20. Tantrums and tears

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Abrí los ojos de golpe y observé a mi alrededor, el ambiente conservaba la penumbra usual, tenía la sensación de haber dormido una semana entera. El reloj de la pared indicaba que era media noche, sin embargo, los sonidos que emitían las chicas y sus pasos por el corredor de un lado a otro me despertaron, no importaba la hora, nada era impedimento para que ellas prolongaran su conversación el resto de la madrugada si así lo querían.
Decidí que estaría bien ir a verlas. Cuidadosamente me levanté del sofá sin molestar a Miles y subí al segundo piso, al llegar a la habitación escuché sus voces, ¿a caso nunca se fatigaban de parlar?
Estaba a punto de tocar la puerta para preguntar si podía pasar pero un fragmento de su conversación llamó mi atención y me vi obligado a colocar mi oído sobre la puerta, ya que sus voces se oían parcialmente distorsionadas.

"No hagas tanto suspenso, dilo ya, Em.
Estoy grávida, o eso supongo.
¿Qué?
Creo que tengo unas cuantas semanas de gestación.
Emily, no sé por qué te complicas tanto con las palabras simplemente hubieras dicho que estás embaraz... ¿Qué? Espera, ¿qué? ¿Cómo?"

No pude escuchar más, no porque me era difícil comprender lo que decían, sino porque no lo soportaba. La noticia me cayó como balde de agua helada, no sería capaz de recobrar el sueño después de eso. Esa conversación era más dolorosa que algo físico. Hubiera deseado no escuchar nada, pero ya estaba predestinado a que sucediera, nada iba a evitarlo.

Abandoné el lugar y regresé a la sala en donde Miles se encontraba durmiendo, no planeaba despertarlo para crear toda una escena a esa hora, prefería que a la mañana siguiente él mismo me explicara con lujo de detalle qué era lo que sucedía, quizás todo era una simple distorsión de ideas. Sin mencionar que quise pretender que nunca escuché la noticia que probablemente cambiaría el rumbo en el que se dirigía nuestra recién iniciada relación, aunque simplemente no podía, engañarme a mi mismo no servía de nada. Era como quitar una volcán de una isla.

Tenía la mirada dirigida únicamente a los escalones, los seguía con forme bajaba por la escalera. Al llegar a la sala esperaba encontrarme con Miles durmiendo tranquilamente, sin embargo, lo encontré despierto, como si esperara mi regreso.

ー ¿Qué haces despierto? ーcon sus nudillos frotó sus párpados.

ーNada, nada.

ーPero... ーentrecerró los ojosー tienes ese rostro.

ーEste rostro es el único que tengo.

ーAl, por favor...

ーLo siento, ¿a qué te refieres con ese rostro? ーhice comillas con los dedos índice y medio de ambas manos para enfatizar la palabra "ese".

ーLuces confundido, como si algo te hubiese molestado y tu única opción fue dejar ese gesto de confusión.

ーNo entiendo.

ーImagina una cuadro, sobre el cual hay pintura fresca de color azul.

ー ¿Cuál es tu punto, Miles?

ーSi das pinceladas con un color diferente, rojo si lo prefieres, y no esperas que el anterior seque, ambas pinturas se mezclaran y serán morado. Mi punto es que así estás; tus emociones están entremezcladas entre sí, no puedes ver con claridad porque no se distinguen y nunca dejas que desaparezcan las manchas que el color anterior dejó, por eso se van acumulando. A este paso terminarán en negro si continuas agregando matices.

ーQue metafórico puedes llegar a ser en estas horas.

ーY tu tan sarcástico, ーgruñó y se recostó nuevamente en el sofá dándome la espaldaー de nada, Alex.

Me apresuré a sentarme en el sillón que se encontraba frente a Miles, el cual estaba separado del mío únicamente por la pequeña mesa de madera en el centro de la sala.

Llevé mis antebrazos sobre de mis muslos. ーNo estoy pensando en lo que digo, discúlpame si te he molestado, ahora no me encuentro en mi mejor momento ーsin separar ambos antebrazos de donde se encontraban apoyados, con mis manos sostuve mi cabeza por los costados, a la altura de mis orejas, mientras que mis dedos se escondían entre los mechones de mi cabello.

ー ¿Hay algo que debería saber? ーabandonó su posición inicial y con unos cuantos movimientos se acomodó, colocando su espalda contra el sofá y su vista hacia mi. Supongo que para denotar seriedad, él ya sospechaba que algo sucedía conmigo.

ーNo... Sí, quizás, en realidad no lo sé.

ー ¿Puedes decirme?

ーCreo que si.

ーEntonces dime.

ーLo que sucede es que fui a ver a las chicas, porque sus ruidos me despertaron, y en cuanto llegué a la habitación, estando a unos centímetros de entrar, escuché a Alexa decir que Emily aparentemente está embarazada -suspiréー quería que Emily te lo dijera y no yo, ¿qué tal si todo es una simple confusión?

ー ¿Qué? ーsu rostro se ocultó entre sus manos y permaneció en silencio durante unos segundos para luego sollozar y posteriormente regresar a su posición inicial. Esto era prueba de que tampoco sabía nada a cerca de lo que le dije, era una noticia nueva para ambos.

ーMiles... He sido un estúpido, discúlpame por cometer errores, por hablar de más todo el tiempo, no mereces nada de esto.

Él solía ser de ese tipo de personas que preferían estar solos cuando algo conspiraba en contra suya, así que opté por no hablar más, no murmurar y ni siquiera acercarme a él por temor a que algo que saliera de mi boca le hiriera nuevamente solo que en una forma distinta, pero al mismo tiempo quería correr hacia él y decirle que todo estaría bien a pesar de ser completamente lo contrario.
Podía asegurar que en todo el tiempo que había pasado junto a Miles nunca lo había visto así... Tan frágil y decaído, siempre estaba feliz, hacía lo posible por lograr que los demás sonrieran y ahora era diferente, él necesitaba que alguien lo hiciera reír y yo no me sentía apto para eso. Lo estaba defraudando.

Me mantuve despierto el resto de la noche; vi a Miles quedarse dormido entre sollozos ahogados, vi a la luna colocarse en su punto más alto, la vi ocultarse y vi al más luminoso astro supliéndola por la mañana con un color rojizo que con forme transcurrían los minutos cambió a un naranja brillante y este, a su vez, se hizo amarillo.

...

homesick - milex Donde viven las historias. Descúbrelo ahora