantalón con estrellas y una camiseta con una estrella grande sea la más apropiada.-
- Hola –sonrío y camino hacia ellos.-
- ¿Cómo estás? –pregunta a ella y estando cerca puedo ver que Zayn tiene una taza de café en las manos y no puede dejar de moverla.-
- Ahora bien –intento ordenar mi cabello de la manera más disimulada que puedo- ya pasó, sólo fue un susto pero ya estoy bien.-
- No vayas mañana a clases –dice ella, mi mamá es de las que creen que dejando a la mente descansar todo se arregla.-
- Está bien –digo y miro a Zayn unos segundos, está incómodo.-
- Yo... tengo que irme... -se para- gracias por el café.-
- No es nada y muchas gracias a ti, de verdad.-
- Te acompaño afuera –digo y en estos momentos no me importa estar en pijama, mi mamá se levanta y lleva las tazas a la cocina. Él abre la puerta y lo sigo afuera, la entrecierro.-
- Creo que no le agrado mucho –hace una mueca.-
- Olvídate de eso, no le agrada casi todo el Mundo –doy un paso hacia él- gracias Zayn, en serio. ¿Cuántas veces vas que me ayudas?.-
- No digas eso –lo veo sonreír y me rodea con sus brazos.-
- ¿Qué hacías en la escuela si te dije que no iba a poder estudiar contigo? –levanto una ceja y lo miro, pero el no suelta mi cintura.-
- Fui a estudiar a la biblioteca, solo.-
- ¿Ah, si? ¿Estás seguro? –pregunto.-
- Está bien –rueda lo ojos- estuve rondando cerca de su oficina desde que te vi entrar, tenía que asegurarme de que estabas bien.-
- Gracias, aunque sea un sicópata –lo abrazo más fuerte.-
- ¿De nada? –duda- Creo... que te extrañaré mañana, será raro no verte por los pasillos.-
- Si, yo igual te extrañaré pero no olvides que tengo celular y puedes llamarme.-
- Si –besa mi mejilla y me siento como en el cielo- creo que de verdad me estoy sintiendo un poco atraído por ti –dice y río, ambos reímos.-
- ¿Un poco? –pregunto- si eso dices.-
- Bueno, tengo que irme y tengo que estudiar, digamos que estuve pateando trasero en vez de haber estudiado –se acerca a mis labios y me besa lentamente- cuídate ¿si?.-
- Si, nos vemos –se aleja de mi y noto que tendrá que irse caminando hasta su casa, pero sé que no se atrevería a pedir el auto- ¡Oh si! –grita- ¡Lindo pijama!.-
- ¡Gracias! –grito de vuelta y entro a casa.-

Camino hacia la cocina...
-Mamá, no es necesario que falte mañana, estoy bien, puedo ir, no estoy enferma.-
- Preferiría que te quedaras ¿vale?
- Bien –respondo.-
- Así que ese era el hijo de Trisha –dice mientras lava unos platos- fue fácil reconocerlo, es exactamente igual como ella lo describe.-
- Si, es el.-
- Le agradezco mucho lo que hizo pero... ¿viste todos los tatuajes que tiene? –me mira unos segundos.-
- Mamá, tener tatuajes no lo hace un criminal –ruedo los ojos.-
- Lo sé, lo sé –dice pero sé que no se lo cree- ¿son amigos o algo así?.-
- Sólo nos conocemos –respondo y me muerdo el labio, es mucho más que eso pero no quiero decirlo.-
- Oh... bien –vuelve su vista a los platos.-
- ¿Qué quieres decirme, mamá? – pregunto- algo te estás guardando.-
- Solo que... no lo sé, preferiría que no te acercaras demasiado a él. Es solo un consejo –aclara- confío en ti y en las decisiones que tomes.-
- Bien –digo y me alejo, camino hacia el pasillo.-
- Pero si él chico te gusta, ve tu que haces –dice- sólo ten cuidado.-

No respondo nada a eso y entro nuevamente a mi habitación, es temprano aun, así que hago mi cama y avanzo en las tareas. Me la paso tanto rato trabajando y estudiando que cuando levanto la vista y miro por mi ventana noto que está oscuro...
Escucho que golpean la puerta- Pase –digo.-
-Hola –dice mi mamá abriendo la puerta pero no pase- eh... _______, pensaba que sería bueno que... llamaras... a tu padre... y le dijeras lo que ocurrió, sería bueno que lo supiera.-
- Lo haré, va a venir este fin de semana así que preferiría decirle en persona. Creo que es mejor.-
- Si, está bien.-

Sale de mi habitación y noto lo desganada que sale, sé que si quiera nombrar a mi padre la pone mal y me siento mal, me siento mal por ella, por mi padre y por mi. Tomo mi mochila y saco todas las cosas, no tengo que ordenar nada para mañana porque no iré a la escuela. Será un día sin sorpresas.
Al despertar por la mañana desayuno sola y al momento me siento aburrida, mamá no llegará hasta la tarde porque está trabajando y siempre va a almorzar con Trisha así que decido hacer algo productivo, me pongo ropa deportiva y salgo a trotar con audífonos en mis oídos.
Mientras vivía en Manchester cada fin de semana salía a trotar con mi papá, a veces hacíamos carreras y muchas veces decíamos, pararemos en la siguiente, pero nunca era así, jamás. Siento nostalgia al estar trotando sola al pensar que si ellos no estuvieran peleando yo estaría trotando con él y riéndonos de alguna locura que saliera de su boca, o yo probablemente me estaría burlando de él diciéndole que está muy viejo para esto, pero es mentira, no está viejo para nada.-