22. Your love's not what I need

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Acomodaba mis libros nuevos sobre los estantes, mientras que a los antiguos les quitaba la ligera capa de polvo que habían adquirido tras permanecer intactos en el mismo lugar de siempre. Hacía mucho tiempo que no los leía porque compraba más, y al hojear algunos capítulos de los libros nuevos, me mantenía tan ocupado que olvidaba que tenía otros que había leído anteriormente. Estaba agradecido de mantenerme distraído con alguna actividad, puesto que ello me evitaba pensar en Miles y toda esa situación con Emily.

Escuché los zapatos de Alexa chocar contra el piso, uno tras otro de forma pausada, como si fuese una canción la que estaba componiendo. ー ¡Cariño! ーhabló con un ligero tono de preocupación a la vez que aparecía en la sala, detrás de mi.

ー ¿Qué sucede, Lex?

ーMiles ha olvidado su reloj, ¿podrías ir a dejárselo?

ーSupongo que sí, igual pensaba en ir a verlo más tarde.

ー ¿No hay problema si se lo llevas ahora?

ーClaro que no, pero... ¿Por qué quieres que vaya ahora?

ーPorque quiero que estés en casa por la noche, tengo algo planeado.

Sin cuestionar más su decisión, asentí como signo de aprobación. ーNos vemos más tarde ーbesé su frente y me apresuré a tomar las llaves del automóvil, las cuales estaban en el estante, justo a un lado de la puerta principal.

ー ¡Alex! ーme llamó Alexa nuevamente.

Me giré sobre mis talones para observarla.

ー ¿No olvidas algo? ーme preguntó y yo simplemente no lograba comprender lo que decía, sin más, la miré con un gesto de confusión y negué con la cabeza. ーEl reloj, tonto. ¡Lo estás olvidando! ーelevó una de sus manos y con sutileza lo agitó de izquierda a derecha, provocando que las llaves, al chocar uñas con otras, emitieran ese sonido como el que hacen las monedas dentro de los bolsillos.

Regresé con ella y tomé el reloj, ahora sí huí hacia el automóvil y conduje a casa de Miles.

Durante el trayecto no dejaba de pensar en lo que diría al estar con Miles, sobre qué hablaríamos, qué diría él y finalmente, en qué iba a terminar todo este embrollo. Averiguarlo era tan vitalicio como también lo era dejar de pensar en aquello, porque una vez liberado el caos con Emily y Miles, todo iba a cambiar en cada aspecto.
Tanto pensar y darle vueltas al asunto una y otra vez lograba que mi mente viajara entre las órbitas, ignorando completamente todo lo que estaba a mi alrededor. Al arribar a casa de Miles, realmente me sorprendió que lograra llegar a salvo, puesto que mi atención se concentraba en todo menos la carretera.

Ahora estaba frente a la entrada de su hogar. Tras haber llamado al timbre y no obtener respuesta alguna puesto que estaba malogrado, golpeé la puerta de madera con mis nudillos un par de veces. Esta vez tuve éxito.

ーAlex, ¿qué haces aquí? ーEmily apareció en el umbral de la puerta, lucía conmocionada al verme. Tenía los ojos teñidos con un matiz cereza, sus mechones de cabello fuera de lugar y una taza de té que aún emanaba un poco de vapor por encima; esa combinación de ligeras pero incuestionables características no tenían un buen significado, quizás por separado no eran nada pero juntas... Ni siquiera quería imaginar qué había sucedido antes, aunque ya era obvio.

ー ¿Puedo pasar? ーme limité a preguntar y yo mismo abrí la puerta permitiéndome el paso al interior del inmueble. Ella se apartó del camino, ya no tenía más opción, yo ya tenía ambos pies en la sala.

homesick - milex Donde viven las historias. Descúbrelo ahora