Capitulo 27. ¿Quieres salir conmigo señorita Harper?

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Sarah:

¿Comenzamos desde cero?

Axel:

Sería perfecto.

Sarah:

¡Hola, Samantha!

Axel:

Hasta ese punto no.

Sarah:

Sólo quería bromear.

Axel:

En realidad extrañaba hacer esto.

Sarah:

¿Hacer qué?

Axel:

Hablar por mensajes.

Sarah:

Pues ya no lo extrañes más.

Axel:

Sarah, dime, ¿qué haces?

Sarah:

No hago nada, estoy un poco aburrida, ¿y tú?

Axel:

Yo no estoy aburrido.

Sarah:

¿Qué estás haciendo?

Axel:

Sólo te mando mensajes a ti.

Sarah:

¿Y no te aburres?

Axel:

¿Cómo aburrirme?

Sarah:

Bueno, la mayoría se aburre hablando conmigo.

Axel:

A mí me aburre hablar con la mayoría.

Sarah:

Axel, ya entiendo por qué no quería estar sin ti.

Axel:

Sarah me ama, Sarah me ama.

Sarah:

Alto.

Axel:

¿Quieres hacer algo?

Sarah:

¿Como qué?

Axel:

No lo sé, es viernes por la noche, ¿qué harían dos personas en un vienes?

Sarah:

¿Salir?

Axel:

¿Quieres salir conmigo, señorita Harper?

Sarah:

Sería un placer, señor West.

Axel:

Entonces sal, estoy afuera de tu casa.

Sarah:

¿Por qué no me lo dijiste?, bajo en un instante.

Me puse un suéter, tomé mi bolso y salí lo más rápido posible. Axel estaba enfrente de mí, él era tan guapo, alto, de ojos hermosos y de sonrisa perfecta.

— ¿Esta lista, señorita Harper? —habló Axel mientras hacía reverencia y abría la puerta de su auto.

—Claro que sí, señor West—dije mientras subía.

—Prepárate para tener el mejor viernes de tu vida— dijo Axel mientras entraba al auto y cerraba la puerta.

— ¿Qué piensas hacer?

—Ir a antros, embriagarte, y tener relaciones sexuales contigo—una estúpida y hermosa sonrisa se formó en Axel.

—Axel, no creó que seas capaz de hacer eso.

— Dime, ¿ no te gustaría estar conmigo?

—Axel, ¡por favor!

—Sarah, te ves linda cuando sonríes y te pones nerviosa.

Y entonces hubo momento de silencio, hasta que terminé con esa tensión.

—Axel, acabamos de salir de la ciudad, ¿qué piensas hacer?

—Te secuestraré.

—Axel, si no me dices a dónde vamos, juro por mi teléfono que te mato.

—No lo harás.

— ¿Me estás retando?

—Sí.

—No deberías de hacerlo.

— ¿Por qué no?

—Axel West, te odio.

—Sarah Harper, te amo.

—Si no me dices a dónde vamos me bajo del auto.

—Sarah, por favor espera, no seas impaciente, en cinco minutos más llegamos a nuestro destino.

Mensaje equivocado (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora