Primer Muro [Allen]

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El profesor le pidió que se presentara él mismo para confirmar lo que éste había dicho sobre él.

— M-Me llamo David —dijo el chico frente a la clase, un poco nervioso. Luego de un segundo, vuelve a hablar— Me mudé con mi familia hace unas semanas a esta zona. Me g-gusta leer y jugar básquetbol.

Después de tres segundos en silencio, el profesor le dijo al chico que se sentara en algún asiento, indicándole la zona del fondo.

Yo era la única persona que se sentaba en la última línea de pupitres, y aún así el chico se acomodó en la mesa a mi lado.

—H-Hola —dijo mirándome y estirando su mano.

— H-Hola —dije en un tono bajo luego de dudar una fracción de segundo y estrechar su mano— Allen.

— David.

— Lo sé, el profesor lo dijo y luego tú lo volviste a decir —le respondí mirando hacia el profesor, quien estaba dando un discurso sobre el compañerismo y el respeto.

— Ah, claro —hizo algo con su rostro, pero no pude verlo con claridad. Una mueca, posiblemente.

(...)

La chica frente a mí se gira hacia nosotros y habla con David.

— Eh, David, ¿Cantas? —pregunta.

—¿Huh? —mira a la chica y se apresura a responder— Ah, bueno... soy bastante malo.

— Entonces... ¿Quieres practicar en un karaoke en mi casa el sábado?

— No puedes hacer eso -interrumpí.

—Tú cállate, Allen. Además, má me dio permiso.

— Mamá no te daría permiso desde lo de navidad.

— Por cierto —me ignoró y se volteó hacia David— Me llamo Tania.

— Ah, hola... ¿Son hermanos?

— Sí, desgraciadamente vivimos juntos.

(...)

La clase termina y salgo al pasillo. Paso sentado en el suelo, junto al salón, durante quince minutos. Me levanto justo antes de que sonara la campana.

Inicia otra clase. Siendo el primer día, no hacemos nada mientras el profesor da otro discurso, esta vez sobre el alcohol y las drogas. David está leyendo un libro y Tania parece estar dibujando en su cuaderno.

Me inclino hacia delante, cruzo mis brazos en la mesa y apoyo la mejilla sobre ellos, mirando a David. Parece estar emocionado con el libro. ¿Qué libro será?

(...)

Otra clase termina y salgo nuevamente al pasillo. Es ya la hora del almuerzo, por lo que me dirijo al comedor del instituto.

Pasta con pescado, vaya mezcla. Ugh... Podría ser peor...

(...)

La campana vuelve a sonar. Entro al salón y veo que Tania y David están charlando. Al sentarme en mi pupitre, mi hermana me habla.

— Entonces, Allen, ¿Aún no te gusta nadie?

— No me interesa —le dije antes de inclinarme hacia la mesa.

— No seas así de frío —dijo tocando con un dedo mi nariz.

— Para.

— Al menos sé un poco más abierto, Alien.

— No me digas así —me está enfadando.

Tania me revolvió el cabello. Gruñí, controlando mi impulso de destrozarle la cara.

— Tania —dije firmemente, pero en voz baja.

— ¿Entonces? —me vuelve a ignorar— ¿Vas a ayudarme con las preparaciones del sábado, David?

— B-bueno, ¿Pero Allen está de acuerdo? —me miró.

— A mí me da igual. Mientras no usen mi habitación, no me importa lo que haga esta tipa.

(...)

Luego de algunas clases más. Salgo del colegio acompañado de Tania y un par de amigas de ella.

El recorrido a casa es tranquilo. Ya es algo tarde y no hace tanto calor. Las chicas están hablando de algo, pero no tengo interés en saber qué. Una de ellas se detiene en una casa celeste y nos despedimos. Unas cuadras después, nos detenemos en una tienda y compramos algunos dulces. Llegamos a casa y la otra amiga se detiene en la siguiente casa. Entro a casa mientras ellas parlotean, comprobando que no hubiera ninguna carta en el suelo o algo similar.

Parece que no han llegado aún mis padres. Supongo que tendré que hacer la cena para nosotros dos.

O tres, ahora que la amiga de Tania entrara a casa junto a ella. Al menos sólo es una persona más, y la cena no tiene que ser algo complejo.

— Hola de nuevo, Allen —dice la chica— mis papás no han llegado a casa y olvidé las llaves —agregó con una pequeña risa nerviosa.

— Hola.

— ¿Te ayudo con la cena?

— No, estoy bien... ¿café o té?

— Café, gracias —responde. Luego de unos segundos en silencio agrega— Bueno... entonces te dejo con eso.

(...)

Ya es de noche. Medianoche. La chica volvió a su casa hace unas horas y mis padres llegaron un poco antes de que se fuera.

Debería dormir, pero no lo logro. Estoy nervioso y no sé por qué. He estado así varias noches y aún no sé porque me sigue sucediendo. Al principio pensé que era porque Alex se había mudado y dejamos de hablarnos, pero ya han pasado dos meses. Tampoco es que fuéramos muy amigos, sólo era con quien me llevaba mejor en la clase. Incluso dudo un poco de que pudiera considerarse nuestra relación como amistad, tal vez compañeros o colegas, pero no estoy seguro de haber sido amigos.

[Yaoi] Muros y AbismosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora