Capitulo 6

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Es de noche y todos están durmiendo, bueno, menos los guardias. Me levanto de mi cama, muy sigilosa. Me pongo mis botas y un chaleco, camino despacio por la gran habitación donde están todas las chicas y mujeres durmiendo. Llego a la puerta, cuando miro de reojo a Lira durmiendo profundamente. Quedo pensando en lo que me dijo esta tarde.

Tiene razón, mi padre lo supo, ya que alguien fue el soplón, soplones; ella y Gustav fueron donde mi padre y le dijeron todo, ayer por la noche. Hace unas horas, antes de acostarnos todos, mi padre me obligó a que estuviera en aquella reunión con otro más viejos. Decidieron que por la mañana, condenarían a muerte a Daryl, por matar a mi madre, cuando no es verdad.

Eso es mentira, no sé de dónde sacó eso mi padre, pero no es cierto. Mi madre y yo nos habíamos quedado encerradas en nuestra casa, en un campo abierto. Cuando nos invadieron los Caminantes, apareció Daryl para salvarnos, pero mi madre se convirtió en un cebo, para que no nos persiguiera y viviéramos. Ella se sacrificó por nosotros, para seguir con vida.

Mi padre no entiende, le dije que no era cierto lo que él especulaba, que todo era provocado por su mente, solo lo condenó a muerte, para mañana, porque lo odia, porque sabe que Daryl, es mejor persona que él, no es un monstruo en el que ahora se ha convertido.

Abro la puerta, luego de pensar en lo que haré, y salgo. Cierro la puerta por detrás y camino por el pasillo, todo está semi oscuro, silencioso, evadiendo a los guardas por cada sala en el que están vigilando. Menos en una, la sala de las armas. Miro para ambos lados al llegar a la puerta. La abro y entro.

Al escuchar la alarma para despertar comienza hacer efecto, me incorporo en la cama con algo de sueño, pero eso no es lo que me preocupa. Veo que todas se levantan y se visten, preparándose para la muerte de Daryl, el enemigo de todos. Y hago lo mismo, mostrándoles que no me interesa para nada su vida, sin saber ellos, que estoy arriesgando mi pellejo por él, por todo lo que él ha hecho por mí.

Camino en fila junto con todas, sintiéndome sola, como si no hubiera nadie a mi lado. Cuando llegamos a la parte del comedor, han dejado un gran espacio. En medio del comedor hay un palo incrustado en el cemento.

Miro la puerta de entrada, la gran puerta de metal que ahora está abierta, puede haber una oportunidad para ayudar a Daryl a escapar. Pasan unos minutos que me desesperan. Todos reunidos, formando un círculo. Está mi padre riendo con todos los viejos decrépitos, esperando a que los guardias entren con Daryl, al gran comedor iluminado por esos enormes ventanales, esperando su muerte.

Muevo mi pierna mientras espero parada, me siento nerviosa. Pero no sé, todo se calma al verlo entrar, amarado de manos, mientras es empujado por Gustav y otro más que no me interesa saber su nombre. Él entra al círculo que comienza hacer bullicios en contra de él. Mientras que Daryl, sin importarle ese bullicio, comienza a mirar a cada rostro, cuando se detiene al ver la mía.

Yo solo me fijo en su mirada que no la despega en la mía, mientras que es amarrado contra el palo, dejándolo solo en medio de todos que lo odian, en especial mi padre.

- ¡Buen día! -grita mi padre, dejando a todos en silencio.

Pero luego el bullicio vuelve, alabando a mi padre "Como que es un buen gobernador!

- Esto es estúpido -susurro entre diente.

Mi padre entra al círculo de gente y alza las manos como si quisiera adorar a su dios, si es que lo tiene. Veo a Daryl, por un segundo, tiene si mirada intacta en el suelo, con cabeza agacha, ¿tendrá miedo? ¿Se estará arrepintiendo de algo?

- Estamos todos aquí para ver la ejecución de este asesino, que mato a mi esposa, al este ladrón que intentó robarnos, a este Forastero que nos insultó con solo llegar aquí -alza la voz, dirigiéndose a todos, que lo apoyan incondicionalmente.

Sobre-Plaga (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora