XX

116 18 0
                                    

Hace tiempo que perdí la fe en lo que escribo. Aquí no hay mucha alegría, la poca que tenía se la robaron en un descuido.

Te regalaría una de mis poesías, pero no eres una buena chica; en pocas palabras "Tú no eres digna". Lo siento querida, este poeta ya no te dedica su vida.

Lento, pero seguro, este poeta resucitó en estas letras. Apliqué tu rutina. Me fui, pero ya estoy de vuelta.

Si te da aroma ha azufre, no te preocupes, hice un pacto con el demonio que conmigo sufre. La sangre que mancha mis manos ves la tinta de la que tanto te he hablado.

Hoy cenaremos muerte, de postre ese poeta torpe.

Serpientes En El EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora