Salí de la de la ducha envuelta en una toalla a mi habitación. Mindy no dejaba de buscar y arreglar todo para poder arreglarse y arreglarme. Lucía entusiasmada por poder ayudarme con mi imagen para esa noche, al parecer siempre había deseado tener una hermana a la cual ayudar o una mejor amiga pero no se había dado el momento para conseguir una. Decía que tenía más suerte con los chicos y esas cosas.
Al salir del cuarto de baño vi a Mindy rebuscando en sus maletas. Había ropa por montón tirada en todo el suelo, además de zapatos de varios tipos, colores, y marcas.
— Oh! Ya saliste— dijo parándose del suelo en donde buscaba.— Eh encontrado algo perfecto para ti!
Detrás de ella sacó un hermoso vestido blanco de encaje, era de caída recta y traía mangas hasta los antebrazos.
— Gracias, está muy bonito— dije tomándolo en mis manos para verlo con más acercamiento. Estaba realmente sorprendida y absorta por el elemento en mis manos.
— Entonces ve a probártelo ahora, tengo mas opciones por si hay algún inconveniente.— me tomó por los hombros y me encamino de nuevo al baño.— apresúrate!
Me metí y cerré la puerta. Luego de ponerme la ropa interior adecuada me enfunde en aquel vestido blanco de encaje que al parecer era muy caro, por lo que lo hice con mucho cuidado.
Al parecer el vestido me quedaba perfecto, al principio tenía mis dudas por qué no era tan esbelta ni curveada como Mindy. Me observe con mayor detenimiento al espejo para contemplar el cambio en mi vestimenta diaria. El vestido me llegaba por encima de las rodillas en los muslos y parecía algo muy corto para mi gusto, también lograba dar forma a mi descuidado cuerpo. Me parecía que aquel hermoso vestido no estaba hecho para mí, no merecía que alguien tan fea como yo lo usara, la gente lo notaría y se burlaría de mi intento de ser "bonita" por una noche. Estaba a punto de sacármelo cuando Mindy entró inesperadamente encontrándose con mi figura bajando el cierre trasero del vestido.
— Hey! que haces— dijo deteniéndome y volviendo a subir la cremallera del vestido.
— Es que...creo que no va conmigo esto de arreglarse, no funcionará de todos modos.— dije desganada con la idea de volverme a bajar el cierre pero Mindy volvió a detenerme.
— Que dices TN! No has visto cómo te mira Leeteuk, el té ve como la chica más hermosa del mundo, además en mi opinión, me parece que solo te falta tener más confianza, eres muy hermosa aunque tú no lo creas, tienes unos ojos muy bellos y un hermoso rostro.— dijo mientras sujetaba mis dos manos con las suyas.
— Gracias...— murmuré con una leve sonrisa en los labios.
— Espera, ¿quien te a hecho esto?...acaso tú te lo has hecho— dijo con cara de horror mientras miraba mis marcadas muñecas.
Quite mis brazos de inmediato y los oculte detrás de mí para que no los pudiera volver a ver.
— N-no es nada—. Dije de mala gana. No había previsto eso. El vestido no cubría mis antebrazos y dejaba a la vista de cualquiera mis marcas.
— De que hablas, esto es grave porque su tú te las has echo tiene que haber una explicación...— me miró y vio mi expresión de incomodidad—. Está bien, sabes porque mejor no nos seguimos arreglando y dejamos esta conversación para otro momento?
Yo asentí levemente y ella me sonrió de vuelta. Me había alegrado que ella no me cuestionase más ni tampoco me criticó si no que decidió hablarlo en otro momento, una circunstancia que tendría que enfrentar más adelante.
— Entonces veamos qué podemos hacer para ocultar eso.— dijo con comprensión mientras se volvía al cuarto para buscar algo en su maleta nuevamente.
Me dio unas pulseras que podían cubrir muy buen las marcas y que casualmente combinaban muy bien con el vestido.
— Bien TN, ahora voy a maquillarte un poco, toma asiento aquí—. Dijo entusiasmada por lo que iba a pasar.
Obedientemente me senté donde me indicaba con algo de vacilación, nunca me había puesto ni una pizca de maquillaje en el rostro desde mi adolescencia, si es que el tratamiento para acné que sufrí a los 15 contaba como cosmético.
Al cabo de unos 15 minutos en que Mindy me ponía cosas que eran desconocidas para mí pero para las muchachas de hoy no, me atrajo un espejo para que pudiera verme.
— Dios! Has quedado más perfecta de lo que pensé! Ojalá y no me opacas en la fiesta.
