Un Día en el Lago

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Despertado por el cantar de los pájaros, Roy se encontraba con los ojos abiertos. Mirando el techo lleno de afiches motivadores, decide ponerse de pie.

Había pasado una noche plena, por lo que su nivel de estrés se encontraba debajo de lo normal, andaba por el 50%.

Camina hacia el baño, se mira en el espejo y comienza cantar.

-Roy, vamos, deprisa.- grito la Sra. James.

Al estar disfrutando el momento nota que se debe apresurar.

Sale del baño y se cambia.

Se pone una playera y unos pantalones cortos, con los cuales suele salir los fines de semanas.

Toma su maleta, y baja.

Su madre no solía decirle a donde irían, por lo que Roy siempre iba preparado, para cualquier ocasión.

Al bajar, su madre le esperaba parada en la puerta.

-Bendición mami.- dijo Roy.

-Que Dios te bendiga.- dijo la madre.

La Sra. James le pasa el desayuno a Roy en una bolsa, cierra la puerta. Se dirigen al coche. Toman asiento y emprenden el viaje.

Mientras Roy tomaba su desayuno, la Sra. James cantaba. Al terminar Roy se le unió para hacer un dúo. Son pésimos cantando pero suelen ir haciéndolo todo el camino, hasta llegar a su destino.

Roy mira un lago a su mano derecha, a través del cristal, cuando nota que su madre dobla en dirección a él.

Le miera y marca su rostro con una enorme sonrisa.

-Tendremos un fin de semana en el lago.- dijo la Sra. James.

-Eres la mejor madre del mundo.- dijo Roy.

Avanzan un poco y se detienen bajo la sombra de un árbol. Allí dejarían el coche, por estos dos días.

Roy baja, en busca de conocer el lugar.

Cada lugar visitado, guardaba una historia en la vida de la Sra. James.

-Madre cuéntame lo que paso aquí, ¿por qué este lugar?- dijo Roy, con ansias de saber.

-En este lugar conocí a tu padre. Yo y mis amigas habíamos decidido pasar un fin de semana en el lago, y esa noticia llego hasta los oídos del equipo de baloncesto, por lo que decidieron seguirnos. Tu padre pertenecía a él, más bien era uno de los líderes.

Cuando llegamos aquí, nos bajamos de los coches, y cuando apreciábamos el paisaje, llegaron ellos, cada uno tomó una chica.

Tu padre me tomo por la cintura y me levanto, corrió por la rampa y en cuestiones de segundo estábamos sumergiéndonos en el lago.

No sabía nadar, por lo que me mantuve pegado a él, y fue cuando se presentó:

-Soy Mike James, es un gusto conocerte, ¿cómo te llamas?, dijo tu padre, dejándome con la única opción de responder, -Soy Karla Taylor.

Pasamos esa noche conociéndonos, poco a poco.- dijo la Sra. James.

-Oh, que atrevido fue mi padre.- dijo Roy sonriendo.

-Lo pasado, pasado, que en paz descanse.-dijo la Sra. James.

La Sra James desmonta del vehículo la casa de campaña y le pide a Roy que le ayude a armarla. Roy en seguida, ayudo a su madre.

Me atrevo a ConocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora