Toma el teléfono, y no era más que una información sobre la factura de la energía eléctrica consumida en el mes. Cierra el teléfono y sube a su habitación a descansar.
Se despierta, había soñado con todo un lindo, simple y sencillo mundo donde las leyes de la gravedad eran rompibles y todo podía pasar, se lamenta de volver a su vida normal y cotidiana.
Se prepara para el Instituto, toma el lazo que había encontrado la noche anterior.
Baja a tomar el desayuno.
Sale de su casa con prisa, pues iba un poco tarde, con suerte llega a tiempo.
Se encuentra con el profesor de laboratorio.
-Roy puedes decirle a tus compañeros que el problema de ayer fue resuelto en la tarde y que para nuestro próximo encuentro nos veremos allá.
Roy acierta y continúa su paso hacía el aula.
Al llegar, toma asiento al lado de una ventana, deja descansar su mochila en el piso. Pone las manos sobre su bolsillo, recuerda tener el lazo allí, lo saca y se queda mirándolo. Su amiga Sarah reconoce el lazo y se lo arrebata de la mano.
-Roy, ¿Dónde has encontrado este lazo?, es único de las chicas que pertenecen al grupo artístico "Bellas".- dijo Sarah con curiosidad.
-Unas chicas han visitado mi casa ayer, no he notado su presencia cuando estaban allí, pero una de ellas dejo esto al inicio de mi escalera- dijo Roy.
-Ha bueno, pues deberías encontrar a esa chica y devolvérselo- dijo Sarah, con una bella sonrisa.
-Te aseguro que es mi más pura intención.- dijo Roy
Llega el profesor y todos toman asiento.
Roy poseía un buen índice académico, los profesores reconocían su habilidad para captar de forma inmediata cualquier información, por esto tenían confianza en él, confiando en que este ayudase a los demás.
Un toque de campana a las 10:00 A.M. marcaba el receso, el cual suele compartir con Katy.
Roy sale de su aula.
Escucha unos pasos y espera a ver quién bajaba, Katy estaba en el 2do piso del Instituto.
Bajan dos chicas por las escaleras, una de ellas no llevaba lazo y la otra si, de inmediato pensó que aquel lazo era de esta chica, lo saca, se acerca a las escaleras, cuando de repente esta chica saca su lazo del bolsillo y se lo amarra en el pelo.
Roy retrocede y solo le brinda unos Buenos días, el cual es recibido por ambas chicas con cariño.
Roy pensaba que había encontrado la dueña de aquel pedazo de tela que poseía un fuerte color rojo, incomparable con los pétalos de una rosa en primavera.
Baja su cabeza decepcionado, retrocede en dirección a la puerta, cuando nota una tercera chica bajando las escaleras.
Era ella, la chica a la cual se había prometido dirigirle la palabra, quien poseía una estatura promedio, de silueta moldeada a la perfección, cuyos ojos reflejaban la intensidad de un cielo oscuro, donde no habitan estrella.
Era aquella chica tan bella que ponía en duda lo que estaba viviendo, la que hacía que todo lo demás desapareciera, quedando ella como el punto único en el espacio.
Eso y mucho más le provocaba a Roy su presencia, el sostenía el lazo en sus manos.
La chica se le acerca con ternura.
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Me atrevo a Conocerte
RomansA veces es necesario arriesgarse y ver que pasa! Una historia de amor sin problemas, no tiene sentido. Y si hay mucho amor, habrán mucho problemas.