Su comentario no me lo podía creer hasta que alce el espejo a la posición de mi rostro donde podía observar en el vidrio el reflejo de una TN muy diferente a la que había siempre. Me había quedado sin palabras. El maquillaje era liviano, natural pero al mismo tiempo hacía que mis ojos se vieran más grandes y mi piel perfecta, mis pestañas rizadas, un leve rosa en mis pálidas mejillas y para finalizar había realzado el rojizo de mis labios. También me había peinado, me había soltado el castaño cabello y había trabajado ondulaciones en las puntas. Parecía otra persona y yo estaba realmente impactada.
— Gracias Mindy! No sé que puedo hacer para pagártelo—. Dije levantándome de la silla y rodeándola con mis brazos.
— Esta bien, pensaremos en otro momento, ahora me iré a arreglar yo, aunque no tomará mucho tiempo, nací hermosa—. Dijo con un brillo de arrogancia positiva y entro al baño con algunas cosas en sus manos.
Ella al salir del cuarto de baño luego de una media hora, estaba radiante como siempre.
Faltaban 10 minutos para las 8:00 pm, la hora acordada donde Leeteuk iría a por mí, para llevarme s la fiesta. Pues estaba con los nervios de punta, pensando que diría Leeteuk sobre aquel cambio de una tarde que Mindy de alguna manera había logrado darme.
Estaba tan nerviosa que no podía evitar mover mis pies desnudos y restregarlos. Entonces me di cuenta que no llevaba zapatos.
— Mindy, que zapatos debería usar para este vestido?— pregunte mientras le enseñaba un par de zapatos formales de mi armario.
— Por supuesto que ninguno de esos—. Me aclaro mientras se daba sus últimos toques al maquillaje.
Sin decir más, se dirijo a una caja que había traído junto a otras donde supuse que eran pares de zapatos y me impresione al observar los finos y caros tacones de cuero blanco.
— Espera... quieres que use esos—. Dije mirándola desaprobadora mente— No es que no me gusten, si no que no sé si pueda mantenerme en pie con esos.— aclare mientras los señalaba con temor en el rostro.
— No sabes cómo usarlos? Pues no te preocupes, aquí estoy yo para solucionarlo— dijo mientras se agachaba para a la fuera ponerme los zapatos.
En un segundo más tarde, mi baja estatura se había alzado dejándome unos buenos centímetros más de mi altura que la que yo tenía. Intenté no moverme para no caer, pues no confiaba en mí técnica con los zapatos.
—Escucha, ahora tienes que dar pasos firmes y largos, con una buena postura y con la cabeza en alto— me dio un empujóncito y de instinto seguí caminando para no caerme.
Seguí practicando los minutos que restaban, cuando de repente te el timbre de la casa sonó, haciendo que una oleada de nervios me atravesase.
— Es Yesung, él me a venido a ver, dice que si no voy y vengo con él para vigilarme, me acusará con mamá por un desliz que tuve— dijo haciendo un mohín y cojín di un bolsita de encima de la cama.— creo que te vendría bien escuchar la opinión de un hombre, mi hermano para que te sientas más segura.
No me dio tiempo ni de hablar, pues me tomo de la muñeca y me llevó hasta la puerta de entrada. Me quede detrás de ella por alguna razón y espere a que abriera la puerta. No tardó en hacerlo y baje mi cabeza de inmediato.
— Que tal a quedado?— pregunto Mindy jalándome de mi escondite y dejándome a plena vista de Yesung. Lo mire unos segundos puesto que baje la mirada de inmediato por la vergüenza. Temía que me juzgará en ese momento pues él se veía algo confundido pero más sorprendido.
— Es TN, por si acaso— aclaró Mindy en un susurro.
— Lo sé tonta, es solo que estas...muy mona hoy, bueno siempre lo estás pero hoy estás resplandeciente— dijo atropelladamente mientras se aclaraba la garganta y rascaba detrás de su cabeza con un leve rubor en sus mejillas.
— Gracias— . Murmuré y no pude evitar darle una sonrisa de agradecimiento.
Este se sonrojó más y yo no pude evitarlo.
— Bueno, bueno, seguiremos luego con los halagos— dijo Mindy mirando acusatoria mente a Yesung—. Tu novio, Leeteuk llegará pronto, no es así?— soltó como si le advertí era a Yesung que lamentablemente yo ya tenía dueño.
Asentí levemente mirando al suelo de nuevo, pues Yesung se había pasmado con la aclaración.
Lo entendía pues él pensaba que Leeteuk era tan solo mi amigo pero eso ya había cambiado y se había convertido más que eso.
Mindy no perdió el tiempo y tomo a su hermano del brazo para llevárselo hacia el auto.
— Nos vemos en la fiesta TN! Sigue practicando con los zapatos!— exclamó Mindy cuando ya estaba a punto de subirse al puesto del copiloto.
Asentí y me despedí con la mano agitándola de un lado a otro con la cabeza gacha pues desde que Yesung me había visto no había quitado la mirada de enzima mío hasta que se marchó junto a Mindy en el automóvil.
