8. Ladies and Gentlemen I introduce you... Miss Alexa Chung. PART III FINAL.

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«Días después»

3:30 AM
Insomnio, querido amigo mío, gracias por hacerte presente ahora que menos te necesito, dentro de un par de horas tengo que asistir a una entrevista con Matt y tu no me permites dormir, ¿qué hago contigo? Ni las pastillas que conseguí me ayudan a que te olvides de mi existencia. Tengo una teoría, probablemente me acechas cada noche porque te gusta espiarme cuando veo a Alexa dormir tan tranquila, con sus mechones de cabello cayendo sobre su rostro y los sitúo detrás de su oreja por simple reflejo, ¿eso ablanda tú nebuloso corazón? Porque el mio no, preferiría que sus brazos me estuviesen rodeando a mi en lugar de la almohada.

Estoy planteándome soluciones para que me olvides, déjame fuera de la lista, porque soy de esas personas que adoran irse a dormir temprano y despertar tarde. Admito que últimamente me he quejado por todo y de todos, he estado de muy mal humor y quiero reponer eso, me estoy perdiendo a mí mismo y no quiero que sea así, esto se puede resolver, sé que sí, pero la solución no va a estar siempre en manuscribir mis sentimientos en mi libreta para convertirlos en canciones por falta de mi demostración de los mismos. ¿No es suficiente con que el karma se regocije por los males innecesarios que me causo y provoco? ¿También tengo que sufrir de insomnio?

Silencié a mi mente de golpe, Alexa se estaba moviendo, se acomodó y suspiró, creía que estaba pensando tan fuerte que ella lo notaba, pero no. Me relaja saber que al menos puede disfrutar de un descanso prolongado.

Que sorpresa, sus ojos se están abriendo, ¿habrá sentido mi mirada? Porque he escuchado que cuando miras durante mucho tiempo a alguien, ésta persona se da cuenta y tarde o temprano también te observará, pero qué será, mitos solamente.

ー ¿Qué haces despierto a esta hora? ーcon sus nudillos frotó sus párpados y bostezóー deberías de estar durmiendo.

ーInsomnio.

ーTe ayudaré a dormir.

Con movimientos muy torpes se sentó sobre mí, colocando sus piernas flexionadas a los costados de mi cadera, me abrazó por el cuello y escondió su rostro en la curva que se forma entre mi clavícula y mandíbula para dejar besos sobre mi hombro.

Una de sus manos se deslizó hasta el borde de mi playera y lentamente la fue subiendo hasta que desapareció, yo llevé mis manos bajo la Lacoste azul que usaba esa noche (porque le gustaba ponerse mi ropa y combinarla con sus medias a la rodilla cómo pijama) y de igual manera la removí... Fue cuestión de unos cuantos minutos para que el resto sus prendas y las mías desaparecieran; nos unimos hasta ser uno solo, acompañamos el momento con besos húmedos, sonidos, movimientos regulares e irregulares, caricias y manos que se trasladaban por el cuerpo ajeno sin pudor alguno, porque eran conscientes de que ese cuerpo le pertenecía.

En cuanto todo eso terminó, logré conciliar el sueño y a diferencia mía, Alexa ya no lo logró y se mantuvo despierta lo que restaba de la madrugada, cómo si hubiese absorbido mí insomnio, lo sé porque mientras dormía podía sentir sus caricias y sus largos y delgados dedos entre mi cabello.

A la mañana siguiente asistí a la entrevista con Matt, llegué unos cuantos minutos después de lo esperado porque me quedé en el desayunador con Alexa, conversando sobre libros y poesía, sobre sus viajes y me mostró las polaroids que me había tomado cuando yo estaba desprevenido, siempre lucía tan desorientado.

ーMira esta, es de cuando fuimos a la playa y tú llevabas ropa inapropiada.

Extendió uno de sus brazos para entregarme la foto. Sonreí al recordar aquel día. Utilicé un pantalón azul de mezclilla y un suéter marrón con las mangas dobladas hasta el codo, mi cabello estaba hecho un desorden y en la polaroid no se me veía el rostro, pero sabía que lucía molesto porque la arena se colaba en mis zapatos, era igual que un infante cuando hace una rabieta.

Ella logró curar mi depresión de enero.

...

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