Main Girl [PAUSADA]

Capítulo 10.

Dormí, una hora, pero lo hice.

Cuando desperté tenía en la mesita de noche una bandejita con comida y una nota.

Lo primero que hice fue deborar una crema de verduras, después un flan y unas cuantas uvas.

"Summer,
He ido a comprar.
Compraré mucha comida, ya qué se nos acabará en un momento si sigues comiendo a esta velocidad.
No te preocupes, vuelvo en seguida.
Te he dejado esto para que no arrases la nevera,
Besos,
Alaska."

Salí de la cama y fui a ver la televisión a la guarida anti padres. Después de un tiempo, oí un ruido y pensé que era Alaska con la comida, así que bajé las escaleras corriendo, pero no estaba. Y el ruido seguía, era como si rascarás las uñas contra una pizarra, y lo peor es que no paraba, odiaba ese sonido. Tapé mis orejas con las dos manos.

Me dirgí a la cocina, el sonido cada vez era más fuerte y cercano, no podía oír ni mis propios pensamientos, cuando, de pronto, la puerta se abrió. Pero no se abrió como las puertas normales, no, cayó al suelo, como si la hubieran derribado, es decir, lo habían hecho. Mi instinto hizo que me agachará escondiendome detrás de la isla, y sacar la cabeza un poco para ver al hombre que había tirado nuestra puerta. Vestía todo de negro, tenía dos grandes mochilas negras en cada lado de la espalda, pero eso no era lo peor, tenía un chuchillo gigante en una mano, que contenía un líquido negro que goteaba en la alfombra. Pero no pude ver más, porque giró la cabeza a mi dirección y yo escondí la mía detrás de la isla.

-No te escondas Summer, se que estas allí-. Miró toda la cocina y yo escondí la cabeza lo mejor que pude-. Puedo sentir que estas aquí-. Apreté lo más que pude mi cuerpo contra la isla, aterrada.

Cuando rodee la isla, tu rodeala intentando que no te vea, te preparas y cuando estes lo más cerca de la escalera posible, corres hacia allí, ¿vale? Corres lo más que puedas a una habitación que tenga pestillo y te encierras.

Mi mente pensaba que hacer, y yo seguía aterrada, cerrando los ojos con fuerza, intentando que esto fuera solo un sueño, pero era en vano.

-¿Summer?- Preguntó la voz demasiado cerca de lo previsto, ahora que lo pensaba, se parecía a la voz del viernes. Pero no podía pararme a pensar, no ahora.

¡RUN! ¡RUN, BITCH, RUN!

Gritó mi conciencia y, por primera vez en la vida, le obedecí. Corrí todo lo que mis piernas, adormecidas y cansadas, pudieron. Pero, en cuanto estaba al pie de la escalera, un cuchillo paso peligrosamente demasiado cerca de mi cabeza, igualmente seguí corriendo. Solté un gritito viendo como el hombre misterioso cogía el cuchillo y intentaba lanzármelo otra vez. Los escalones se hacían más difíciles de subir, me encontraba mareada y no podía respirar bien, mis piernas no daban más y mi cuerpo gritaba por un descanso.

Pero el hombre seguía si pausa alguna. Esta vez, al final de la escalera, el cuchillo rozó mi cadera y no pudé evitar gritar, había rajado los pantalones y se caían más a cada paso que daba y, al estar tan afilado el cuchillo, había hecho una herida justo allí. Los pantalones se me bajaban y me dificultaban correr hacía el ático, así que me los quité, la escalera hacía el ático estaba en frente mío y solo faltaba subirla. El hombre probó puntería una vez más, el cuchillo avanzaba hacia mi cuello, pero paso otra vez.

Todo dío vueltas en mi cabeza y volvía a tener los pantalones, por segunda vez, sentí el cuchillo rozar mi piel y los pantalones caer, me los volví a quitar y los patée bien lejos, a los pies del hombre vestido de negro, cosa que hizo que tropezara y perdiera tiempo. Corrí y me giré justo a tiempo para ver como el cuchillo volaba hacia mi, pero supongo que, nuevamente, no tuve tiempo.