Caballeros del Zodiaco: La venganza en discordia.

El despertar de Athena

*NOTA: Antes que nada, pido una disculpa por haber dejado de actualizar casi un mes, no fue mi intención y en lo mas mínimo quise parecer grosera, fueron diversos motivos y bueno, ni hablar. Les dejo el siguiente capitulo, espero les agrade. Un abrazo enorme. [] WriterRosses

Saori y Julián miraban absortamente la mitad del mapa de Hades mientras este se fusionaba mágicamente con el pedacito que ellos habían logrado obtener.

- No nos dice nada - dijo frustrada la chica.

- Es porque aún no está completo. - respondió Hades indiferente.

- Lo que me pregunto es, si realmente existirá el llamado cofre. - aunque la pregunta fue hecha por Julián, era algo que todos en algún momento se habían preguntado ya.

- Yo digo que abandonemos. - dijo resueltamente Saori mientras se cruzaba de brazos y los miraba fijamente. - es más importante llegar a Zeus.

- No llegaremos a él sin pasar toda la isla. - dijo hades. Deslizo su mano sobre el aire e inmediatamente se creó una especie de ilusión astral del lugar, como si se tratase de una maqueta. - nosotros estamos aquí - dijo señalando un punto - el templo de Zeus esta acá... aún nos falta poco más de la mitad.

- Eris lo ha hecho bien, ¿no? - y cruzándose de brazos Julián suspiro cansado, aunque no lo había querido admitir y Saori no lo había notado, la herida sufrida por el minotauro no había sanado, aunque lo había intentado y se había sumergido en las aguas, seguía emanando una ligera hilera de sangre. - se encargó de que para cuando llegáramos a ellos, ya estuviésemos demasiado cansados.

- O muertos. - culmino Hades sonriente.

- ¿Cómo pudo hacer eso? No entiendo.

- Saori, no se trata de entender, si no de actuar. Lo que me pregunto es... - y hades callo. Julián y Saori lo miraron a la expectativa.

- ¿Qué cosa? - pregunto ella.

- Nada. Pensé en voz alta una banalidad - y se alejó. Seguía siendo demasiado hermético después de todo, y no le confiaría sus preocupaciones o dudas a ese par.

Continuaron un rato más hasta que la noche entro por completo. Hades se sentó en la obscuridad en donde solo podía verse el fulgor purpura de una esfera de poder con la cual jugaba a diestra y siniestra.

- ¿Estás bien? - le pregunto ella a Julián al verlo con los ojos cerrados.

- Si, solo pensaba en cómo solucionar esto.

- Solo quedamos nosotros cinco. Y Afrodita y Ares están más al este, ellos siguen el camino de los riscos.

- Nosotros por el bosque.... ¿Quién peligra más?

- Creo que todos. - y un dejo de tristeza estaba allí en su voz.

- ¿Qué ha pasado con tus caballeros Athena? - se escuchó la voz de Hades. - no los has mencionado en lo que va del camino. - ella no supo que responder. - ¿qué pasa? Te han abandonado.

- No te confundas... - murmuro - ellos simplemente están siendo libres.

- ¿Libres? Cuando se es caballero no se puede ser libre. - dijo Hades burlón. - y tú, no dejaras de ser jamás una niña caprichosa.

Lo que dijo pudo haber sido lo más banal del mundo, un simple comentario, pero a Saori le dolió. Se puso en pie y a pazos veloces y casi agigantados se marchó en la obscuridad iluminado tenuemente por la luna gigantesca y plateada.

- ¿Porque hiciste eso? - le inquirió Julián con molestia.

- Porque necesitamos hablar Poseidón. Esto es grave y ella nos estorba. Tenemos que dejarla. Eris se ha apoderado del olimpo, de los poderes de la flor de Pandora y no dudo que los de Zeus. Estamos solos.