Polos opuestos (Terminada)

Capitulo 70

El viernes llego, sabía que no tenía que estar nerviosa pero, literalmente iba a ser mi presentación con los trabajadores de la empresa de Austin. Sabía que los trabajadores sabían que había alguien, como por ejemplo Lucy, pero nunca se me había ocurrido pasarme un día por ahí e ir saludando a todos. Tenía suerte de que Sarah fuera a venir con nosotros por qué ella sabe cómo hacer que me relaje, ahora mismo está haciendo curvas en mi cabello mientras yo me maquillo un poco, no quiero ir tan exagerada la primera vez que todos me conozcan. Cuando Sarah terminó fue a cambiarse la ropa y yo hice lo mismo.
Austin estaba tomando una ducha y aproveché para ponerme el vestido que había comprado días antes y volví al cuarto de Sarah, no quería que me viera hasta que él estuviera listo también. Sarah se veía increíble, como siempre. Me pude unos tacones que Sarah me presto y eso hizo que creciera unos pocos centímetros más.
Fuimos a la sala y esperamos a que Austin saliera y otra ves estaba empezando a ponerme nerviosa. El timbre del departamento sonó haciendo que diera un salto, me levante del sillón y fui a abrir la puerta.
Esperaba a cualquier otro persona pero no a él, Alex me sonrió, y yo solo me quede ahí parada sin hacer nada, estaba tan sorprendida de verlo después de tantos años que no sabía que reacción hacer.

- Hola Becky - dijo él ya que yo no dije nada -
- Oh dios - chille - No puedo creerlo - dije y me acerqué para abrazarlo, él me respondió al instante -

- Por que tardas tanto Becky - dijo Rah desde adentro - ¿Quién es? - ella tendría un infarto en cualquier momento, le hice una seña a Alex para que pasara, cuando Sarah lo vio abrió los ojos tan grandes que pensé que se le iban a salir, reí -

- Sarah - dijo Alex, aún podía ver el brillo en sus ojos al decir su nombre, Rah se levantó del sillón y corrió a abrazarlo, esto es tan lindo -

- Vaya veo que la sorpresa llegó - dijo Austin - ¡Sorpresa Rahrah!

- Eres un tonto Aus - le dijo - Por qué no me lo dijiste. Ni siquiera sabía que seguían hablándose.

- Si te lo hubiera dicho no hubiera sido sorpresa - respondió - basta de tanta cursilería, es hora de irnos -

Estaba feliz por Sarah, después de tanto tiempo volvió a ver a Alex, yo lo único que quiero es que ella sea feliz.
Bajamos todos juntos al estacionamiento y me di cuenta de que Alex traía su propio coche y eso me decepciono un poco, quería que Sarah estuviera a mi lado esta noche, pero que más da.
En el coche Austin tomo mi mano y beso mis nudillos.

- Te vez hermosa - dijo y yo ni siquiera había pensado en que no me había dicho algo parecido antes -

- Tu también - dije y le sonreí -

- ¿Estás nerviosa? - encendió el coche y comenzó a conducir -

- Un poco - dije pero sabía que no sólo estaba un poco nerviosa -

- Solo relájate pequeña, todo estará bien - asentí -

- ¿Quiénes estarán ahí?- pregunté -

- Algunos trabajadores y socios de la empeda - respondió - Y también invite a los de la revista

- ¿Qué? ¿por qué?

- Por qué que chiste tiene si ellos no van a estar - dijo - Quiero reclamarles por hacerte enojar.

No dije nada más, no quería ponerme más nerviosa de lo que ya estoy. Mire mi mano y vi el pequeño brillante que tenía mi anillo, esta sería la prueba suficiente para todos.
Llegamos a nuestro destino media hora después, el lugar era un salón de fiestas muy elegante, Austin me ayudó a bajar del coche y caminamos hasta el interior, desde afuera se podía ver la cantidad de gente que había. No sabía que Austin tenía tantos empleados y socios, quizá también algunos vengan acompañados. En cuanto entramos varias personas saludaron a Austin pero no decían nada sobre mi, solo miraban nuestras manos entrelazadas y sonreía como si nada. Quizá pensaban que Austin había decidido contratar a alguien para que lo acompañara. Pensaba que quizás el me presentaría con la gente pero no lo hizo.
Seguimos caminando entre la gente hasta que llegamos a la mesa principal, Austin se sentó en su silla y yo me senté alado de el, no sabía por qué pero estaba empezando a sentirme muy incómoda, la mayoría de la gente me miraba y después susurraban cosas, pensé que esto sería diferente.
Mientras Austin platicaba con algunos hombres de cosas que no entendía yo lo único que quería era irme de ahí lo más pronto posible. Por suerte Sarah y Alex llegaron minutos después y se sentaron a mi lado.