No sabía cuantos días habían pasado 2, 3, 4 o quizás más. No me había movido de la cama, solo me levantaba para ir al baño. No comía y apenas tomaba algo, había perdido la noción del tiempo, no sabía si era de día o de noche, no sabía si seguía viva o ya había muerto. Lo único que sabía era que el dolor que tenía en el pecho no se iba.
Me di vuelta en la cama y me senté en el borde para pararme pero en cuanto me despegue de esta caí al suelo como peso muerto. Apenas tenía fuerza así que me arrastre a gatas al baño. Me arrodillé y estire para poder prender la luz, el brillo me segó y me deslicé por la pared mientras cubría mis ojos. Me quede sentada un rato para recuperar energía, luego lance mi brazo hasta la tapa del baño y me senté en ella. Descanse, luego me pare y tire mi peso contra el lavabo. Mire mi cara desfigurada por la falta de alimentación en el espejo, recorrí mis ojeras con mis dedos. Sonreí.
-Ya falta poco - susurre con la garganta seca.
Me deslicé por el mueble del baño y quede tendida en el suelo. En verdad no estaba tan mal, es verdad que no tenía fuerza pero mi rostro no se veía muy distinto.
Me quede dormida en el piso hasta que algo empezó a sacudirme.Kion:
Me había pasado tres días buscando la llave con ariadna. No la encontrábamos por ningún lado, dimos vuelta la casa y no aparecía.
Buscamos en el sillón, en el baño incluso levantamos las alfombras y nada. Entonces, cuando nos habíamos rendido apareció Claudio con su juguete.
-Martín esa no es la llave no? -el juguete de Claudis tenía algunas llaves colgadas y, entre ellas, estaba la de Eliana. Agarre la llave y bese al gato, luego a ariadna y salí corriendo.
-¿quieres que te acompañe ?-
-bueno mi amor, pero apúrate dale o te espero allá- sabía que iba a tardar más de lo que podía esperar así que seguí corriendo.
Llegue al edificio y en la puerta me encontré a rush.
-KION,TÍO -dijo exaltado- estaba yendo a buscarte...Eliana..
-Eliana qué-pregunté neurótico
-ella no me responde-me contestó cabizbajo
-carajo-grite y volví a tomar carrera, subí de dos en dos la escalera hasta el departamento de Eliana
-por favor, por favor- suplicaba que siguiera viva, sabía que si le pasaba algo y Valentin se enteraba me iba a matar; ya me va a matar por no decirle dónde estaba pero¿ qué otra cosa podía hacer?.
Me temblaban las manos, estaba sudando y los ojos se me empañaban. Puse la llave en la cerradura y la gire dos veces. La puerta se abrió y lazo un chillido.
El lugar estaba frío, oscuro,desolado. Me adentré más y vi una luz proveniente del baño, fui hasta allí y encontré a Eliana tirada en el piso, respirando.
El alivio envolvió mi cuerpo. La tome, la puse en mi hombro y salí del apartamento. La gordita y Rush estaban ahí.
-hay que llevarla a un hospital o llamar a una ambulancia, pero lo que hagamos ahí que hacerlo rápido.
-bien, yo llamo- contestó ariadna mientras marcaba
-¿rush puedo dejarla en tu casa? Porque la suya es un desastre.
-si, tio ni lo preguntes -entre a la casa de mi amigo con mi mejor amiga en brazos y la deje en el sillón. Me arrodillé a su lado y tome su mano.
-Eliana, por dios, despertate.
Pasaron unos 5 minutos y llego una ambulancia,le contamos lo que pasó y se la llevaron a un hospital, Rush la acompaño. Nosotros la seguimos en un taxi.
En cuanto ariadna y yo llegamos al hospital ya habían estabilizado a Eliana, seguía inconsciente pero estaba viva. Los médicos decían que a partir de que despierte tendría una semana de recuperación y luego le darían el alta.
Esa noche me quedé yo durmiendo en el hospital y eran como las 4am cuando un gemido de angustia me despertó.
Me cague todo. Yo, en un hospital, solo y en plena madrugada. Re lindo. Me acomode en el pequeño sillón en donde estaba y me dispuse a dormir de nuevo, pero en seguida el gemido volvió.
-¿Eli?- la curiosidad y el miedo me empezaron a pasar factura. Me acerqué a la cama de Eli y la moví.
Nada. No pasó nada.
Me di vuelta para volver al sillón y en eso escucho una débil mención de mi nombre:
-Kion- dijo Eliana mientras yo seguía de espaldas a ella- hijo....hijo de...puta- la voz se le desvaneció al terminar la frase. Me reí y me giré para verla pero se había vuelto a dormir.
¿Qué cómo estoy tan seguro de que no fue un sueño? Simple, cuando me giré a verla ella tenía una sonrisa en el rostro.
Me fui a dormir con un solo pensamiento:
«esta será una larga semana»