Epilogo

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Hace mucho mucho tiempo dije que haría esto y lo había olvidado, tienen que darle las gracias a  Tejedora de Universos, leyendo sus comentarios encontré mi deuda.

Fue llamado Soren, nació una noche de primavera, entre lluvia y viento. Al igual que su padre vino al mundo antes de tiempo, pero fue fuerte y sobrevivió para convertirse en un chico inquieto, de gran ingenio y curiosidad. Un guerreo valiente como su madre y un gran líder como su padre.

Era terco y obstinado, incluso más de lo que su padre fue, parecía ser que el síndrome de jabalí se volvía mayor en cada generación.

Los dragones le amaban, cuidaban de él en todo momento y se divertían con él como si fueran iguales. Voló mucho antes de aprender a caminar y hablo dragón mucho antes de comprender las palabras de su gente, nacer entre dragones le había dado la entrada a un mundo de infinitas posibilidades. Su infancia se nutrió con historias de sus antepasados, aventuras increíbles y las proezas de su familia.

Las historias que más amaba giraban en torno al chico dragón, siempre preguntaba a su padre más y más detalles, era su cuento favorito para dormir y soñaba con encontrar a ese chico. Sabía que ese dragón había sido muy importante para su padre, pero no tenía idea de que tan importante.

A los ocho años representaba las batallas de sus ancestros, con sus amigos humanos y dragones, todos tenían un papel y era gracioso ver algunos dragones vestidos como vikingos. En fin, su infancia fue muy divertida, pero entre mas crecía y conocía los misterios del mundo, más sentía que faltaba esa magia de las historias.

Con trece años comenzó oficialmente su búsqueda, salía todas las mañanas junto a su dragón; un pequeño Nader de color oscuro  llamado Bertel, se guiaba con las historias para encontrar los lugares, había robado el viejo mapa de su padre y le alejaba un poco más casa vez. Si no fuera por la última historia de su padre se habría rendido, si su padre aseguraba haberlo visto y él recordaba esa tormenta, recordaba la tristeza de perder a sus amigos y la alegría de recuperarlos a todos, como si fuera magia, ese chico existía y lo encontraría sin importar que.

- Joooh! Amigo llevamos hora y hora volando  no hay señales de él.- se recostó sobre el lomo de su dragón.-  El dragón blanco se supone que es gigante, como cloudjumper, un dragón así no es difícil de ver, además es verano, no hay mucha nieve, graniza de vez en cuando pero eso solo moja el suelo, no tienen donde esconderse.- suspiro y volvió a levantarse.- de verdad quiero encontrarlo, por lo menos para decirle a papá que él está bien.

Bertel continuo volando hasta que su jinete se quedó dormido, tenía planeado aterrizar y dormid juntos en algún lugar seco, pero un fuerte viento le llevo más arriba de lo que nunca había volado. Aún era joven, no tenía la experiencia para enfrentarse a una tormenta y su jinete no despertaba. Lanzo un alarido desesperado, el viento no le dejaba regresar a su área de confort y no parecían haber dragones que les ayudaran, estaba volando por sobre las nubes, quedando en medio de una tormenta. Sintió algo de alivio cuando Soren  despertó, pero no pudieron llegar a un acuerdo para salir de la tormenta, el viento les llevaba de un lado a otro, el cielo rugía con fuerza y la lluvia les azotaba el rostro, dejándoles sin la posibilidad de ver a donde iban. Comenzaron a caer, pero algo volvió alzarles en vuelo.

Sucedió tan rápido que ambos quedaron absortos y no supieron bien lo que paso hasta que llegaron a tierra.

Ambos, chico y dragón estaban asombrados, ahí frente a sus ojos estaba la gran leyenda, La Bestia blanca y el hijo de dragón. Soren sintió un nudo en el estómago, estaba frente al ídolo de su infancia, el guardián de los dragones, se veía igual a como lo había imaginado.

Jack se acercó al chico, sin quitarse la máscara, olfateando y revisando al menor, en unos segundos logro poner muy nervioso al pequeño castaño. El mayor le revisaba de arriba abajo, estaba buscando heridas y la identidad de ese niño.

El hijo de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora