Te recuerdo

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Despertando a las 7:00 A.M., Roy se levanta de cama, teniendo aun sueño.

Sus piernas temblaban y se encontraban dormidas.

Camina hacia el baño chocando con las paredes y bostezando, mientras se pasaba la mano por la cara.

El camino solía ser corto, pero se tornaba más largo esa mañana.

Llega a la puerta, gira la manilla sin fuerzas y entra empujándola con su cuerpo.

Se quita la camiseta, dejándola caer sobre sus pies. La patea hacia un lado.

Se mira en el espejo y nota que esta fuera de forma, por todo este tiempo sin quemar grasa de su cuerpo.

A Roy le costaba hacer ejercicio, pero acostumbraba hacer abdominales y pechadas en las noches, por lo que su cuerpo se mantenía tonificado.

Su piel de color mestiza y bronceada solo necesitaba un cuerpo en forma, para verse atractivo.

Solía andar despeinado, su pelo caía delante de su rostro, cubriendo la mayor parte de él, era de color oscuro, había sido heredado de su madre.

Mira su cara en el espejo, le cuesta abrir los ojos, al notar que los rayos del sol entran por la ventana, y chocan en ellos, haciendo que estos tomaran una tonalidad clara. Sus ojos color cafés, solían variar a un color ámbar.

Su nariz perfilada, y sus dientes casi perfectos. Llevaba puesto en ellos unos brackets desde hace un año y ya casi poseía la sonrisa perfecta que había anhelado.

Inclina su cabeza y moja su pelo en el lavamanos, haciendo que este gotee sobre su cuerpo. Buscaba una forma de activarse, pues el día se le fatigaba.

Mira sobre su hombro izquierdo, y su mirada choca con la bañera, sin intención alguna de tomar un baño, pero se encontraba observándola.

Le había quedado un olor a las sabanas del hospital y era un poco desagradable, por lo que no le queda de otra, que tomar una ducha.

Abre la llave con sus manos fuertes y hábiles de realizar trabajos en el hogar.

El agua cae fría, pues el calentador se había estropeado hace unas semanas.

Entra tímidamente, el aire entre las tubería provoca que esta expulse el agua con mayor fuerza, quedando este mojado, antes de entrar completo.

Toma un baño apresurado, pues ya se le comenzaba hacer tarde para salir de casa.

Sale de la bañera, seca su pelo con la toalla y se la amarra en la cintura.

Toma su cepillo de dientes, le unta pasta y limpia cada bracket de sus dientes.

Sale del baño, se dirige a su cuarto y al llegar allí, desprende la toalla de su cintura.

Toma un bóxer; su madre solía comprarle ropa interior Calvin Klein.

Toma un t-shirt, solían quedarles apretados, pues lo compraba con esa intención, pero los ocultaba debajo de su suéter con capucha de rayas negras y blancas, regalado en navidad.

Se pone unos jeans negros y unos Converse blancos, que eran extraños por la forma en que se mantenía sin ensuciarse.

Toma su mochila y baja a tomar el desayuno.

Su madre lo sorprendía cada mañana, pues variaba el desayuno.

Esta mañana le había tocado unos panqueques con caramelo y un delicioso jugo de naranja.

Me atrevo a ConocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora