Capitulo 12

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Miro mi lata de cerveza y se me ha acabado, gruño ya que quiero otro, pero antes de levantarme de las escaleras, para dirigirme a la mesa, Daryl ya está a mi lado, no lo había escuchado llegar. Él sin preguntar, se sienta a mi izquierda y extiende su mano, con una lata de cerveza en ella, mirando la fogata que está más lejos.

- Supuse que querías otra cerveza -explica.

- Sí, iba a buscar una.

Dejo la lata vacía a mi lado y acepto la lata que me ha traído y la abro, doy unos sorbos largos. Esto realmente me refresca y me calma, después de llegar a esa conclusión sobre Daryl y todo lo demás, vuelvo a recordarlo y comienzo a ponerme nerviosa, evitando su presencia por lo que siento, ya que mi corazón late fuerte, ahora lo noto.

- Gracias, la necesitaba -susurro, lo que más puedo hacer notar mi voz.

Él acepta mi agradecimiento, mirándome de reojo, que después él da un sorbo a su botella de vino tinto. Yo miro al campamento, los veo felices a todos, reunidos, como una verdadera familia. Veo a los niños corriendo, jugando entre ellos, seguros de estar en un colegio, a unos metros de distancia de la ciudad de Chicago, sin ningún Caminante a nuestro alrededor.

Doy otro sorbo, más tranquila. Decido mirar a Daryl, que él contempla a los que están reunidos en la fogata, tocando la guitarra, como si nada, sobre los Caminantes, hubiera existido. Creo que Daryl se da cuenta que lo estoy observando, cuando él me mira de reojo y ahí nos quedamos, mirándonos, como si quisiéramos decir algo importante, o intentar ver algo a través de nuestros ojos.

- Zauri.

Aquello me despierta. Reacciono y veo a mi derecha, un chico se sienta, pero no es un chico normal, si no Bill. Antes él y yo peleábamos por todo, no nos llevábamos bien cuando me integraron al campamento, pero ahora si, por alguna razón nos llevamos bien. Él trata de ser más simpático, ya que lo obligaron, es el hermano menor de Ben, Bill solo tiene 22 años y Ben 25.

- Hola. Tanto tiempo -dice él, con una sonrisa para nada convincente, como si quisiera irritarme, solo para divertirse-. Supe que tu padre te ha obligado a casarte con uno de su grupo ¿No es así? ¿Ya eres su esposa? ¿Acaso lo habrán hecho en la luna de miel? Porque si no estás casada, yo estoy libre.

Lo quedo mirando, conteniéndome de no darle una patada en el culo. Pero siento un ruido, un rozón en mi brazo izquierdo. Miro a ese lugar, cuando veo que no está Daryl sentado a mi lado, lo busco y ahí lo veo, caminando hacia su amigo, que se sienta a su lado, y luego nos da una mirada con desdén ¿Qué le pasa ahora?

- ¿Y ese tipo quién es? ¿Es tu tío? -pregunta.

- Bill. ¿Por qué mejor no te vas a comer mierda? Así para que no estés hablando tonterías como lo que acabas de decir -le digo. Me levanto y le quedo mirando con furia-. Y una cosa más. Primero saluda a la otra persona que está conmigo. No seas mal educado.

Me doy la vuelta y subo por las escaleras, completamente irritada entro al colegio.

- ¡Hey! Solo intentaba entablar una conversación -grita Bill.

Camino por los pasillos como si estuviera en un laberinto, rechinando mis dientes, algo que siempre hago cuando estoy enojada o presionada. Me dirijo de inmediato a mi habitación. Al llegar entro y lo primero que hago es tirarme a mi cama, como si fuera un peso muerto, intentando relajarme, dejando la tensión. Miro el techo de madera y solo veo una mosca en medio de una tabla, no veo bien sus patas o sus ojos, pero solo sé que está allí, haciendo alguna cosa, o durmiendo.

Vine aquí a tener una nueva vida, con una verdadera familia. Aunque en realidad nunca tuve una. Mi padre nunca fue un buen padre para mí, solo estuvo allí, mientras yo era la que me cuidaba sola, extrañando a mi dulce y bella madre.

Sobre-Plaga (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora