Llegamos a las 6 am a mi casa. Melo se quedo a dormir. Nos despertamos a eso de las 4 de la tarde y almorzamos. Melo se fue y yo me quedé sola, de nuevo.
Me tire en mi cama y empeze a recordar lo que paso en la noche.
No recordaba mucho solo las botellas de cerveza y fernet pasando por en frente nuestro, algunos bailes alocados y estupideces que se comenten solo cuando estas pasado de copas.
Me estaba por dormir cuando sono mi celular
-hola negra.
-¿kion?
-no tu viejo, si boba, soy yo.
-bueno, bueno, te me relajas ok?.
Este comentario causo una risa espontánea en kion
-sí sí, como diga, che tengo algo que decirte, veni a mi casa
-ammm bueno... esta bien... A eso de las 7 estoy allá
-ok, te espero
-chau
-chau
Genial, tenia que salir de mi casa, yo que pensaba dormir todo el resto del día pero nooo! Al tarado de mi mejor amigo se le habia ocurrido decirme algo.
Luego de salir a rastras de la cama y meterme en la ducha, me dispuse a busca algo de ropa. Saque una remera negra holgada de razo, sin mangas y unos shorts de jean algo desteñidos . Mientras me vestía frente al espejo pensé "Mierda, estoy realmente delgada " notando mis costilla pegadas a la carne que las cubre. Acaricie esa zona y sentí a Valentín hablándome : tienes que comer mas Eliana , tienes que estar bien para mi. Tienes que estar REALMENTE bien. Me di vuelta, ilusionada con que estaría allí pero, obviamente, no estaba. Un frío desolador me recorrió el cuerpo así que me puse la remera, el short ya lo tenía puesto. Fui hasta mi tocador y me puse unas cuantas pulseras para ocultar mis marcas.
Me fije la hora en mi celular.
6:30 pm
-mierda, voy a llegar tarde!-dije para mi porque en mi departamento vivamos yo y mi depreciación, nada mas. Ah! Y una gatita que de vez en cuando venia a buscar comida. Esta era como su casa temporal: venia, comía, dormía, le hacia un par de mimos y se iba.
Ese no era uno de esos días.
Salí corriendo por la puerta de mi departamento y me choque con alguien
-¿oye, estas bien?- me pregunto este hombre con una voz algo gruesa y aterciopelada, aferrando con sus manos mis brazos para que no cayera al suelo
-si si ,perdón , no me fije por donde iba- dije lo más rápido que pude y me separe de esta figura.
Lo mire y lo reconocí al instante.
Rush.
-¡joder Eliana me has dado un buen susto!
-lo siento Rush- dije algo inquieta, mirando para los costados y con deseo de irme. No era que me caía mal Rush , simplemente que quería llegar rápido a lo de Martín porque, en estos últimos minutos, me había entrado la curiosidad.
Rush me tomó por los hombros y me hizo mirarlo fijamente. Tenía unos ojos muy lindos, un color verde musgo, que precian impenetrables pero nada se comparaba a la mirada de mi Valentín. Esos ojos marrones eran incomparables. La forma en que me miraban, todavía se me pone la piel de gallina con solo recordarlo.
-¿seguro estás bien?
-si si, solo que voy a lo de Kion y se me está haciendo tarde
Entonces me sonrió y me soltó
-oh, vale ,está bien....entonces hasta pronto y ve con cuidado.
Para cuando el termino la frase yo ya estaba dentro del ascensor
-si, hasta pronto, nos vemos.
El ascensor bajo rápido , ningún otro piso lo pidió así que fue directo a la planta baja, salí corriendo hacia la casa de Martín y llegue en menos de 10 minutos.
Vivíamos bastante cerca.
El portero me abrió y me saludo con la cabeza. Sip , ya me conocía.
Subí por las escaleras corriendo, estuve a punto de caer en varias oportunidades pero llegue ilesa al departamento de Kion.
Me acomode un poco la ropa y el pelo.
Tenía un extraño presentimiento.
No valla a ser que este boludo lo invito a Valentin y yo esté con esta facha pensé. Aunque, si en ese momento Valentin aparecía detrás de la puerta de Kion, yo ,no importa si parecía ciruja o qué, me le tiraba en cima.
Aunque pareciera estupido siempre tenía la mínima esperanza que, por algún extraño motivo de la vida, Valentin apareciera mágicamente y me llevara para Argentina con él.
Esto, obviamente, nunca pasaría.
Deje de pensar y me dispuse a entrar al hogar de mi amigo.
Toque una, dos , tres veces pero nadie respondía. Así que me agache, levante un costado de la alfombra y...