Mensaje equivocado (En Edición)

Capitulo 23. Mi nombre es Axel, Axel West.

Axel:

Sarah, en verdad yo lo siento.

— ¿Qué sucede?

—Sarah, puedo explicarlo.

—Quiero una explicación en este momento, que sea convincente.

—Sarah—habló él mientras su voz se hacía más seria.

—Quiero la verdad ya, ¿qué haces con su teléfono?

—Sarah, ¿no lo ves?

— ¿Tú eres Axel, cierto?

—Sarah, déjame explicarlo todo.

—Daniel, solamente quiero respuestas a mis preguntas.

—Sarah, sí, yo soy Axel.

Todo este tiempo había conocido Axel, y fui demasiado tonta para no darme cuenta.

— ¿Por qué fingiste todo este tiempo?

Me sentía demasiado frágil en este momento, quería salir huyendo, llorar, correr sin parar, pero Axel estaba enfrente de mí.

—Sarah.

—Deja de decir mi nombre y responde a todas mis preguntas ya—habléenojada.

—Yo... —decía mientras su voz se quebraba.

—Dilo.

—No me sentía seguro de mí mismo, no quería hacerte sufrir.

—Nunca lo hiciste, hasta ahora.

—La primera vez que te miré no hubo tiempo de presentarnos, cuando hablamos ese día en el baño sentí la necesidad de fingir ser otra persona, no quería que te decepcionaras de Axel; además, me pude acercar a ti, si te decía que era Axel me odiarías mas.

—Yo no te odio, ¿cuántas veces quieres que te lo diga?

—¿Sabes qué tan arrepentido estoy? No quería que pasaras por este momento.

—Si lo hubieras dicho desde el principio nada de esto estuviera pasando.

—Sarah, lo siento demasiado y no sé cómo decirlo, pero estoy arrepentido de todo esto.

—¿Tu verdadero nombre, es Daniel o Axel? Por lo menos necesito saber eso.

—Es Axel, Daniel es el nombre de mi mejor amigo, cuando nos conocimos fue el primer nombre que se me ocurrió, pero mi nombre es Axel, Axel West.

—Espera... ¿West?

—Sí.

—Por eso Samantha no es tu tipo, ella es tu prima. ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Samantha lo sabía?

—Sí, ella lo supo todo cuando nos interrumpió en tu casa, la hice jurar que no te lo dijera, ella no tiene la culpa de nada, toda la tengo yo.

—De todos lo podría esperar, pero de Samantha no —dije mientras un nudo en la garganta se me formaba.

—Sarah, no tengo palabras para explicar todo esto —habló Axel triste.

—Todo hubiera sido diferente, Axel.

—Sarah, lo único que te pido es que me perdones.

—Axel, las cosas no son así, me mentiste todo este tiempo, ¿cómo quieres que de un momento a otro te perdone todo esto que me has hecho? Esto es más feo que ser apuñalado por la espada, lo mejor será que no me vuelvas hablar nunca más y que cada uno siga con su vida. Axel, lo que había entre nosotros aquí terminó — dije mientras las lágrimas comenzaban a caer.

—Sarah—hablóAxel.

—Esto es todo, es mejor que me vaya y gracias por todo lo que hiciste.

Me a levanté de la mesa y comencé a caminar para marcharme del lugar, mientras lloraba.

Pero para empeorarlo la lluvia comenzó a caer.

Corría sin parar, todo el mundo me había mentido, me sentía una mierda, me sentía la peor persona del mundo. Estaba hecha un desastre, ojos llorosos, y ropa mojada.

—¡Sarah, espera! —gritaba Axel mientras me seguía.

Él me siguió todo el camino, me detuve, quería escuchar algo real de Axel, quería ser esa niña ilusa que se emocionaba como loca cada vez que le llegaba un mensaje de él.

—Axel, no tienes que hacer esto, lo mejor es dejar todo aquí.

Estábamos bajo la lluvia, agitados, Axel tomó aire y entonces habló.

—Sarah, yo te amo, te amo locamente, te amo como no tienes idea—dijo mientras esos ojos que me derretían me miraban.

Me quedé sin palabras, no supe como reaccionar.

Axel se acercó a mí y me besó, un beso bajo la lluvia, nuestras respiraciones chocaban, sus labios se sentían cálidamente. Un beso que no podría explicar, esperé tiempo para conocer a Axel y ahora estaba enfrente de mí, pegado a mis labios.

—Axel, es mejor que aquí termine todo—dije mientras me alejaba de él.

—Sarah, no te vayas, por favor no te vayas.