El funeral

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El sol del día nos abrazaba consolandonos. Aquella aparatosa carga cada vez se movía más lento. Mi padre iba allí. A mediados de la primavera, mi padre falleció. Él no pudo disfrutar de su nieta, ni presenciar mi casamiento, sin embargo se fue feliz. Sus últimos deseos fueron que nos quedemos con la casa de mi familia, que la usáramos y revivamos el ambiente familiar que él había arruinado. Los dos sabíamos perfectamente que no era así pero al viejo no podías hacerlo cambiar de opinión. Murió con una sonrisa en el rostro porque supo que su hija se casaría y que sería madre. Murió feliz porque se fue al lado de la única persona que él amaba pero sobre todo, se fue feliz porque muy en el fondo tenía la esperanza de encontrarse con mi madre. En el momento que murió, justo en su último susurro, puedo jurar que escuche decirle el nombre de mi madre seguido de un "te amo" pero fue tan inaudible que empiezo a pensar que fueron ilusiones mías.
El clima no acompañaba en un día tan triste pero supongo que para alguien como yo que prefiere la tormenta al sol, este tiempo era adecuado para un día tan triste. Solo eramos Valentín y yo en el cementerio. A mi padre lo enterramos en una tumba junto a la de mi madre. Así por lo menos podrían estar será el uno del otro.
No hubo ceremonia de ninguna clase, sería hipócrita luego de que mi padre se cargara durante toda su vida en cada santo de cada religión habida y por haber.
Valentín fue una piedra todo el tiempo y yo una bola de lágrimas y nervios. Lloraba sin para y estaba hambrienta  pero con náuseas a la vez. Ya llevaba 5 meses de embarazo y la vida se había complicado bastante. La casa nos quedaba chica, no teníamos tanta plata para los gastos de la bebé y a valen no le estaba yendo muy bien.Siendo sincera, pensé seriamente en dar en adopción a nuestra bebé. No quería que viva en una casa donde no la podríamos cuidar.
Cuando enterraron el ataúd, nos quedamos ahí un rato. A pesar de que cuando me enteré que mi papá estaba enfermo no me afectó tanto ahora era un mar de lágrimas. Quizás por las hormonas, quizás porque él, en tan poco tiempo y tan mal estado, volvió a ser el padre que tanto extrañaba. O quizás el hecho de estar en un cementerio, al que no venía hace 5 años, que me recordó que para la vida todos somos prescindibles. Estaba tan metida en mis llantos que no vi que Valentín estaba hablando con un hombre hasta que me tocó el hombro para sacarme de mi trance
-Eli, mi amor, tenemos que hablar- dijo valen en un tono tan suave como las voces de un coro de ángeles
-¿Eh?¿Hablar porque ?- pregunta desorientada. Vi al hombre y me asusté.-¿Quien es usted?¿No ve que es algo privado?- le grite al estirado hombre de traje rallado y bigote negro
-amor, el es Francisco Iglesia, el escribano que redacto el testamento de tu padre

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2019 ⏰

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I miss you [vedito] segunda temporada de carpe diemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora