Después de la cita de aquel abogado y de la señora Amparo, que hacia ya un mes, aún no sabía que sentir. Ok, si bien fue altruismo lo que Iván ofreció, tampoco fue como que ayudó mucho a apagar mis sentimientos por él.
También estaba pensando seriamente, que no podría pagar algo más de lo que ya pagaba. Aun que Iván se haya ofrecido a dejarnos su apartamento, significaba que yo pagaria más de renta, ya no compartiría los gastos de luz , cable e internet, y con todos los gastos de Samy, era imposible.
Así que hice lo mejor que alguien podía hacer: Conseguir un nuevo trabajo. O bueno, al menos lo intentaba.
Tenia días buscando algo que me ofreciera por lo menos el 30% más de lo que ganaba en mi actual empleo. Claro, que también estaba la opción de buscar un mejor puesto en mi actual trabajo, pero había acumulado tantos reportes, que por lo menos, tendría que esperar un año entero sin hacer ni una tontería para que eso sucediera.
Así que estaba en la sala de la casa, aprovechando que las muchachas estaban en casa y que me ayudaban a cuidar a Samy, para salir a una entrevista de trabajo.
La empresa se llama Segmento, Imagen &Consultoría. Me dí a la tarea de buscar algo sobre ellos en internet y resulta que se especializan en optimizar los procesos de servicio a cliente y en manejo de persona. Es una combinación de dos distintas cosas para la eficiencia de un negocio. Tenían algunas reseñas en revistas como Merca 2.0, en donde señalaban a la empresa como una estrella en ascenso.
Estaba entusiasmada y asustada a la vez. Nunca había tirado tan alto, por que desde un principio, sabia que no cumplía con todos los requisitos, pero aun así, no me negaron la entrada a la contienda.
Llevaba un vestido azul, un poco formal y veraniego. Unos tacones sencillos e ilusiones al por mayor. Cuando llegué, había por lo menos otros cuatro candidatos sentados con papeles en mano. Entre ellos un hombre que estaba entretenido en su celular, una mujer que se retocaba el maquillaje y un joven que parecía tener unos 20 años. Su cara de niño era impresionante.
Yo estaba recién parida, usaba una faja bajo el vestido y tenía el corazón en la boca. Las oficinas eran blancas, la sala de espera tenia ese toque minimalista con arte surrealista, que me hipnotizó.
De un pequeño cubículo en el fondo, una joven de aspecto relajado, llegó a nosotros, y mencionó los nombres de la del maquillaje y el celular. Los llevó a un salón y estaba teniendo una platica amena con ellos. Supongo que era una entrevista.- ¿Crees que sea una entrevista lo que esten haciendo?- le dije al niño. Con una aire altaneto que nunca hubiese esperado en su rostro, me contestó:
- Creo que solo te debería interesar lo que pase contigo.- su mirada ni siquiera se postró en mi. Todo esta bien hasta que abrió la boca.
Regresé mi mirada al libro que tenia en las manos y usaba para entretenerme un poco. Pasaron otros 20 minutos más, y no salían de la sala. Definitivamente eran personas que estaban haciendo un examen.
Me llamó la atención que la mujer que los convocó haya dejado un teléfono al lado de cada uno de los candidatos. Cada uno volteó a ver al mismo tiempo el teléfono y ningúno lo tomó.
En seguida entró la mujer, y los sacó del lugar.
No supe que pasó, pero otra joven que estaba sentada en uno de los cubículos, llegó por mi y por el niño que estaba al lado de mi. Esteban, se llama.
Al igual que a los otros dos, nos enviaron a una habitación con puertas de cristal. Pusieron un teléfono al lado de nosotros. Aurora, la chica que nos haría la entrevista y los exámenes para el puesto, nos dejó solos un momento, para ir por una pequeña libreta.
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Un amor para Jimena
RomansaJimena, llevaba un estilo de vida libre y relajado, siempre buscando a quien amar. Por eso, la vida le regala a Samantha. Después de un embarazo no deseado y tener que afrontar la realidad de ser madre soltera, tendrá que salir adelante con una hija...