Tres días después de mi encuentro con David en el salón de clases volví a encontrármelo sentado en el parque cerca de la fuente en una banca. El día estaba bastante nublado y con muchas ganas de llover. Él me miró detenidamente pero no me quiso decir nada y trataba de alejarse con mucho hermetismo. Lo miré notándolo muy nervioso y tratando de correr como si tratase de evadirme.
- Espera, David ¿A dónde vas? - Le pregunté tomándolo del brazo.
- Perdón por todo, Andrés. - Lamentándose mucho - Mira, en realidad jamás quise estar con Amanda. Pero, por culpa de ella tuve que aceptar.
- David, ¿qué es lo que quieres decirme? ¿Qué fue lo que aceptaste?
- Andrés... yo... Por favor no me juzgues por lo que te voy a decir...
David me miraba con mucho miedo y tristeza a la vez. Se sentía un poco incómodo, pálido y a la vez nervioso como lo había notado anteriormente.
- ¿Somos amigos no? Puedes contarme lo que sea, no voy a juzgarte por nada.
- Andrés, yo... Yo soy homosexual.
La confesión de David me dejó impactado. Yo enmudecí con lo que él me dijo y no sabía como tomarlo. Pero, como era mi mejor amigo la mejor decisión que podía tomar de momento era escucharlo.
- Andrés, por eso siempre recurría a ti. A pesar de esa traición jamás dejaste de ser mi mejor amigo... e inclusive pensaba decirte esto días atrás pero no pude y menos después de lo que sucedió en el centro comercial.
- David ¿pero por qué te acostaste con Amanda? ¿Por qué hiciste eso?
- Ella me obligó, Andrés... Y aunque al comienzo sentí algo de amor por ella no fue así todo el tiempo...
- ¿Qué? - Dije completamente extrañado. ¿Entonces qué pasó? David, cuéntame todo de manera que yo pueda entenderte. No comprendo nada de lo que me dices.
- Está bien. Te lo contaré. Andrés, cuando yo recién empecé los estudios de la universidad junto contigo y Amanda yo tenía una relación con Miguel, el mejor amigo de Sofía. Miguel y yo llevábamos ya casi cinco meses de relación pero tratábamos de que en la universidad nadie supiera nada por temor a ser rechazados e inclusive avisados a nuestros respectivos padres.
Yo escuchaba atentamente lo que David me iba contando analizando todas las cosas que me decía uniendo muchos cabos sueltos en mi mente.
- Nosotros llevábamos una relación a escondidas y nos iba muy bien. Ya hasta pensábamos en futuros planes, irnos juntos, declarar nuestro amor y demás... pero todo cambió cuando llegó ese día.
- ¿A cuál día te refieres tú, David?
- Pues, al día en que fuimos por última vez a la playa, Andrés.
La última vez que habíamos ido a la playa fue el pasado 19 de junio cuando salíamos de vacaciones en la universidad. Ese día estuvimos Andrés, Sofía, Amanda, Miguel y yo. Solo estábamos nosotros cinco pero me faltaba saber todo lo demás que Andrés me estaba comentando.
- Sí, ya recordé. Ese día estuvimos los cinco, incluyendo a Amanda.
- Así es. Yo invité a Miguel por ser mi novio pero él insistió en llevar a Sofía y por eso fue que la viste allá.
- Está bien. Por favor no te detengas y sigue contándome lo que pasó.
- Claro, te contaré todo - Prosiguió Andrés - Aquel día mientras Amanda y tú iban a los vestidores a cambiarse, yo salí a dar una vuelta con Miguel y Sofía. Sofía se sentía maravillada por salir a la playa ya que tenía rato que no lo hacía mientras yo miraba y sonreía con Miguel estando sentados en la arena.