El jamón del sándwich

capitulo 3

Los preparativos de la fiesta me están matando querido Diario:

No me dejan participar en nada. Dicen que me relaje. ¡Que me relaje!... Sí.... ¡Esta fácil!....

Mi mamá grita por todo (más que de costumbre). Con el florista. Con la peluquera. Con los del servicio de comida. Peleando con mi viejo por la plata, con Rubén por que no la entiende, conmigo por que no valoró todo lo que hace por mí....etcétera... Etcétera...etcétera....

El teléfono esta al rojo vivo. Y los celulares ni qué hablar. Llaman los invitados para confirmar. Javier no para de hacer mandados ("La cigüeña" le pusimos de sobrenombre, por que demora nueve meses y trae lo que quiere); Salvador intentando entrar a mi cuarto para hurgar los regalos que van llegando ( y yo a los coscorrones sacándolo de entre mis cosas); y Jimena rebotando contra las paredes, porque siempre esta en el medio cuando mi vieja pasa como un bólido entre el escritorio y la cocina atendiendo a unos y a otros. O sea sólo falta el cantinero de los Simpson, y ¡cartón lleno!

La pobre Amalia, a pesar de que trabaja en casa hace como mil años, anda como bola sin manija, ya para calmarme me insiste con que yo escriba todo en este Diario, que para eso me lo regalo, para que recuerde siempre estos "maravillosos" días de quinceañera. Ja.... Si no la conociera de toda la vida ( la requetequiero desde cuando era mi niñera), juraría que se contagio de la locura de mamá.

Yo ya deje bien claro lo que me haría feliz y lo que puede provocarme un infarto. No es para meter presion, pero mi vieja quiere hacerlo todo sola... Y bué...que se lo aguante.. ¿No quiere mi opinión?...y bué...que se las arregle. Yo lo único que esperó es que sea un festejo y no mi certificado de defunción social.

Que Dios se apiade de mi certificado de mí. Cariñosamente tuya.
(Sigo mimetizada con Judy Abbot).            
                                                                                       Ceci