Amor ? ( leeteuk y tu ) [EDITANDO]

Capitulo 27

Qué tal(?)
Hoy les traigo la parte lemon que tanto han esperado. Pero os advierto que no soy una profesional en es tema de lo +18, por lo que espero que no se aburran. Y como siempre raya y Leeteuk van a estar melosos como siempre :v.
Espero que no se aburran y perdón si está un poco corto o hay alguna equivocación ( no está editado). Como siempre gracias por comentar y votar por esta historia aunque actualice una ves al año... Ok no.
GRACIAS 🌸🍃
PD: espero que les guste la imagen que puse en el capítulo de hoy 7u7
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El timbre había tocado y interrumpido la fogosa situación en la que Leeteuk y yo nos encontrábamos. Nos separamos jadeantes por la falta de aire en nuestros pulmones. Había acabado la hora del descanso y comenzado la siguiente clase.
— Vámonos  de aquí—. Dijo tomando mi mano.
Asentí con la cabeza algo atontada. Estaba de acuerdo con el, no quería perder mi virginidad en el vestidor de chicas del instituto, aborrecía esa idea.
Luego de unos minutos me encontraba vestida con un calentador y sudaderos unas tallas más grandes que yo, pertenecientes a  él caballeroso Leeteuk que me las presto por mi falta de ropa.
Pronto nos encontrábamos saltando la cerca trasera del instituto para poder escapar sin ser vistos. Tomamos un taxi y llegamos en unos minutos al apartamento de Leeteuk. El tiempo transcurrido entre escapar del instituto y llegar al departamento mi conciencia se había aclarado un poco. Había estado tan ensimismada en la lujuria del momento que me había dejado llevar por instintos que no sabía que existían o urgían en mi cabeza de adolescentes hormonal. Me ruborice violentamente en el lugar en en el que estaba. Nunca había imaginado que haría esto con alguien, y ahora el nerviosismo me comía viva. No tenía un cuerpo de maravilla. Hubo una época de mi infancia y una parte de adolescencia donde había ganado mucho peso donde las burlas sobre mí eran por esa razón por lo que perdí todo el peso recurriendo a la anorexia, algo que yendo a un sicólogo sólo logrará enterrarlo en tu mente pero no borrarlo. Mi cuerpo había pasado por muchos cambios y era de esperarse que mi piel no sea perfecta, tampoco mis atributos. Me consideraba algo plana y nada atractiva. Pero por alguna razón Leeteuk deseaba lo que yo odiaba con repulsión. El quería lo que yo antes de conocerlo odiaba y aborrecía, todo mi ser.
Estaba en la cocina intentando beber agua mientras calmaba mi nerviosismo y pensaba en cómo remediar la razón por la que estaba en el apartamento de Leeteuk. El había ido poner a lavar mi ropa estropeada para ver si podía recuperar algo. Estaba ajena al mundo mientras me perdía en mis conflictivos pensamientos cuando una mano acaricio mi mejilla.
— ahh —. Salte con un pequeño chillido. El vaso resbalo de mis manos y cayó al suelo rompiéndose en pedazos.
Mire a Leeteuk sorprendida y luego al suelo donde el desastre se encontraba.
— L-lo siento, soy muy torpe...—. Me agaché y comencé a recoger los pedazos del cristal—. Recogeré esto ahora mismo.
— Espera, podrías cortarte deja que yo lo haga—. Tomó mis manos y me sonrió amablemente.
Yo inmediatamente baje la mirada. El recuerdo del vestidor vino a mi mente y mis mejillas no tardaron en enrojecer. Me incorporé rápidamente para dejar de verlo pero una punzada en el pie hizo que me quejara.
— Espera, te cortaste el pie cuando lo dejaste caer—. Dijo Leeteuk en modo preocupado mientras examinaba mi pie con la mirada.
Maldije el momento en que me quite los zapatos deportivos de Leeteuk que también me había prestado y me quedaban grandes.
— No te preocupes, creo que solo es algo pequeño, lo arreglaré en mi casa.
— Ni hablar, puedo sanarte ahora mismo. Tengo un botiquín de primeros auxilios en algún lugar.

El dejo lo que hacía y se levantó rápidamente. Me miró unos instantes dubitativo y sin aviso mis pies ya no tocaban el suelo de madera del apartamento. Leeteuk había optado por cargarme como una cría. De la impresión pase mis brazos por su cuello y jadee un poco. Lo mire al rostro el cual estaba a pocos centímetros del mío.

— Yo puedo caminar por mi—. Me queje intentando removerme entre sus brazos.

— Pero yo quiero llevarte—. Me sonrió y yo hice lo mismo tímidamente, no pude evitarlo. Me gustaba verlo sonreír, por lo que haría lo que fuera por verle feliz siempre.