12 días para PizzaChristmas

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Trece de Diciembre, hoy es el cumpleaños de Una Artista Femenina muy famosa. Y lo sé, porque al parecer hay unas chicas del orfanato que están obsesionadas con ella. No te miento es genial. Seguramente tendrá un cumpleaños muy feliz, de esos en que sobran regalos, mensajes de felicitación y esas cosas típicas. No es que este mal que tenga esas cosas, si no que no puedo evitar pensar como sería mi vida si fuera una persona famosa; es más, todos deberíamos ser famosos en nuestros cumpleaños. Aún recuerdo que cuando estaba en la casa hogar de pequeño uno de mis veintitrés compañeros de habitación nunca tuvo un pastel de cumpleaños, fue realmente triste, así que cuando se aproximaba su cumpleaños un par de amigos fuimos a una pastelería para pedir que nos regalen un trozo de pastel que ya tenía tiempo en la nevera, pero el dueño no acepto, dijo que prefería dárselo a los perros. Vaya que hay gente que no se fija en que pequeñas acciones cambian la vida de otros. El tuvo otro triste cumpleaños, como yo siempre he tenido una triste navidad.

Con mucha tristeza,

Vitae

—Chicos he tenido una idea genial— no aviso Roció mientras servía el desayuno.

—¿Cúal? —contesto Eve

—Bueno ya saben que todos en navidad montan un árbol— estaba muy entusiasmada, pero en la sala nadie agarraba su idea, ya que teníamos claro que no podríamos soñar con tener un árbol propio. Últimamente eran muy costosos y no vivíamos en un país donde podemos cortar un pino y ponerlo en medio de la sala. Aquí debíamos comprar un pino de plástico y por si fuera poco también debíamos tener para adornarlo.

—¿Tendremos un árbol? — dijo Luciano, al parecer él era el único no familiarizado con las decepciones. Quizás todos fuimos así hace un tiempo, cuando aún sentíamos la inocencia del mundo.

—No, no podemos tener uno Lu —lo consoló Eve ofreciéndole una de sus clásicas sonrisas. Esas que te hacen sentir que todo está bien aunque sea una mentira.

—De hecho, quizás tendremos uno —nos sorprendió Roció

—¿Nos Han donado un Árbol? —pregunté ansioso por saber.

—No Vitae, nadie donaría un Árbol cuando hay otras prioridades—entendía perfectamente lo que decía.

Se acerco más a los presentes y propuso que hiciéramos un árbol de navidad de origami, hubo varios confundidos con la idea, incluyéndome. Así que ella buscó un pedazo de papel que aparentaba ser una fotocopia de algún libro en donde aparecían unos pasos para hacer un árbol de navidad con papel a pequeña escala, y el plan de ella era hacerlo grande.

Supongo que no todos creyeron que fuera posible, pero por lo menos había que intentarlo. Así que tendríamos que reciclar bastante papel, que pediríamos en nuestros trabajos – los que pudieran— y luego usaríamos los restos de pintura verde que había quedado de cuanto pintamos las paredes hace tres meses. Si todo salía bien, tendríamos un Árbol de navidad de Papel, para hacernos sentir que la navidad también llega a los orfanatos.

Algunos Malgastan

Otros Reciclan



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