De regreso a la realidad llamada vida, en la que yo sola tuve que lidiar con preguntas incómodas y familiares molestos, estuve en el re-calentado¹ de la boda.La menor de mis preocupaciones era que me siguieran molestando por llevar a un falso novio. Era el no tener dinero para regresar a casa.
Verán, yo no vivo en la misma ciudad que mi familia, es por eso que tengo que tomar un camión para verlos. El depósito de mi salario era entre las 9am y las 6pm pero como siempre depositaban temprano, no me importó.
Disfruté de mi familia ese día, y al siguiente, tomé mis maletas y salí de casa. Fui directamente al cajero automático y... Sólo había 8 pesos en la tarjeta.
El alma se me fue hasta los pies.
Así que le marqué a mi jefe, quien en dio una excusa de mierda. Según, estaban teniendo problemas con el sistema, y que no podrían depositar, hasta las 6 de la tarde.
Genial.
Mis padres no eran opción para pedir ayuda, ya que me dirían lo que ya sé: mi trabajo apesta, y que no estudié mercadotecnia para terminar en un call center.
Entonces me senté en una de las bancas que están en el jardín principal de la ciudad, tomé mi celular y repase todos los contactos. Fue cuándo comencé a pensar que esta sería la prueba. Si me ayudaban, sabia a quien mandar a la mierda.
El primero al que marqué fue el de Erick. Primero me mandó a buzón, pero después de marcarle por una segunda vez, salió su voz grave.
- ¿Que onda morra?- dijo alegremente
- Hola Erick... Oye... Uhmm... Es que tengo un pequeño problema, estoy varada en Dolores, y no tengo como llegar a León... ¿Podrías venir por mi? Te pago la gasolina.- esperaba que me dijera que me ayudaría, por lo menos que me diera una excusa creíble si es que no podía
- A mi págame con las nalgas.- se escuchó la risa de su broma de mal gusto- No puedo morra, mi coche está descompuesto. Pero si puedes vente a Guanajuato, y después de que te de la cogida de tu vida, te vas a León.- hasta para mi fue una excusa de mierda. Erick siempre tenia su coche en excelentes condiciones, era parte de su ego.
Pero escuchar las palabras despreciativas que usaba para referirse a tener sexo conmigo, me molestó demasiado, así que colgué la llamada.
Aveces odiaba que fuera así de borde y estúpido. Parecía un adolescente de 29 años, sin modales. Además, si solo tenia 8 míseros pesos, no podía llegar ni a la esquina.
Después de dejar mi orgullo al lado, le marqué a Hugo. No quería que fuese él quien me ayudara, seguía molesta, pero lo más retorcido de todo, es que si lo hacia... Estaría mas que enamorada.
Al tercer tono, respondió.
- ¡Hola Jime! ¿Que pasa?
Le comenté toda la situación y su respuesta me dejó helada.
- Es que no puedo... Mira es que Marla y yo vamos a salir a comer a las 4 y... Si entiendes, ¿verdad?
- Ahh... Sí... Yo... Bueno, tengo que colgar, así que disfruta tu comida .
Marla es su ex novia, la que le sacó el corazón lentamente y después lo pisó.
Dos lágrimas rodaron en mis mejillas. No sabía que me dolía más, si que ninguno estuviera interesado en mi realmente, el rechazo o ser tan estúpida como para pensar que me ayudarían.
¿Que pensaba? ¿El príncipe en su carruaje dorado? Ese no existe.
Medité mis opciones. Tendría que pedir ayuda a mis padres, no había opción. Tomé mis maletas y me dirigí al trabajo de mi madre.
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Un amor para Jimena
Любовные романыJimena, llevaba un estilo de vida libre y relajado, siempre buscando a quien amar. Por eso, la vida le regala a Samantha. Después de un embarazo no deseado y tener que afrontar la realidad de ser madre soltera, tendrá que salir adelante con una hija...