DÍA 7: UN DEJA VU CONSTANTE

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Estabamos mi madre y yo charlando fuera del aeropuerto, cuando le hice una pregunta bastante interesante:

-Mamá, una preguntita ¿Que hubiera pasado si no hubiera dicho nada? ¿De lo que soy gay? En el colegio claro- Pregunté ansioso y preocupado .

-Mi madre andando me contestó - Hijo, vivimos en un mundo que desgraciadamente todavía hay muchos prejuicios, ser gay es parte de TU personalidad, a lo que voy es que forma parte de ti, como por ejemplo tener los ojos azules, eres alto, ser gay es otra cualidad de tu persona, y has tenido la suerte de haber nacido en una familia, donde nadie, nadie te va a reprochar nada por como eres, somos tolerantes y nos queremos tal y como somos.... Excepto uno que todavía no quiero que le digas nada, tu abuelo, apoyaba bastante a Franco, así que mejor no le digas nada porque lo más seguro es que no te hable en tu vida, mira, tu tío Felipe, mi hermano, cuando se puso malo hace ya muchos años, descubrimos que era homosexual porque fue su novio al hospital. A tu abuelo se le quedó la cara de piedra, vamos recuerdo perfectamente la cara que tenía, después nos enteramos que se fue al bar, decía que si era un desgraciado, que si no se que... El caso es que le cogí un día y me puse a hablar con el muy seriamente y le dije.

COMIENZO DE RECUERDO:

-Bueno, tu a lo mejor ya sabrás de lo que te voy a hablar pero me da igual lo que digas- Miraba desafiante a mi padre

-Hija no lo entiendo, pero si es gay... -
-Le detuve y le dije-... Pero es tu hijo, y somos una familia tolerante quieras o no, porque es tu maldito hijo, y debes respetarle tal y como es.

FIN DE RECUERDO

-Y eso es lo que le dije- Me Miraba mi madre con cara de que no me preocupase de nada -

-Bueno, si tu lo dices- Dije con tono bajo-

-Anda venga que perdemos el avión ✈

Fuimos hacia la zona de puertas pero antes tuvimos que pasar por el típico control de seguridad de equipajes y todo ese rollo, recuerdo perfectamente que mi madre se tuvo que quitar los zapatos porque llevaba algo de metal, pasamos el control y fuimos directamente hacia el Duty Free, que se supone que es una zona donde el IVA no existía, parecía que si porque todo era muy caro.

Fuimos rodeando las tiendas echando un vistazo mientras que avanzábamos hacia nuestra puerta de embarque, cuando llegamos directamente fuimos a darle los pasajes a la chica que había allí, nos dejó pasar y cuando entramos en el avión había ya bastante gente, colocamos nuestros equipajes y nos sentamos en nuestros respectivos asientos, mientras que la azafata explicaba las instrucciones de seguridad, yo, miraba la ventana, se veía el mar y el amanecer , era una sensación, de melancolía, emoción y tristeza a la vez, estaba muy muy agobiado de volver, no quería, ¿Realmente era necesario? No lo creía, me lo había pasado tan bien, estaba tan relajado, emocionado, lo iba a echar de menos, el avión se empezó a mover y nos dirigimos hacia la pista de despegue, se paró y yo me quede mirando o el mar con el amanecer imaginandome una música tranquila con emoción, hasta que el sonido de turbina arrancó de una forma increíble, parecía como si alguien acelerara sin parar hasta que el avión se empezó a mover muy rápido y fuerte, la pista obvia que era pequeña, impresionado miraba la ventana y pensaba que se terminaba la pista, habíamos despegado justo cuando terminaba, la pista era super enana, eso sí, una experiencia, me encanta a el sonido de las turbinas cuando aceleraba y cogía velocidad, subíamos bastante mientras yo veía el último trocito del "paraíso", de repente se puso gris, estábamos atravesando una nube y nos informaron que iba a haber turbulencias moderadas porque íbamos a pasar al lado de una nube de tormenta, específicamente la nube llamada cumulonimbus, una que daba miedo, era muy grande y oscura, se veían los rayos por dentro, recuerdo que vi un vídeo sobre turbulencias en aviones, que decía que la única posibilidad que un avión se cayera era atravesando esta que mencioné antes, lo que pasaba es que eran fáciles de detectar y obviamente se podía esquivar fácilmente, era pasar al lado de ella y aun así las turbulencias eran bastante fuertes, yo me reía porque era una sensación de estar en una montaña rusa y porque mi madre me contagiaba su risa. Mi padre ni se inmutaba, que "machote", aún así no pudo aguantar y yo como no riéndome.

Después de unos diez, quince minutos, cesó la turbulencia, no duro mucho, de repente se despejó el cielo y me dí cuenta que estabamos llegando a España, que predecible, ¿España? Sol, sol, sol, y siempre sol, buen tiempo que para mi era malo, adoraba la lluvia, las tormentas, el frío y los días oscuros ya recordaba porque me gustaba tanto Londres y Gran Bretaña en general.

Cultura diferente, diversa, abierta y fría, que buenos recuerdos de Londres de cuando tenía 10 añitos, que enano era... un bichillo. Empezamos a descender y de repente se hizo en mi oído una pompa, madre de que manera más jodida se me destaponó mi oído, en fin, el avión se acercaba más y más al suelo, que me gustaba un avión, disfrutaba, era muy rápido y aun así, acercándonos y ni siquiera frenaba veía la pista desde la ventanilla y tocamos tierra, se veía el ala como se levantaban los flaps y se habría el motor en dos para frenar, me encantaba el sonido, aunque el de despegue era mejor, nos enganchamos con el brazo de embarque y salimos, como no, marcaba el termómetro 40°C.

Ahí mi cara se venía más abajo de lo que estaba y mi madre por venganza me puso una cara de felicidad como diciendo que no había ni un rastro de alguna nube.

Mientras esperábamos en las cintas nos llamaron y era mi tía Carmina, que decía que casualmente estaban en Málaga en el apartamento de Torremolinos, así que nada más que cogimos el equipaje cogimos el cercanías que como no, estaba ansioso, soy friki si, de los trenes, vaya a donde vaya voy en tren, o en metro o en cualquier transporte que vaya sobre raíles, cada vez que voy a Madrid decía mi madre que en autobús porque nos salía gratis ya que mi padre trabaja ahí, pero siempre le recordaba el AVE, ahí ya cambiaba de idea, vino el cercanías y en un abrir y cerrar de ojos nos bajamos en la estación de Torremolinos donde ellos nos esperaban allí en un bar de copas, nos lo encontramos y empezamos a hablar con ellos.

-Bueno y que tal el viaje? - Preguntó mi tía que era la que más quería -
-Sin ganas de irme, todo, absolutamente todo fue el paraíso, maravilla tras maravilla.
-Me alegro muchísimo - Contestaba mi tía,
-Pues nosotros hemos decidido irnos a a Moscú y a San Petersburgo - Saltó mi tío.
-A mi Rusia, culturalmente, históricamente, me llama muchísimo la atención y se ve preciosa pero a día de hoy no quiero ni verla, ni escucharla, maldita homofobia - Giraba la cabeza frustrado-
-Bueno pues no vayas y cuando cambie políticamente vas- Decía mi padre.

Después de una larga charla de hora y pico nos despedimos de ellos, que iban a disfrutar su estancia en Torremolinos durante el fin de semana y nosotros nos fuimos hacia el coche para irnos, parecía un deja vu constante, cuantas veces he viajado, he perdido ya la cuenta.

Recibí un WhatsApp y mire mi móvil, y de repente me quedé sin respiración, la pantalla aparecía.

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