Capítulo 32

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Las dos yacíamos en el suelo del baño. Mindy me rodeaba entre sus brazos mientras lloraba desconsoladamente. Me acarició la cabeza y me murmuraba que todo se arreglaría luego de contarle todo el desgarrante suceso  que había vivido aquella noche y también le aclare todo sobre el bebe. Me dijo que no lo. Ea como un error, que lo vea como algo positivo, que sería algo que podría iluminar todos mis días, y que si no lo quería de todos modos, podía darlo en adopción.
Esa noche Mindy me dejo dormir en mi antigua cama, donde no podía conciliar el sueño.
—Un bebé...— murmuré la mí misma. Miraba una esquina de la habitación fija mientras sentía la fría brisa en mis pies, pero no me importaba.
Como no iba a querer a ese niño(?) Era de Leeteuk, y a pesar de que no haya sido concebido consciente y maduramente, era una vida la cual había sido creada con amor puro. Porque lo que Leeteuk y yo habíamos creado era nada más que la muestra de nuestro amor más sincero. No pensaba darlo en adopción, no deseaba tenerlo lejos de mi, pues si no era posible estar cerca de su padre, por lo menos iba a tener el amor de una madre. Aquel niño me recordaría lo feliz que fui con Leeteuk. Sin embargo también estaba hecha un lío mental. Que haría yo con un bebé a mis 17 años. Ya estaba en mitad del último año, y se me haría más difíciles estudiar, peor sin un padre para El Niño que me ayudara.
Suspiré intentando retener una lagrima al saber cuán feliz hubiera estado Leeteuk sobre esto. Sin embargo también sabía que estaría muy impresionado. Bueno... era lo que suponía, el no siempre repetía lo feliz que le haría casarse conmigo(?).
El resto de la noche no pude pegar mis ojos, solo no resistieron y comenzaron a gotear luego de no poder dejar de pensar en Leeteuk. Al día siguiente no me levante de la cama aunque el despertador sonó, y minutos después Mindy me decía que se me haría tarde. También la ignore. Solo me quede en mi cama, pensando en todo lo que había pasado y me había enterado la noche anterior, dos acontecimientos  con un contenido muy grande.
Llore algunas (muchas) veces aquel día. Había olvidado comer, pues no tenía apetito, y lo único que no podía dejar de hacer era pensar en el y en que lo había hecho llorar, la paga que le había dado después de lo mucho que me cuido.
Había pensado en pasar la navaja sobre mis muñecas, pero algo me detuvo. Nunca antes nadie me había hecho detenerme ante mis cortes aparte de Leeteuk cuando me hacía reflexionar lo mucho que significaba para el, sin embargo esta vez fue algo que me congelo y impacto mucho. Aquella vida que comenzaba a desarrollarse en mi interior me había dado La Luz para detenerme. Sin decir nada, sólo hizo que notará la navaja a un lado mientras me hacía llorar por mi intento de cobardía. Esa día decidí que aquel bebe vendría al mundo sano y salvo, y que yo sería una madre de la que no debería avergonzarse. No haría cosas que pusieran en riesgo su mi vida, porque sabía que ahora los dos estábamos enlazados.
Por ahora, no se lo contaría a nadie, mi padre salía trabajar muy temprano y volvía tarde  después de pasar la tarde con su futura nueva esposa, a si que no tenía tiempo para darse cuenta que tenía una hija embarazada y soltera. Tenía que evitar a toda costa que alguien sospechara, especialmente Leeteuk. Y era lo más difícil, pues no sabría cómo seguir sin el ahora. Mindy había prometido cerrar la boca y ayudarme con lo que sea.
Luego de limitarme a estar clavada en mi cama llorando por Leeteuk y también comenzando a querer a mi bebe, al día siguiente decidí reponerme un poco para asistir a clases y enfrentar sola lo que se venga.
Me levante como de costumbre, me vestí como siempre y luego de tomar mis medicinas me fui a la parada de autobús declinando amablemente la oferta de ser llevada al instituto por Yesung y Mindy.
Cuando subí al autobús, admití que una parte de mi sé si tío muy aliviada de no encontrar ahí a Leeteuk, sin embargo la otra parte de mi reclamaba su presencia. Evite sentarme en la parte de atrás para evitar llorara recordando, ya que mis sentimientos eran como un mar agitado con lo del embarazo.
Tome asiento al lado de un niño de primaria al cuál le sonreí cuando me vio.
Mi celular sonó. Un mensaje(!). Intente aplacar mis emociones y ilusiones y me calme intentando saber que haría si era Leeteuk. <<Evitarlo a toda costa>> había pensado la otra noche. Pero ahora eso se ponía muy difícil y a debate.
Abrí mi celular y me sorprendió ver La foto que tenía de fondo de pantalla. Había olvidado cambiarla, y era nada más ni nada menos que yo junto a Leeteuk, muy contentos y enamorados. Enseguida la cambie por la de mi gatito( el que Leeteuk me había dado, pero no era tan doloroso como ver su rostro). Fui a mis mensajes y un pequeño atisbo de desilusión me invadió.
Era Donghae.
— Hola TN, espero que te encuentres bien. Ayer no fuiste al instituto y me dio mucha curiosidad, pues la noche anterior te vi llorando. Te mande algunos mensajes pero nada. Asegúrate de cuidarte. Adiós.
Revise mis otros mensajes y me di cuenta que tenía un par de el. Lo había apagado la otra noche y había olvidado prenderlo hasta hoy.
Sin embargo, ningún mensaje de Leeteuk se encontraba. Trague con dificultad y sin poder evitarle recordé todo.
— Señorita, está bien(?)—. Me pregunto la vocecita de el niñito a mi lado.
Los mire confundida pero luego sentí la humedad resbalar por mis mejillas.
— ahh, si no te preocupes pequeño—. Le sonreí y enseguida me limpie las lágrimas.
El se bajó en la siguiente parada y antes se despidió de mí con un movimiento de cabeza.
Al llegar al instituto, intente dejar de bajar la cabeza, para evitar lucir vulnerable. No pensaba seguir dependiendo de alguien para que sea mi guardaespaldas. Por suerte, nadie  me miraba extraño, nadie murmuraba ni se apartaba.
— TN(!), que a pasado(?) estabas enferma(?)—. Me pregunto Tiffany colgándose de mi brazo.
— Hola Tiff, estaba algo agripada, pero ya estoy bien.— mentí dándole una de mis falsas sonrisas.
— Bueno, no te perdiste de mucho,...espera, ahora que lo pienso, no he visto a Leeteuk tampoco, está enfermo también—. Ella revisaba sus uñas por lo que no vio mi cara con malestar.
— Oh, no lo sé, tampoco a venido(?)—. Pregunte intentando lucir normal, pero divagando mentalmente para enterarme de todo con preguntas sutiles.
— No, pensé que lo sabías, ya sabes, eres su novia—. Dejo sus uñas u se soltó de mi brazo cuando el timbre sonó.
— Nos vemos, tengo clases de química—. Rodó sus ojos y se fue luego de darme una sonrisa.

Me sentí culpable y confusa. Debería decirle a ella y a Jessica sobre la ruptura. Se habían vuelto amigas mías ya desde hace un tiempo, y además, si ya había terminado con el, no debía ocultarlo, pero tampoco escupiéndolo a todo el mundo.
Deje mis divagaciones y corrí apresurada a la clase de literatura antes de que me hiciera demasiado tarde. Mientras corría intente tomar algo de mi mochila, pero la distracción hizo que chocara con alguien.
Enseguida, Donghae se agachó a recoger mis cosas, yo intente ayudarlo torpemente y luego de unos segundos en el suelo, me sonrió.
— Apresúrate si no quieres llegar tarde.
Asentí con una sonrisa apenas notoria y seguí mi camino sin pensar en lo sucedido, porque nada podía dejar de ocupar mi cabeza que Leeteuk. No había venido al instituto ni ayer ni hoy, y yo tenía un dolor inconmensurable en el pecho.
Me metí al salón justo a tiempo luego de sentarme en lo escritorio, junto a aquella banca vacía que me traía recuerdos que solo me hacían doler. Las palabras del profesor solo entraban y salían de mis oídos sin dejar nada de ellas. Estaba con la cabeza hecha un lío.
Muchas cosas: Leeteuk. El bebé. Cómo reaccionarían mi padre ante esto. Lo que dirían los demás. La reacción de Leeteuk, la de su tío. Como viviría aquella criatura en un lugar disconforme, sin un padre.
Lo sé, estaba adelantándome al futuro con lo último, pero era necesario. Pues como ya tenía claro, no iba a abortar ni siquiera si el mismo padre me lo pidiera. Aunque dudará que lo hiciera.
Cuando abrí mi libro de literatura clásica, un papel cayó de entre las páginas. Lo abrí por curiosidad, y me encontré con la letra desconocida de alguien:
"Nos vemos en la biblioteca a la salida
— Donghae"
Guarde el papel en el bolsillo de mis vaqueros e intente entender la razón por la que me había citado ahí.
Aquel día fue tan... aterrador. No por las intimidaciones de los demás, que ya no lo hacían, si no por el hecho de que el, Leeteuk, no estaba ahí. Su presencia no estaba, ni su calor ni su voz, tampoco su sonrisa. Eso me aterraba, también quería saber cómo estaba, no sabía nada de él desde aquel desastroso momento de la ruptura.
— Hey, a donde vas(?)—. Choque contras algo y me di cuenta que era una mano masculina que me detenía el paso.
— Donghae...—. Jadee saliendo de mi estado de distracción. Lo mire confundida pero luego recordé su nota. Mire a mi alrededor e inconscientemente había ido a la biblioteca.
Volví a repetir su nombre mientras una lagrima resbaló por mi mejilla. Los sentimientos agolpados, retenidos y acumulados aquel día ya no cabían más en mi cabeza. Mucho estrés.
Su rostro cambio de uno animado a uno confundido y serio. Más lágrimas salieron de mis ojos y agache mi cabeza intentando clamarme mientras limpiaba las lágrimas. Alguien exclamó un "Shhh" advirtiendo que me callara. Era hora de salid pero la biblioteca estaba abierta hasta más tarde para disposición de los estudiantes.
— TN, vamos.—. Me tomo de los hombros y me llevo fuera de ahí.
Agradecida lo seguí hasta los jardines del instituto desolados al ser hora de salida.
Nos sentamos en unas gradas de la cancha de fútbol y dejo que llorara a su lado unos minutos.
Luego de llorar algo, calme mi llanto y con la cara enrojecida e hinchada por llorar, le agradecí.
— Gracias, y perdón.
No sabía porque dejaba que me viera así el, que apenas y comenzábamos a acercarnos. No estaba segura de porque me ayudaba, o de porque me atormentaba con preguntas, pero estaba agradecida de su paciencia.
— No hay de que, es mejor que llores a que lo retengas todo y luego explotes como ahora, sin embargo creo que te ves mil veces mejor sonriendo que llorando.
Desvíe mi mirada hacia mi regazo mientras intentaba normalizar mis sentimientos.
— Y para que me has citado—. Le pregunte curiosa.
— Bueno, no es algo de lo que estoy orgulloso, pero soy un cobarde por esconder algo que me gusta mucho, y eso son los libros. Se que te encanta leer, de hecho, aprendí a amar los libros gracias a ti, tal ves no lo habrás notado, pero siempre que prestabas un libro y lo devolvías a la biblioteca, enseguida iba a prestar el mismo. Una ves, cuando éramos más jóvenes, kyuhyun estaba haciéndote una jugada y utilizo tu mochila, no sé si lo recuerdes, el saco todos tus libros para escondértelos, y los dejo en mi mochila, fue cuando los leí en mi casa que la lectura me atrajo. Después de eso me enganche mucho a ellos, pero oculto este gusto a mis amigos por... cobardía a que se burlen. Pero quería decirte lo agradecido que estoy contigo, y cuánto me gustas personalmente.

Solo lo escuche, anonadada al saber lo que había hecho por el inconscientemente. Nunca hubiera imaginado que Lee Donghae sería un fanatico de la lectura.
— De nada, la verdad  que decir. Te agradezco a ti por resistir mis minutos de llanto. Y también por tus sentimientos pero...
— descuida, lo que sea que haya pasado entre ustedes dos, debe ser un mal momento para confesarte mis sentimientos de esta manera, pero no te preocupes, se me ideara alguna otra manera, cuando todo esto haya pasado. No aumentare tus problemas.

El se levanto de las gradas y se despidió con una promesa de confesión y una sonrisa.


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Amor ? ( leeteuk y tu ) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora