Simplemente atada a ti. (Liam Payne) ©

Capitulo 26: ¿Estaba ligando conmigo?

Liam.

La cabaña era fría, debía salir afuera y traer leña para encender la chimenea. No quería que Amy se enfermara, ya bastante mal lo estaba pasando.

Me sentía horrible, odiaba verla mal. En los últimos días lo único que hacía era mirar televisión, comer helado y estar encerrada, y todo era mi culpa. Si yo no le hubiera pedido que mintiera ella no habría ido a esa maldita fiesta y su padre no le hubiera dicho esas estupideces.

Quería verla sonreír, pelearme, reírse de mi cuando algo me salía mal y nada de eso había sucedido en estos últimos días. Por eso cuando me dijo que saldría con Bianca se me ocurrió la idea de venir aquí. Mi padre no me negó que viniera pero estaba seguro que seguiría insistiendo en que lleve a Amy a comer a "nuestra casa" en Los Ángeles.

Me dirigí a la sala, donde Bianca y Harry se besaban en el sofá.

-Hey -los llame -ya tendrán la noche, ahora sepárense hay cosas que hacer.

Harry le sonrió a Bianca y "susurro":

-Déjalo, son celos. Él no puede hacerlo con Amira. -sonrió con arrogancia.

Bianca soltó una carcajada.

Era cierto, yo ya no podía besara, abrazarla o tocarla. Pero él no podía decir eso así como así.

A grandes zancadas me aproxime a Harry y lo tomo de la oreja, sabía que teníamos actitudes de niños, pero así eramos.

-Hay que ir a buscar leña, vamos. -Le ordene.

Luego de un par de besos mas con Bianca y quejas por parte de Harry al fin se puso de pie y coloco la campera. Hice lo mismo y mire a Bianca.

-¿Podrías llamar a Amy? Ella cocinará.

Ella asintió y salí de allí con Harry detrás.

-Te trae loco -comento divertido.

Me volteé con el ceño fruncido.

-¿Que? -pregunte.

-Amira. Te trae loco aunque no quieras admitirlo. -dijo ahora mas serio.

-No me trae loco.

Ni yo me lo creía. Claro que me traía loco, de cabeza y como un estúpido detrás de ella, pero no lo admitiría delante de él.

Harry sonrió y me palmeo el hombro.

-Te gusta. Y no me refiero para una noche, me refiero que en verdad te gusta.

Claro que me gustaba y mas que eso.

-No voy a hablar con el rey de los mujeriegos de mi sentimientos -respondí y me di la vuelta para seguir el camino a la parte trasera de la cabaña donde se encontraba la leña.

Al legar tome cuatro atados de leña y Harry otros cuatro, antes de comenzar a caminar la voz de Harry llego a mis oídos casi en un susurro.

-Ella piensa igual.

Me gire y lo mire, estaba perdido en sus pensamientos.

-¿Bianca? -pregunte.

Harry me miro se acerco a mi mirando a todos lados como si alguien pudiera espiarnos.

-Cree que soy un mujeriego y que miro a todas las chicas. -susurro.

-Lo eres.

-Sabes que no -respondió enojado -ya no lo soy y ella no tendría que dudar.

Me di la vuelta y comencé a caminar.

-Entiéndela. La primera vez que te conoció hasta intentaste ligar con su amiga. Con su mejor amiga. -dije con un poco de rabia al recordar ese día.