VI

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Vacío

Nuevamente el escalofrío recorrió mi piel. Nuevamente estaba sudando frío. Nuevamente mis muñecas y muslos sangraban. Sentía esas nauseas junto a los mareos llevarme al suelo, sentía esa extraña presión en el pecho que no me dejaba respirar.

«Una vez más» Me dije

Y así el cuchillo atravesó mi piel, llenándome de placer y alegría. Te preguntarás, o posiblemente no, «¿Por qué lo haces?» No lo hago porque mi vida es una mierda o para llevar mi dolor al exterior, no, nada de eso. Yo lo hago porque me encanta la sangre. Ese color tan único y fascinante.
¡Oh! Si tan solo pudiera probar o al menos observar la tuya... Debo conformarme con la que corre por mis venas. Pero quiero más, quiero más, aunque ya no es posible. Ésta vez me he excedido. Ya no siento mi cuerpo. Ya no me puedo mover. Ya no puedo respirar. Ya vacié toda mi sangre en el piso. Ya mis pulmones y corazón no hacen lo que deberían. No sé cómo sigo aquí, creo que ya he muerto, aunque no estoy segura. Sigo aquí pero nadie me ve. Pensé que tenía mis ojos cerrados y por eso todo estaba tan oscuro, aparentemente no...

Es una oscuridad más oscura que el fondo del mar. Tan vacío que ni cabe en la imaginación. Tan frío... Tan frío que no sientes nada, pero a la vez todo.

No sabría decirte qué sucede conmigo. No sabría decirte dónde estoy. No sabría decirte por qué te necesito tanto. Pero aquí sólo estamos mi imaginación y yo.

Aun sabiendo esto... ¿Quieres venir y hacerme compañía?


Pequeña InspiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora