Apolo y Hermes. ¿Buena combinación? (Crónicas Del Campamento Mestizo #1)

Capítulo 35.

Elena's POV

Llevo más de tres días sin entrenar y me está pasando factura. Me estoy volviendo vaga pero que muy vaga.

− Hemos entrenado mientras tu no estabas. Y hemos mejorado.− me dice Nico retándome con la mirada.

− Nunca retes a un español, se lo toman muy en serio.− le advierto mientras me levanto. Me pongo en guardia.− ¿Que modalidad quieres? ¿Kunfu, judo, karate, Tai Chi?¿Parchís, damas, ajedrez, blackjack, póker? Ah. Se me olvidaba la oca.

Todos se ríen. Nico me ataca. ERROR. Le paro el ataque sin moverme demasiado. Nuestras espadas chocan.

− De oca en oca y tiro por que me toca.− digo con una sonrisa pícara. Me giro y le doy una estoca tan fuerte que su espada sale volando hasta clavarse en la hierba.

− Has matado a la familia hormiga.− se oye la voz de Natalia. Todos la miran.− Asesina.

− La familia de hormigas te la puedes meter por el cu...− digo.

− ELENA.− me regaña Mia.− ¿Que son esas palabras?¿De quien las has aprendido?

− De ti, querida.− le digo con una gran sonrisa.

− Yo no digo esas palabras.− dice con una mano en el pecho.− Me ofendes, querida.

Imito su pose.

− Tu presencia también, querida.− me dice. Nos echamos a reir.

− Yo también te aprecio.− me dice entre risas.

− Que par de locas.− dice Francis uniéndose a la conversación. Todos sonríen.

− No más que tu, querida.− le digo en tono de niña pija. Se ríe.

− Nunca cambiarás.− dice Francis.

− Mi forma de ser es lo que ama la gente.− digo con en el mismo tono de voz. Mia se ríe.

− Conversación de besugos.− comenta. Nos reímos.

− Que bien se llevan.− comenta Percy. Les sonrío.

− No es por ser orgullosa, pero yo era el pegamento.− digo dándome aires.

Mis tres amigos se ríen.

− ¿Tu?¿el pegamento?− dicen entre risas. Saco mi libreta los tres se callan.

− Es que yo impongo.− digo.

− La que impone es la libreta.− dice Natalia.

− Pero es MI libreta y de nadie mas.− digo. Me doy la vuelta finguiendo orgullo.− Dioses, me han ofendido.

Se ríen. Miro mi libreta.

− Tu y yo conquistaremos el mundo, ¿que te parece?− le digo provocando risas a todos los presentes.

Con las dos manos en alto y sujetando mi libreta en plan rey leon alzo la voz.

− ESTE SERA VUESTRO NUEVO REY. ARRODILLENSE.− digo. Todos se ríe.

− Elena el manicomio esta a la vuelta de la esquina.− me dice Mia entre risas.

Me doy la vuelta ofendida.

− Soy una chica con problemas.− digo quitándome una lagrima imaginaria. Me guiro y sonrío.− Debería dedicarme al cine. Nah. Mejor a las bromas.

Todos se ríen. Están tirados en el suelo. Parecen cucarachas con ataques epilepticos.

− Si os vais a quedar ahí, tengo unas bromas que gastar.− digo guardando mi espada y estirando los brazos.

Salgo de la Arena y voy a mi cabaña. Dioses. Tengo que ir al medico y pronto. Pablo me espera en la puerta de mi cabaña.

− No te he visto en todo el día.− me dice.

− Si pasas por la arena y ves cucarachas con ataques epilépticos, he sido yo.− digo con una sonrisa. Se ríe. Entro en la cabaña bajo la mirada atenta de mi novio.

Si es mi novio. Quien se acerque le corto la cabeza. Como la Reina Roja. QUE LE CORTEN LA CABEZA.

− He pensado que debería ir manicomio de vez en cuanto y visitar a mis compis.− digo en voz alta. Oigo una dulce risa en el exterior.

− Puede que seas una alocada de casi diecisiete, pero es lo normal a esta edad.− me dice.

− Si es normal, yo no veo que tu hagas locuras.− digo cuando termino de vestirme. Lista.

− Yo soy un tio legal.− dice en defensa. Salgo de la cabaña. Me he soltado el pelo y me he cambiado la ropa que uso para entrenar por otra más comoda.

− ¿Que significa ser un tio legal para ti?− le pregunta. El chico se guira y se queda con la boca abierta.− Cierra la boca o te entraran moscas.

Me hace caso. Solo me he puesto unas bermudas blanca y una camiseta azul. Este chico es muy exagerado.

− ¿Por que llevas tu guitarra?− me pregunta.

− Me apetece tocar esta noche.− le digo.− ¿Tienes algún problema?

− El único problema es que todos se fijaran en mi hermosa novia.− me dice. Me sonrojo.

− Pues... toca conmigo.− le digo nerviosa. Seguro que adora ponerme así. Me sonríe.

− Pues vale.− me dice dándome un beso en la mejilla.

Editado el 21/9/16