Cerré la puerta tras de mí y me detuve intentando mantenerme en pie con tremendas plataformas debajo de mis pies. Los mire frustrada y sin más remedio me dirigí a la cocina, a pasos algo torpes e indefinidos. Tenía que tomarme una de mis pastillas para poder estar sana y salva por el resto de la noche festiva a la cual había sido invitada.
Cinco minutos más tarde en timbre resonó por toda la casa e hizo que toda la piel se me erizara y un escalofrío emocionante me recorriera el cuerpo. Unos cuantos metros, fuera de mi casa, se encontraba Leeteuk el chico más galán, seductor y fuerte del instituto, se encontraba esperando por TN. Por la TN que él conocía y que se enamoró por alguna extraña razón que no encontraba lógica pero aún loca y inconscientemente creía. Ahora yo tenía miedo de que al verme tal ves me encontrara extraña o tal ves no le gustaría y me vería como una chica igual a las demás.
Volvió a sonar el timbre, y mi corazón palpito más rápido de lo normal haciendo que vuelva de mis pensamientos. Apreté los puños y me anime mentalmente. Tome mi celular y enseguida me encaminé a la puerta donde al otro lado el muchacho que me enamoraba y hacia todo color rosa para mí cada día se encontraba esperándome. Tome la chaqueta que Mindy me había prestado a juego con el vestido para que me protegiera del helado clima de invierno, me acomode el cabello detrás de las orejas y el vestido lo alise con mis manos para quitar arrugas inexistente e inhale fuertemente para seguido soltar el aire con un suspiro inquieto. Entonces vacilante tome el pomo y seguido de valentía abrí la puerta de una ves por todas. Tenía la mirada cabizbaja por lo que la alce con temor de ver algún signo de desaprobación de su parte.Él estaba ahí, parado algo erguido con ambas manos metidas en los bolsillos. Traía el pelo algo húmedo algo despeinado tal ves porque recientemente había tomado una ducha, que inexplicablemente lo hacía ver más irresistible, traía puesto un jersey de color gris con cuello algo abierto que dejaba ver sus clavículas y encima una chaqueta de cuero negro sintético sencillo, unos pantalones ajustados también negros, finalizando con botas negras que completaban él look de chico malo. Que sin embargo lo hacía ver totalmente fenomenal.
Pero su expresión fue la que me tenía más mi atención, estaba intrigada pues el Lucía totalmente sorprendido, pasmado, en shock? No sabía bien lo que estaba pensando hasta que por fin luego de unos segundos eternos él habló.
— Valla... me e quedado encantado.— dijo en tono ronco, cambiando la expresión sorprendida por una más cálida y acogedora— Estas tan hermosa hoy que pensé que me quedaría ciego por el resplandor de tu presencia.— soltó una risita y me sonrió.
Entonces las mariposas revoloteando en mi estómago se volvieron más enérgicas y el rubor se intensificó en mis mejillas.
Simplemente que el dijera eso, solo el, me hacía sentir por primera ves, hermosa. El lo había tomado bien y me había encantado sus palabras.
Di un paso y lo abrace por la cintura, para poder encontrarme con su exquisito aroma. El me rodeó con sus brazos y apoyo su cabeza sobre la mía.
— Gracias, me has hecho sentir bonita por primera ves—. Murmuré en su pecho con algo tímida.
— Siempre lo has sido, siempre lo serás ante mis ojos Caramelo, con o sin maquillaje.— se separó y me dio un beso en la frente.
Le sonreí de vuelta y vi cómo sus ojos brillaban al momento.
Lo jale un par de veces por el brazo de su chaqueta como niña pequeña intentando llamar la atención de un adulto. Pues así me sentía, como la pequeña inexperta dependiente de un adulto que me cuidaba como un ángel.
— Vamos, llegaremos tarde.— le dije soltando mi agarre.
— Como usted ordene mi princesa— dijo haciendo que me sonrojara por su denominación y ofreciendo el brazo para que lo tome. Lo hice y él me sonrió al instante.— Te ves tan mona cuando te sonrojas Caramelo.
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Gracias por seguir votando y comentando al haber pasado mucho tiempo sin que actualizará. Me encanta y me anima leer sus comentarios y ver sus votos. Gracias por seguir leyendo o por incorporarte y ser una nueva lectora que aprecia mi trabajo. Espero que nos veamos en el siguiente capítulo y espero que les guste este.
Nos leemos ;)
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Amor ? ( leeteuk y tu ) [EDITANDO]
FanfictionTn, la chica "fea, antisocial y rara" (entre otras cosas horribles), como la llaman sus compañeros del instituto, se siente incomprendida, odiada y mas que nada sola. Por estos motivos, todo el acoso que sufre en el instituto y la traición por las p...