CHAPTER 2

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Cada vez que recuerdo eso‚ comienzo a lamentar y llorar desconsoladamente‚ y no es el único recuerdo que me mantiene en esta interminable depresión.

Tengo muchas más que me traen consigo el dolor por la situación en la que me tocó vivir‚ y al parecer soy la única que sufre y no tiene siquiera algo de compasión de parte de los demás. Al menos, al menos quiero pensar que una sola persona en este mundo cruel pudiera comprender mi situación.

Pero nada de eso es cierto. Y a lo largo de mis años quería que ocurriera un milagro, por lo menos un motivo para seguir adelante.

Salí de prisión hace unos días‚ y aún no me siento bien‚ física y mentalmente‚ pues todas las personas que estaban caminando por las calles me insultaban a gritos e intentaban atacarme con diversas cosas peligrosas. Es notable que no me quieren viva ni en libertad. No importa en dónde esté. No seré feliz.

No sabía qué era peor, si estar encarcelada rodeada de matones, asesinos, acosadores y policías corruptos; o estar expuesta a la adversidad que me espera con carteles y armas en la mano expresando su inconformidad con mi libertad.

Solo quiero vivir en paz‚ pero no logro nada con esta cruel sociedad en la que estoy atrapada.

Si tan solo mi vida fuese diferente a esta...

No le deseo el mal a nadie, pero ¿Por qué a mí...?

Salgo de la cueva y me dirijo al filo de un barranco a unos metros cerca de mí‚ y me siento en ello para ver el atardecer que extrañaba ver estando en prisión.

Debido a mi problema de la vista‚ casi todo lo veo borroso‚ en la oscuridad aún peor. Me entristece saber que no pueda morir y que muy pronto me quedaré ciega por el resto de mi miserable vida‚ que siempre estaré sola‚ y que nadie me acompañe. Ni siquiera mis propios padres me amaban‚ tan solo me querían muerta sin saber yo la razón.

Estoy cansada de esto‚ cada día es lo mismo‚ quiero tener una vida llena de amor y cariño; desearía que algún día todos dejaran de odiarme‚ por lo menos una sola persona...

Lo he intentado todos estos años‚ y fracase varias veces‚ entonces me quedé con una sola idea: eso jamás ocurrirá.

Doy un triste suspiro y me levanto del filo‚ luego miro al cielo con súplica en espera de respuestas para vivir en armonía como siempre he querido tener toda mi vida.

-Tan solo... quiero ser feliz algún día‚ sin que me pase cosas malas al querer sonreír‚ solo... quiero ser feliz- dije sin capacidad de expresar mis lamentos‚ mis ojos arden por tantas lágrimas que he derramado cada día.

Al terminar de decir eso‚ me fui caminando al bosque para poder contemplar algunas flores y conseguir un poco de paz. Al ver una flor de loto‚ me hizo sonreír por su belleza al contemplarla‚ pero cuando hice cierto gesto una colmena cayo de una rama del árbol hacia mi cabeza‚ saliendo de ellas demasiadas abejas‚ causándome ciertas dolorosas picaduras de aquellas.

Eso me hizo recordar del porqué no puedo dar una sonrisa: Me pasan cosas malas‚ me da mala suerte cada vez que lo hago‚ más a mí que aquel que esté a mi lado.

Es como si mi sonrisa fuese maldita.

No me molesto ni me enfado‚ no me quejaba de una u otra mala suerte‚ solo me ponía triste o lloraba.

Escucho pasos que se aproximan‚ y a la vez oigo voces de personas conversando. Me escondo detrás de un árbol para evitarme problemas‚ ya no quiero conseguirlas‚ quiero estar sola por un tiempo si es que no me quieren.

Cómo quisiera tener un amigo con quien poder tener algo ameno y tranquilo‚ ganar una hermosa amistad que florezca y que dure para siempre. ¿Es mucho pedir eso? Pues para mí‚ si.

Mientras estaba escondida‚ escuchaba la conversación de ciertas personas desconocidas.

-Oye Sonic‚ escuché que esa tal Amy Rose cumplió con su condena‚ ¿ Qué opinas de eso?- oigo preguntar a un zorrito amarillo con dos colas algo molesto e indignado por mí.

-Pues‚ a esa estúpida chica debieron de condenarla a cadena perpetua. Por desgracia la condenaron a trece años en prisión‚ lo cual no es suficiente- dijo un erizo azul seriamente mientras caminaba al ras del zorrito amarillo‚ que se llamaba Tails, según lo que oí.

-No merece nada‚ ni merece tener un amigo‚ y concuerdo contigo‚ Sonic- dice un equidna rojo quien estaba caminando al otro lado del erizo azul.

-Gracias Knuckles- dijo ese erizo cobalto. -Si me topo con esa chica‚ me aseguraré de demandarla y hacer que cumpla otra condena. No merece nada.

Sé que debería ignorar esos comentarios, pero no puedo evitarlo. Mis sollozos acompañados de lágrimas cristalinas recorrían por mi mejilla. ¿Y si tenían razón? ¿Por qué no me condenaron a cadena perpetua? ¿Por qué tengo que soportar todo esto?¿Por qué no puedo irme de este mundo que no es para mí? ¿Por qué tuve que nacer? Mi corazón ya no puede más‚ y yo tampoco.

Me fui corriendo de ese lugar‚ alejándome de allí sin que esas personas notaran mi presencia‚ y sollozo mientras tenía los ojos cerrados. Los últimos rayos del sol estaban cubriéndose por el murallón de los cerros‚ llegando así el anochecer de la cual no puedo ver muy bien. Corría demasiado‚ que no me percaté de que había una rama cerca del barranco en donde fui hace unas horas.

Me tropiezo con aquella y caigo a lo profundo del abismo. Sentía como iba cayendo con más velocidad hacia la superficie. Cerré los ojos mientras me cubría‚ esperando una muerte muy dolorosa.

Sólo espero no ser un estorbo para los demás.

My helpless Rose |Shadamy| [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora