Merry PizzaChristmas

Merry PizzaChritsmas

Una retracción es cuando un periódico desmiente algo ya publicado, porque pueda que no sea cierto; eso lo aprendí en mi clase de periodismo en el colegio.

Me retracto si alguna vez dije que todo en la navidad siempre es malo, quizás hay pequeños detalles que la hacen lo que es. Finalmente Eve era mi amiga secreta en el intercambio. Ni si quiera vi que me regaló, porque para mi, toda la vida ella me había dado algo valioso: su amistad. Obviamente yo quería más que eso, pero no sé, justo en ese momento sentí que apreciar lo que tenia en el ahora era mucho más importante.

Cuando fue su turno ella dijo palabras que hacían sentirme realmente un chico grandioso, y al decir mi nombre nunca mi corazón se había emocionado tanto. Entonces cuando me abrazó y besó mi mejilla...¡Dios Santo! Esta es la mejor navidad de todas.

El timbre sonó, y reaccioné de mis pensamientos. Rocío abrió la puerta y cuando volvió venia con varias cajas de pizza. Estaba tan absorto en el intercambio que ni recordaba las pizzas. Eran más cajas de las que mis ahorros pudieran pagar, quizás el dueño de la pizzería se apiado de nosotros y había mandado más. Llegaron en el momento correcto.

—Chicos, adivinen que nos han traído —grito Rocío —Venían con esta tarjeta que dice "disfrútenla, feliz navidad"

De inmediato todos corrieron sorprendidos, ella nos invitó a todos a buscar un plato para repartir, cada quien tomó un pedazo totalmente alegre. Nunca pensé que secretamente fuera a hacer felices a todos.

La pizza estaba demasiado sabrosa para ser de este mundo, me subí al techo con mi abrigo puesto, para ver como la nieve caía. Podía ver como las luces de las calles brillaban, se escuchaban villancicos a la lejanía. Se que eran la una de la mañana del día de navidad, pero estaba realmente feliz ahí

—¿Vitae? —volteé y vi como Eve subía al techo

—Eve —dije sorprendido— ¿Qué haces aquí?

Me ignoró, subió y se acomodó a mi lado, aun sostenía dos pedazos de pizza. Me ofreció uno, y acepté. Juntó a mi, ambos veíamos la nieve caer, las luces brillar.

—Se que fuiste tú —dijo

—¿Qué?

—Si, el que compro todas estas pizzas. Te vi ir a la pizzería y dejar una nota por debajo de la puerta

—Yo... Lo lamento

—No seas tonto. ¿Qué vas a lamentar? Eres realmente increíble, hiciste todo este por nosotros. Eso hace que me gustes aun más

Lo último se le salió, porque en cuanto lo dijo se pasmó.

—¿Te gusto?

—Ehm... —empezó a divagar, pero yo sentía lo mismo y era navidad; y la gente hace cosas extrañas en navidad. La besé, y ella me beso. Ella me quería, era cierto.

Nos separamos en cuanto escuchamos la voz de Rocío llamarnos, nuestras miradas se quedaron entrelazadas, y ella rompió el silencio—: Feliz Pizza Navidad Vitae —y se fue.

Algunos te dirían Feliz Navidad

Otros te harían feliz en Navidad

n/a: no es el final.