El hijo de Dragón

Capítulo 10: Neblina

.Una segunda noche cayo, volviendo evidente la diferencia de temperatura, sobre todo para Hiccup que estaba más acostumbrado a que hiciera frio en el día y más frío de noche.

Jack seguía inconsciente o quizás solo fingía mientras planeaba la forma de escapar, no podía estar seguro de nada con ese chico. Ya se había equivocado una vez y de no ser por Astrid quizás le habría costado la vida, ser atacado por el menor no era cosa nueva, pero esta vez sí que había pasado un límite, si no fuera por la armadura las heridas en su cuerpo serian una historia diferente y solo limpiarlas no había sido suficiente.

- De verdad me habrías mordido de no estar Astrid?- Pregunto acariciándole el cabello a Jack, sonriendo. No estaba tan café como lo había esperado, si tenía algunos pequeños mechones más oscuros que le hacían ver gracioso.- sabes...no estoy enojado y confió en ti lo suficiente como para quedarme...por tres días estaremos solo tú y yo.-

El menor se removió, solo había estado fingiendo. Su rostro estaba enrojecido y su mirada húmeda, no podía mirar al mayor a los ojos. Quizás estaba arrepentido o avergonzado, tal vez estaba tan enojado que quería llorar, no había como saberlo, Jack nunca era claro con sus acciones y se contradecía con sus palabras, era demasiado orgulloso como para disculparse o para explicar tranquilamente lo que había pasado, era más fácil solo mantener al mundo lejos y fingir que nada paso.

- Jack... Podrías mirarme y explicar lo que pasa.- Abrazo al albino por la espalda, Jack no estaba mostrando señales de querer atacar de nuevo, pero aún no se sentía del todo seguro como para soltarte- Jack... solo háblame.

Al no haber respuesta suspiro pesadamente, quizás se había vuelto completamente loco o algo así, porque sin ninguna precaución comenzó a cortar las cuerdas que retenían a Jack, sintiendo eso como un deja vu.

El menor abrió los ojos grandes y apenas sintió su cuerpo moverse, se apresuró a derribar el cuerpo del moreno, quitándole el cuchillo de las manos, clavándolo con fuerza. La sangre de Hiccup se congelo en ese momento, de nuevo se sintió ese niño inexperto en el tema de los dragones, atrapado contra el suelo con una furiosa bestia a centímetros de su rostro. Los ojos de Jack estaban afilado y se mostraban fríos, pero no duraron mucho así.

La sangre comenzaba a manchar la ropa de Hiccup y a salir, el aroma metálico se hizo presente y los ojos de Jack se llenaron de lágrimas. Temblaba de pies a cabeza, aparatándose hasta el otro extremo de la tienda, lanzando el cuchillo lo más lejos que pudo, no sabía cómo esconderse. Sus manos tenían sangre, la sangre de Hiccup. No podía creerlo, de verdad lo había lastimado, estaba herido y Jack sabía que perder sangre solo significaba la muerte.

Comenzó ahogarse en sus lágrimas y temblores, Hiccup trataba de calmarle mostrándole que no era nada serio, pero él no estaba del todo seguro de eso, su brazo apenas reaccionaba y no podía detener el sangrado el solo.

- Jack...cálmate...mírame, mira, mira....estoy bien no pasa nada...solo es un corte, estaré bien si me ayudas, bien?- sujeto con su mano útil el rostro del menor, obligándole a mirarle hasta que este asintió.

Con ayuda se quitó la camisa, cosió la herida y se vendo, había sido una herida profunda, en verdad profunda y de haber sido en otro lugar como en su corazón o sus pulmones, habría muerto al instante. Debería estarlo, Jack realmente iba por su vida...pero en un último momento se había arrepentido, lamentablemente un poco más tarde de lo que cualquiera de los dos hubiera preferido. Ahora como le explicaría eso a Astrid, no se salvaría del regaño que le esperaba cuando volviera por él.

Jack estaba muy tenso, manteniéndose lo más lejos posible del Hiccup, si el mayor se movía un poco, él también lo hacía solo para estar un poco más lejos. Por suerte; para ambos, el vikingo no podía ni debía moverse mucho y estando quietos era más fácil pensar en lo que había pasado, relajarse y respirar.